3+1 | ¡NUESTROS PREMIOS DE LA TEMPORADA NBA! Adivinar el jugador, Top-3 consejos a Calde… | 2x21 5a543n

¿Qué tal, amigos de 3más1? ¿Cómo estamos? Bienvenidos una semana más a vuestro podcast de confianza.

Hoy una semana… Bueno, esta una semana un poco especial porque hemos perdido en combate a uno de los soldados, hemos perdido a Alfideo, que está en su casa con una gastronteritis terrible, vamos a decirlo todo.

¿Qué tal, Antoni? ¿Qué tal, José? ¿Cómo estáis? Muy bien, muy bien. Nosotros muy bien, claro.

Sí, sí.

No habéis tenido vosotros este tipo de… En el contraste, no.

De momento, bien. Estáis aguantando este año.

Tú tampoco, Carlos. No, todo bien, sin problema.

De momento, aguantamos. Vamos a ver, hay que seguir así.

Bueno, pues vamos a intentar que el barco siga a flote.

Le mandamos un abrazo enorme a José, que se recupere lo antes posible, que lo necesitamos de vuelta.

Mientras, vamos a empezar con un programa muy fresco, que empieza de una manera más fresca imposible, que con esta pregunta cotidiana para Antoni Daimiel, que tiene que ver con el carnaval.

La pregunta es la siguiente, la hace Santi para Daimiel.

Si está a favor o no de disfrazarse en carnaval y si se ha disfrazado, ¿cuál es el disfraz que más juego dio? Eh… A ver, estoy… bastante a favor de disfrazarme o que la gente se disfrace en carnaval, porque es casi el único momento en el que veo justificable disfrazarse. Hoy en día, la gente se disfraza en cualquier fecha y por cualquier motivo. Ya, ya.

Y, en realidad, es carnaval lo auténtico y lo original.

Yo tengo tantos años que mis primeros años de vida, y en alguno tengo todavía algún lejano, muy lejano y breve recuerdo, estaba prohibido el carnaval. Fíjate.

Entonces, yo nací en Ciudad Real, con cuatro años me fui a Valladolid, pero con tres o cuatro años antes de irnos a Valladolid, había un pueblo en Ciudad Real donde, digamos, que las ordenanzas permitían, por tradición, que se siguiera haciendo algo parecido, no total libertad para el carnaval, pero sí algo que tuviera que ver.

Y entonces la gente iba, claro, como algo prohibido, iba a verlo ahí y recuerdo, tengo algún recuerdo de niño de eso.

Entonces, ¿qué ha ocurrido? Que luego el resto de conmemoraciones, fiestas, pues se han apuntado a lo del disfraz, ¿no? Entonces ya ves gente disfrazada, por supuesto, Halloween, fiestas de Nochevieja, cumpleaños, bueno, todo, todo.

Entonces, sí, carnaval sí, y yo no me he disfrazado mucho, pero...

No sé, es que de adulto he sido muy discreto cuando me he tenido que disfrazar.

He querido pasar desapercibido con el disfraz.

Que fuera muy al uso, muy común, no llamar la atención, que se hablara de otros disfraces.

Entonces, claro, no tengo un recuerdo. De niño, sí...

De niño sí me he disfrazado así en fiestas y tal, pero...

No sé, no sé. Una vez me puse como...

Bueno, fíjate lo que era entonces, ¿no? Como de mariachi o... ¡Ah, fíjate! Sí, así con unos bigotes, un sombrero, una guitarra, un traje así de...

Pero no, no he querido llamar la atención con los disfraces.

Ya. Solo carnaval, por favor.

Solo carnaval y sin llamar la atención.

Karle, ¿tú has tenido alguna experiencia con los disfraces? Sí, últimamente más en Halloween que en carnaval.

Es verdad. Pero sí que es verdad que lo que recuerdo es eso.

Yo recuerdo mi época de niñez en Villanueva la Serena y las típicas carrozas del colegio y demás.

O sea, que el colegio hacía y salías con el tractor delante y tal.

Y iba cambiando, depende de lo que las madres decidían en aquel momento.

Pero sí, sí que recuerdo el haberme disfrazado bastante cuando era niño.

A partir de ahí, poco.

Pero más que nada porque no he tenido mucho tiempo de disfrutar del carnaval.

Siempre eran fiestas y cuando eran más pequeños o había concentraciones o había torneos o había...

Yo, con el baloncesto, me ha quitado muchas fiestas tradicionales.

Vaya titular ¿eh? El baloncesto me ha quitado fiestas en la vida.

Es verdad. Toda época de vacaciones, de cosas chulas, yo me iba... Había un torneo en algún sitio, había concentración de no sé qué, siempre estaba fuera.

No podía disfrutar tanto como con mis amigos, por supuesto.