147. Alcione de Marin Marais. Antífonas de Hildegarda von Bingen. 1q6xl

¿Escucháis? Es Oír y Callar, en Eñe Radio.

Hola a todas y a todos. Aquí estamos. Una nueva entrega de música clásica en Eñe Radio.

Es decir, estamos en un nuevo rato de música clásica.

Estamos en un nuevo episodio de Oír y Callar.

Así que bienvenidos y bienvenidas seáis todos.

Saludos de Julia desde la Mesa de Sonido y saludos de Fernando en el micrófono.

Vamos a empezar una nueva sugerencia de música clásica y como siempre por la música escrita por mujeres.

Y hoy nos vamos a ir muy atrás en la historia.

Nos vamos a recordar a una de las mujeres que ya hemos conocido a lo largo de nuestros programas y que es la compositora más antigua de las que hemos hablado en nuestro programa.

Vamos a hablar de Hildegard von Bingen.

Hildegard von Bingen, vamos a recordarlo, fue esta mujer monja que vivió entre los años de 1098 a 1179.

Fijaros ya, una añada.

Esta monja veguina que ya conocimos sus músicas en alguno de nuestros programas, vamos a recordarla hoy también con dos canciones o dos antífonas que os voy a pasar a presentar.

La primera de ellas está relacionada con Santa Úrsula y para ello vamos a contaros también un poco en qué consiste esto de Santa Úrsula.

Voy a contaros una pequeña historia que lo resume.

Úrsula de Colonia fue una legendaria doncella cristiana romano-británica, para más señas, aunque en otras fuentes era una princesa hija del rey Dionutus, martirizada en el siglo IV junto a un grupo de jóvenes doncellas en Colonia, que protagoniza una leyenda medieval que gira en torno a Atila, el rey de los Hunos.

Permanecen en el martirologio romano y su fiesta se celebra el día 21 de octubre.

Bueno, y ahora voy con la leyenda, que fue muy extendida en la Edad Media.

Una joven llamada Úrsula se convirtió al cristianismo prometiendo guardar su virginidad.

Como fue pretendida por el príncipe celta galés de nombre Hereo, que es el mismísimo Conal Meridedac el que hizo la fundación de Bretaña, bueno, dejamos el paréntesis, decidió realizar una peregrinación a Roma y así lograr la consagración de sus votos.

En Roma fue recibida por el papa Siricio, que la bendijo y consagró con sus votos la virginidad perpetua para dedicarse a la predicación del Evangelio.

Al regresar a Alemania fue sorprendida en Colonia por el ataque de los Hunos en el año 451.

Atila, rey de este pueblo, se enamoró de ella, pero la joven se resistió porque ya había hecho los votos delante del papa.

Bueno, pues como se resistió junto a otras doncellas que se negaron a entregarse a los apetitos sexuales de estos bárbaros, fue martirizada tanto Úrsula como todas las doncellas que iban con ella.

Bueno, a este hecho y a esta leyenda medieval se le llama pues eso, el martirologio de Santa Úrsula y las once mil vírgenes de Colonia.

Para recordar un poco todo esto, Hildegard von Bingen ha escrito, escribió, mejor dicho, una antífona cuyo título es Orror Sanguinis y la letra de esta antífona dice así Oh rojosangre, que fluida desde esta altura que la divinidad ha tocado, una flor eres en el invierno con el soplo de la serpiente nunca estropeado.

Bueno, este es el texto que Hildegard von Bingen puso para recordar este martirologio y ahora vamos a oír la música que escribió para ello.