1.903- Devocional Salmos 105:21-22, “Camino a la gloria”, Pastor Iván Reyes, 21-05-2025. 71e5b

La historia de José no sólo es fascinante por cómo ocurrieron los hechos, cómo se fueron dando paulatinamente cada uno de los hechos, sino también porque este muchacho de 18 años que llegó aproximadamente tenía esa edad a Egipto, el Señor estuvo siempre con él. Cuando uno lee todo el relato desde el capítulo 39 en adelante se da cuenta de esa realidad, me refiero a Génesis 39, ya en el capítulo 41 vemos cómo finalmente salió de su prisión y fue puesto en eminencia por parte de Faraón, gracias a que el Señor le dio la sabiduría para interpretar los sueños de Faraón, pero dice el capítulo 41 que no sólo interpretó los sueños de Faraón, sino que también hizo algo más, algo mucho más extraordinario que nosotros nunca imaginamos, porque lo llamaron para, cuando leemos la historia me refiero, porque lo llamaron para interpretar el sueño de Faraón, pero él también además de interpretar el sueño de Faraón, el Señor le dio la sabiduría para que pudiese aconsejar a Faraón respecto a lo que tenía que hacer. Una vez que interpreta el sueño le dice que debiese hacer entonces provisión para esos siete años de hambruna que iban a venir por toda la tierra.

Haga esto Faraón, dice el capítulo 41 versículo 34 de Génesis, y pongan gobernadores sobre el país y quinte la tierra de Egipto en los siete años de abundancia y junten toda la provisión de sus buenos años que vienen y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades y guárdenlo, y esté aquella provisión en depósito para el país para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto y el país no perecerá de hambre.

Esa última frase muy decidora de la mano de Dios invisible que se estaba manifestando a través de las acciones de José, era evidente la guía y dirección del Señor en la mente y el corazón de José para que pudiese atreverse a aconsejar una situación de esa naturaleza al hombre más poderoso del mundo de ese entonces y el país no perecerá de hambre. El país no perecerá de hambre, pero en la mente de Dios estaba el hecho de que la familia de José no perecerá de hambre. Hasta ese momento José probablemente no tenía idea de lo que iba a venir posteriormente, pero había sido guiado por el Señor en todo ese proceso hasta llegar aquí para precisamente eso, para evitar que la familia de José, que era aquella que Dios había escogido para traer la simiente santa, no pereciera de hambre.

El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, dice también el Señor, colocó en el corazón de Faraón aceptar aquel consejo tan oportuno y sabio de parte de José y dijo Faraón a sus siervos, ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este en quien esté el Espíritu de Dios? Este hombre pagano que no conocía al Señor verdadero, que adoraban a diferentes dioses como ocurría en Egipto, como ocurría también en Roma, como ocurría en Grecia, como ocurría también en Medo-Persa, para solamente mencionar algunos de los imperios más importantes del mundo antiguo.

Obviamente este hombre estaba tan impactado por la sabiduría y el conocimiento de José que en realidad entendió que este Dios, el Dios de José, debía haber sido o debía ser un Dios poderoso y sabio y por eso es que dice esto delante de toda su corte, ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este en quien esté el Espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José, pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.

Era la expresión de la sabiduría de Dios en ese momento José en medio de la situación que estaba viviendo Faraón y su casa y entonces viene la elevación al lugar de preeminencia, tú estarás sobre mi casa y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo, solamente en el trono seré yo mayor que tú. Dijo además Faraón a José, aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, esto es maravilloso, esto es algo expresivo en cuanto a lo que hizo Faraón y que mostró la autoridad que le concedió a José de una manera tremenda, que es lo que era el anillo de su mano.