#25🦇LA MALDICIÓN DE LOS VON CARSTEIN🦇 - La Espada Sedienta -Warhammer Fantasy [Sistema Black Sword Hack] 257216

Y volvemos al interior de ese templo o lo que antaño fue una iglesia de Sigmar que ahora es una de esas criptas están repartidas por todo Silvania vemos esas columnas negras que sujetan la estructura que aún se mantiene a pesar de el paso del tiempo prácticamente intacta vemos esas vidrieras por las que se cuela la poca iluminación que baña esta tierra de los muertos esas vidrieras con tonos rojos que hace que parezca que el interior está bañado en sangre vemos esas tumbas marmóleas en las que parece que hay tallado un símbolo todas iguales todas con las mismas dimensiones colocadas en diagonal respecto a las líneas de la estructura a sus laterales como si os ofreciesen un camino que seguir y ese tono rojizo y oscuro que baña el interior las tripas de este edificio donde ahora os encontráis cambia a un tono más vivo más anaranjado cuando esas lámparas de aceite esas antorchas que hay en los laterales en las paredes de esta estructura se prenden como por arte de magia de momento sólo son cuatro la habitación es bastante alargada y esa iluminación os permite ver el final esa pared del fondo donde hay otro gran símbolo grabado prácticamente ocupa toda la dimensión de la pared desde el suelo hasta el techo también de piedra y podéis ver perfectamente que es el mismo símbolo que tienen estas lápidas podéis ver ese escudo de armas muy parecido al que habíais visto en los caballeros sangrientos que envió Manfred para aniquilaros pero en su interior no se ve ese murciélago, ese vampiro sino que lo que se ve es un majestuoso dragón y justo delante de ese símbolo que tenéis en la pared otra lápida más igual que el resto a simple vista parece que como si hiciese las veces de una especie de altar seguramente en esa posición fue donde algún día se encontró un altar y algún día hace tiempo la gente venía aquí a implorar al todopoderoso Sigmar que les ayudase aunque parece que desde hace mucho tiempo la luz de Sigmar no baña estas tierras y ahí os encontráis, cerrasteis esas pesadas puertas de la abadía esas puertas de hierro, oyendo una especie de chidinho