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La periodista y cómica Marina Lobo ha visitado el programa EgunON Magazine de Radio Popular–Herri...
La periodista y cómica Marina Lobo ha visitado el programa EgunON Magazine de Radio Popular–Herri Irratia, donde ha dado a conocer su ópera prima, La mejor empleada del mundo, una ficción que bebe de su propia biografía para denunciar la precariedad laboral que lastra a varias generaciones.
Retrato de la precariedad
"Durante años he tenido que mirar si tenía dinero en la tarjeta antes de ir al súper", ha confesado Lobo al explicar el origen de la novela, escrita desde la vivencia de los empleos mal pagados que ha compatibilizado en Madrid y otros rincones del Estado. Pese a su presencia en medios como Público, Cadena SER o La 2, la autora ha itido que «ni de lejos puedo ahorrar para la entrada de un piso».
Una protagonista muy cercana
La obra ha fijado su mirada en Carla, «una treintañera que vive en un piso compartido y trabaja de dependienta», un alter ego que ha bebido de las propias experiencias de Lobo tras años en tiendas de ropa y bares mientras estudiaba en la universidad.
El almacén, inframundo de la tienda
Entre las escenas más celebradas, la escritora ha destacado el «subsuelo» donde la protagonista es castigada: "el auténtico inframundo del comercio", ha dicho entre risas. Ese escenario, y la propia tienda, sirven para visibilizar la doble carga que soportan muchas trabajadoras: largas horas de pie y la obligación de mantener la sonrisa ante clientes abusivos.
Humor contra bulos y odio
Fiel a su estilo, Marina Lobo ha recordado que utiliza el humor como arma frente a los bulos y la desinformación que circulan en redes y en ciertos medios: "Tenemos ya una sección en “Hora Veintipico” llamada porno periodismo para desmontar titulares engañosos", ha señalado. Además, la novela ha introducido personajes como "la heredera" o "el conspiranoico" para mostrar cómo esos discursos se cuelan en el día a día laboral.
Generación Millennial: crisis y resiliencia
La autora ha subrayado que su generación y la Z "nos hemos apoyado en el humor ácido para levantarnos de la cama" tras encadenar crisis económicas, pandemias y alquileres imposibles. Su narrativa ha convertido esa rabia colectiva en una comedia ácida que, a la vez, invita a la empatía con quienes siguen buscando un futuro digno.