38 Educación y e-learning 6g13m

La Escuela Viva de Periodismo presenta Ingeniería de Prompts para Inteligencia Artificial, módulo 8, casos de uso por industria. ¡Hola, hola! ¡Qué alegría volver a encontrarnos en esta nueva clase del curso de Ingeniería de Prompts! Y hoy te quiero invitar a pensar conmigo desde un lugar muy especial, el aula. Ya sea un aula física, un aula virtual, una sala de Zoom, un curso en línea como este, una tutoría individual, una escuela, una universidad, una plataforma de e-learning o incluso una conversación entre una persona que sabe algo y otra que quiere aprender.

Hoy vamos a hablar de educación, de aprendizaje, de enseñanza y de cómo la inteligencia artificial, cuando es guiada por buenos prompts, puede convertirse en una aliada increíble para transformar todo eso. Y no, no vamos a hablar de sustituir a los docentes por máquinas ni de automatizar lo humano. No, nada de eso. Vamos a hablar de cómo podemos usar los modelos de lenguaje para amplificar la pedagogía, personalizar el aprendizaje, ahorrar tiempo en tareas repetitivas y liberar a quienes enseñan para que puedan hacer lo que mejor saben hacer, acompañar procesos humanos de crecimiento.

Empezamos. Vamos con una idea clave. La educación no es transmisión de datos, es relación, es contexto, es emoción, lenguaje, repetición, práctica, diálogo, ajuste, cuidado. Y si eso es cierto, y lo es, entonces la IA no puede ni debe reemplazar a un educador. Pero sí puede ser un asistente, un apoyo, un generador de recursos, un facilitador.

Y todo eso sólo es posible si sabemos hablarle bien, si sabemos diseñar prompts con intención pedagógica, si convertimos nuestras necesidades educativas en instrucciones claras para que la IA nos devuelva contenido útil, adaptado, estructurado y motivador. Eso es lo que venimos a aprender hoy. Vamos a estructurar esta clase como un paseo por distintos roles y momentos educativos donde la inteligencia artificial guiada por prompts bien diseñados puede aportar valor. Y lo haremos sin tecnicismos, con ejemplos y, por supuesto, con mucha pedagogía.

Nuestra primera parada consiste en el rol del docente. Un profesor o profesora pasa muchas horas cada semana planificando clases, preparando materiales, corrigiendo tareas, redactando comentarios, adaptando contenidos para estudiantes distintos y muchas veces lo hace en soledad, con poco tiempo, con exceso de carga istrativa.

Aquí la IA puede ser una especie de asistente pedagógico que nos ayude a quitar peso operativo y a sumar tiempo para lo humano. Por ejemplo, diseña una actividad práctica de 30 minutos para trabajar la comprensión lectora con estudiantes de 12 años a partir de un cuento breve. Incluye instrucciones para el docente, materiales necesarios y una propuesta de cierre.

La IA devuelve una propuesta base, el docente la revisa, la adapta, la mejora, pero ya no parte de cero, parte con impulso. Fíjate otro ejemplo. Le podemos decir, genera una rúbrica sencilla de evaluación para un trabajo escrito sobre mitología griega, nivel de secundaria, que tenga tres criterios, contenido, estructura y presentación.

Y ahí tienes una base editable lista para usar o modificar. Este tipo de tareas se repiten una y otra vez en educación y la IA puede hacerlas más llevaderas. Pero claro, sólo si el prompt está bien formulado, sólo si sé pedir lo que necesito, para quién, en qué contexto y con qué estilo. Ahí entra la ingeniería de prompts como herramienta.