
Descripción de 18 - ¡Pero cómo! ¿Otra vez aquí? 356q6a
Guipúzcoa. A pesar de que en bicicleta debería avanzar más rápido que una persona a pie, en esta parte del Camino, el ritmo de ambos medios de locomoción son parecidos. Más personajes curiosos que hacen REÍR a nuestro viajero. Albergues de otra época y un idioma EXTRAÑO el que hablan las gentes de esta tierra. Si te flipa LEER. ¿A qué esperas? Libro en papel y/o formato electrónico en: biciruling.com La aventura continúa.💙 Para todo lo demás, biterkás. 246i1c
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Capítulo dieciocho otra vez aquí siguiendo la costumbre de quedarme solo en el albergue por las mañanas a las ocho solo quedábamos el encargado y yo todavía era de noche cuando el resto de peregrinos había emprendido la marcha a la luz de sus linternas algo impensable para mi cuerpo de sueño apacible y poco madrugador levantarme sin ver la luz del día anda ya y además poco seguro para un ciclista sin faros aparte de la costumbre de ser el último en salir volvía a familiarizarme con las señales amarillas del camino y las rabietas de los perros cada vez que pasaba por delante de una finca una cosa buena del camino de santiago o no según se mire es que no tienes que preocuparte mucho por la ruta el camino francés te guía automáticamente sin ayuda de mapa porque encuentra señales hasta debajo de las piedras el camino del norte es menos transitado y cuando yo lo recorrí aún estaba poco señalizado sobre todo en la parte de euskadi donde era muy fácil perderse llevaba conmigo una guía con descripciones claras de los relieves distancias y puntos de paso de cada etapa además de las indicaciones de los tramos no aptos para ciclistas la etapa de ese día mostraba un perfil exigente de serrucho así que pensé tomarme la jornada con tranquilidad y no alargarla demasiado hasta acostumbrarme aquel duro rompepiernas por el camino me fui reencontrando con mis madrugadores compañeros entre ellos julián un señor de aranda de duero que caminaba un ritmo trepidante en ese tramo sufrir alguna caída estúpida de vida mi torpeza con los cala pies no era la primera vez ya me había pasado en aragón donde llegué a caerme incluso parado como un árbol cerrado afortunadamente por entonces aún eran pocos los que tenían cámara de video en el móvil sino mi caída ya estarían algún canal de youtube dedicado a los torpes para prevenir este tipo de caídas había instalado pedales de doble cara es decir que un lado del pedal tiene el enganche para la zapatilla y el otro es plano por tanto decidió utilizar el lado plano en los caminos y el otro en la carretera si me tenía que caer al menos que fuera por una causa más digna debido a la confusión en la ruta la altura de orio me metí sin querer en una zona portuaria sin salida donde había un pedrusco enorme de color amarillo y con agujeros que tuve que tocar con la palma de la mano para constatar que realmente era una piedra y non queso gruyere el otro raúl en seguida hizo uno de sus comentarios siempre pensando en comida retome el camino montaña arriba para después bajar despacio por una pronunciada pista rural rodeada de verdes prados hasta la villa de zarautz sentado al final del paseo marítimo me quedé en ese estado de evasión profunda que transmite el mar de esa playa surfera cuando una pareja que paseaba por allí me pidió hacerles una foto tras hacerse la y devolverle la cámara me di la vuelta y vino el susto tranquila había desaparecido de mi vista el viento le había dado un empujón y estaba tres metros más abajo tirada sobre la arena con todo el equipaje desperdigados pero será posible te has hecho daño le dije en voz alta mientras comprobaba que todo estuviera en orden á afortunadamente todo quedó en un susto y no se rompió nada a la entrada de guetaria tres bicicletas cargadas hasta los topes se apoyaban sobre la pared de una atalaya por fin unos cicloviajeros uno de ellos era francés se iba camino de irún con la intención de tomar después el camino francés los otros dos eran una encantadora pareja de alemanes que venían desde su país con una burrada de km en las piernas estaban muy felices de encontrarse en españa sonreían todo el rato y él no hacía más que darle achuchones a ella emocionado diciéndole en inglés estamos en españa en bicicleta estaban acostumbrados a acampar y como las playas de aquí estaba prohibido parecían un poco desconcertados no pude ayudarles mucho en ello pues soy inexperto total no obstante creo que tanto a ellos como a mí aquel encuentro nos reconfortó enormemente y cada uno emprendió su camino mas animal mi plan era alojarme en el albergue de zumaya pero como no abría hasta las cuatro de la tarde alargué la ruta dando un rodeo por el precioso barrio de skid row aun así llegué a las tres para hacer un poco más de tiempo me relajé en un bar cercano donde me zampé un sabroso pincho de tortilla y una cerveza para no variar el albergue era un antiguo convento de monjas de clausura que conservaba su aspecto original paredes repletas de pinturas religiosas la cocina los baños el lavadero todo seguía igual sólo faltaban las monjas en una sala grande el antiguo comedor el hospitalero nos atendía a los recién llegados y en un mapa de bolsillo nos explicaba el siguiente tramo del camino
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