240. La Ruina (con Nacho Vigalondo) 1q4t2p

La ruina con Ignasio Daltavull y Tomás Fuentes.

Ignasio Daltavull, buenas noches. Mira, mira, mira.

Público espectacular.

Público espectacular.

No tengo palabras.

Estamos muy felices de estar aquí en Shishun todo el fin de semana.

Estamos pudiendo visitar la ciudad, que el año pasado solo estuvimos un día.

Y ya anunciamos la temporada que viene.

Laruinashow.com.

Volveremos a Gijón, estaremos aquí.

Espero que nos acompañéis.

Laruinashow.com.

Ya tenéis entradas de la gira de la temporada que viene.

Y a lo mejor podemos estar por aquí disfrutando de un kaikukafelate, por ejemplo.

Por ejemplo, un kaikukafelate.

Claro, café frío y listo para tomar.

Frío como tú y listo como yo.

Bueno, y con leche como… Bueno, tiene muchas variedades.

Sí, hombre.

Dime, dime, dime cuál te va bien.

Mira, te puedo decir, por ejemplo, espresso.

Muy bien.

Te puedo decir vainilla, con vainilla.

Ya hemos pasado al vainilla directamente.

No, porque estoy haciendo… Está el cappuccino.

Sí, sí, sí, sí.

Y un montón más.

Y el límite es vuestra imaginación.

Exactamente, tienen un montón.

Y el ganador o ganadora de La Ruina hoy se va a llevar un lote de productos kaikukafelate.

O sea que, buen aplauso a nuestro patrocinador de hoy.

Vamos a empezar el show.

Hoy tenemos un invitado que repite.

Es repetidor.

Es repetidor.

Él es director de cine.

Está presentando su nueva película.

Por favor, un aplauso para Nacho Vigalondo.

Nacho.

Gracias por volver.

Gracias, Nacho.

Muchísimas gracias.

Ha sido muy bonito porque llevamos una hora hablando.

Me ha saludado y dice ¿qué tal? Sigo bien.

Como un acto reflejo.

¿Qué tal? Sigo bien, sigo bien.

Tan majo, tío.

¿Cómo estás? ¿Qué tal? Bien.

Muy contento de estar aquí con nosotros de nuevo.

La última vez te dejamos.

Como que habías venido con patinete.

Que no sabíamos si te iban a cobrar un montón de pasta para la gente.

Esto está bien.

Estoy mucho más tranquilo que la otra vez.

No te lo han cobrado y tal.

Y hoy me obligo a ser capaz de disfrutar de estos tres privilegios.

¿Tres privilegios? Venir a Veros.

Venir a La Ruina.

Y venir a Gijón.

Sí, señor.

O sea, toda la cosita bonita de qué tal, qué tal, la acabo de matar.

No, pero está bien, está bien.

Ha sonado a Ana Obregón haciendo un… Sí, lo más falso y lo más… No, pero es verdad, pero es verdad.

Me encanta, es una cosa que… Hombre, es una quiebra cómoda, la verdad.

La salsa racina, el globo… Sí, sí, me encanta.

¿El qué? ¿Has dicho? ¿El globo? O sea, el globo, el restaurante.

Ah, vale, pensaba que era los repartidores.

Y yo digo, hombre, tío, el globo… Oye, en Gijón tenéis un servicio de repartidores.

¿De riders? Qué bien va el globo aquí.

Qué bien va el globo aquí.

Sí, sí, hostia.

Oye, ¿tienes alguna ruinita más que contarnos? He estado pensando en quizá la que más palo me da contar.

Esa es la buena, esa es la buena.

Sí, sí, sí.

Porque no sé si es del todo legal que cuente lo que voy a contar ahora.

Es perfecto, lo hemos encontrado.

Es esa.

Se imbrica directamente en mi experiencia como director de cine.

No dirigiendo películas, ya me gustaría a mí que todas mis anécdotas vinieran de ahí, sino en los despachitos.

Ah, ole, ole.

Claro, en una época en la que yo, para demostrar que yo quería hacer algo, pues tenía que sudar muchísimo.

Y después de un año de esfuerzo, igual después de pasar por varias reuniones en Los Ángeles, viajes pagados por mí de Madrid y de vuelta, en el puente aéreo.

O sea, que después de mucho picar piedra, pues que después de cinco reuniones, la última sea un señor que te diga, y esto es completamente cierto, ¿tú eres amigo de Penélope Cruz? Vale, vale.

Como que nos conocemos todos, aquí todos somos amigos de Penélope Cruz.

En ese momento igual pude decir que sí, no lo sé.

La anécdota sería otra.

Sí, sí.

Estaría Penélope aquí explicando su ruido.

Estaría ella.

Y dije, no, bueno, la he visto igual en el Festival de Málaga, yo he pensado, ¿qué estás diciendo? La he visto de lejos, ¿no? Un día me la conocí por la calle, creo.

Nos seguimos en Twitter.

Bueno, amigo, esa palabra, y pensando para mí, adentro, es ni conocido.

No, no.

La palabra es no.

¿Cuántas sílabas?