26x5. Cuento: El Rey Viento y la princesa (República de Tartaristán) 6a412k

Hola, muy buenas, bienvenidos al programa número 26 o vigésimo sexto de la quinta temporada del podcast, tu podcast, cuentos del derecho y del revés, Dentro Música.

Llegamos hoy al programa 26, pero no a cualquier programa 26, al programa 26 de la quinta temporada, es decir, es el quinto programa 26 que hacemos, bueno, que no sé si me estoy liando, el caso es que estamos en el programa 26 de la quinta temporada. ¿Quién lo iba a decir? Yo, yo lo iba a decir, Guglielmini.

Burete, por favor, ¿podrías esperar a que te presente? Claro, claro que puedo esperar, tranquilo, venga, adelante, ¡presentame! Aprovechamos esta magnífica ocasión para presentar, bueno, presentar no, porque ya se le conoce. Aprovechamos esta ocasión para dar la bienvenida a este programa a nuestra querida Nati Kismikis.

Pero, ¿no me iba a presentar a mí? A ver, a ver, Burete, te he dicho, espérate a que te presente, pero no te he dicho que fuera a presentarte ahora, enseguida. Ah, vale, sí, venga.

Claro, no, no, no, visto así no te falta razón.

Hola, amigos y amigas, ¿qué tal estáis? ¿Seguro que bien? ¿Seguro? Y estoy segurísima que tenéis tantas ganas de cuentos como yo.

¿Puedes estar seguro de ello, Nati? ¿Puedes estar segura? Es lo que acaba de decir Julián Iní, que está segura.

Burete, por favor, ¿puedes esperar a que te presente? Claro, claro que puedo esperar, adelante, ¡presentame! Abrimos ahora de par en par los brazos para recibir como se merece a nuestro queridísimo, ahí voy yo, ahí voy yo, ¡Perro Parkinson! Eh, oye, Julián Iní, tú me estás tomando el pelo, ¿verdad, no? Claro que sí, Burete, claro que sí, pero si sabes, sabes que es una broma.

Ah, vale, vale, vale, entonces voy. ¡Hola! No, no, no, espera, espera, espera, que tienes que saludar Parkinson primero porque lo hemos presentado.

No te digo yo, madre mía, lo que tengo que aguantar.

¡Hola, hola, hola, hola! Un enorme saludo para todos nuestros amigos y amigas. Otra semana más delante de los micrófonos para hacer otro programita apañado.

Bueno, ya he saludado también a Parkinson, ¿eh? Ahora es mi turno, ¡presentame! Pues muy bien, en el programa de hoy vamos a viajar hasta un país a lomo de los cuentos en el que...

¿Burete? ¿Dónde vas? ¿Burete? ¿Burete vuelve? ¡Es una broma! ¿Ya se ha enfadado? ¡Claro, ya se ha enfadado! ¡Sorpresa! ¿Te lo habías creído, Juliarini, eh? ¿Pensabas que me había enfadado, eh? Ahora el que ha caído en la broma eres tú.

Anda, anda, anda, Burete, entra en casa y déjate de tonterías que voy a presentarte como es debido.

No, señor, no. Ahora me voy a presentar yo. Me doy la bienvenida a mí mismo.

Bienvenido yo, Burete. Hola, ¿qué tal? Gracias a mí mismo por recibirme y gracias a los amigos y amigas que nos estáis escuchando.

Estamos ya en paz, Juliarini. Broma por broma. Estamos en paz, estamos en paz.

Pero que no se crea nadie, que nos enfadamos de verdad, que esto es una broma, que luego la gente piensa, madre mía, Burete y Juliarini se han enfadado.

No, tranquilos, que seguro que nadie piensa eso, hombre.

Y ahora además puedes terminar la frase que estabas diciendo antes, que hoy los cuentos nos llevan hasta...

Pues nos vamos a ir hasta un lugar por primera vez.

Eso está genial siempre, eso a mí me gusta mucho. ¿Dónde es? Tartaristán.

Una tarta de pan.

Vamos a ver, Juliarini, ¿tú crees que es momento este que estamos haciendo el porca de pensar en comer? No, no estoy pensando en comer. He dicho que nos vamos hoy hasta la República de Tartaristán.

Pues ¿me creerías si te digo, Juliarini, que creo que es la primera vez que lo escucho? Te creo, te creo, te creo. ¿Sabes por qué? Porque hay razones que explican perfectamente que no hayas escuchado nunca hablar de esta república.

Pues cuéntanos esos motivos, esas razones.

Pues mira, vamos a hacer una cosa mejor. Vamos a dejar que Nati dé sus diez datos y si cuando ella acabe todavía hay cosas que aclarar, pues las aclararemos.

Vale.