1 de junio 2025 - Homilía de 10h - Don Alberto 5h1k50

Conclusión del Santo Evangelio según San Lucas. En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos.

Así está escrito, el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre. Vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que viene de lo alto. Y los sacó hasta cerca de Betania, y levantando sus manos los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría. Y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios. Palabra del Señor.

La ascensión de Jesús al cielo sucede 40 días después de su resurrección. Por eso tradicionalmente se celebraba en jueves, el jueves pasado, que es justo cuando se cumplen 40 días de la pascua. De hecho, los que sois un poco más mayores recordaréis aquel dicho que decía algo así como «hay tres jueves en el año que relucen más que el sol, jueves santo, Corpus Christi y el día de la ascensión». Muchos os acordáis.

Efectivamente, eran jueves, pero para poder celebrarlo con toda la Iglesia, con todas las personas, con todos los fieles que acudieron a la Eucaristía los domingos, pues se pasó al domingo después de ese jueves, es decir, tal día como hoy. Y en esta fiesta puede surgir un poco la tentación de decir que qué pena que Jesús subiese al cielo, porque en cierto modo dejamos de verle. Después de resucitar, Jesús se aparece a los apóstoles en diversas ocasiones, a los de Maús, a los que están encerrados en el Cenáculo y se les aparece diciendo «paz a vosotros» a la orilla del lago Genesaret, ¿no?, con la pesca milagrosa y prepara para ellos unas brasas.

Jesús se aparece durante 40 días a los apóstoles, a los discípulos, y 40 días después, como digo, pues sube al cielo y parece que su presencia como que desaparece en cierto modo entre nosotros, ¿no? Dice el libro de los hechos de los apóstoles que cuando Jesús subía al cielo una nube se lo quitó de la vista y estaban todos mirando al cielo cuando un ángel se les presentó diciendo «¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?», ¿no?, como que hay cierta ignoranza de la presencia de Jesús. ¿Os imagináis que Jesús siguiese vivo, resucitado, con su presencia aquí en la tierra? Bueno, pues esto también se lo preguntaban y esto también se lo planteaban los cristianos de los primeros siglos, ¿no?, por qué Jesús sube al cielo y por qué en cierto modo como que parece que nos abandona. Y para dar respuesta a esta pregunta os voy a leer un pequeño texto, una pequeña homilia del papa San León Magno.

El papa San León Magno es el primer papa que toma el nombre de león, es un papa del siglo V, su pontificado es entre el 440 y el 461, y, bueno, como nuestro papa ahora es también sucesor de este león se llama como el papa León Magno es el papa León XIV, pues os he traído un pequeño texto del papa León Magno, estamos en el siglo V. El papa San León Magno es el primer papa del que se conservan sus homilías, del que tenemos los escritos de lo que predicaba él a sus fieles de la Iglesia de Roma. Pues dice el papa San León Magno en esta fiesta de la Ascensión, imaginaos allí, pues en Roma, con los fieles de la Iglesia de Roma, que se decían, pero, bueno, ¿y por qué Jesús no está ya entre nosotros, no? Y les dice así todas las cosas referentes a nuestro Redentor, que antes eran visibles, han pasado a ser ritos sacramentales, y para que nuestra fe fuese más firme y valiosa, la visión ha sido sustituida por la vida.