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Castellón. Lo bueno de viajar en bicicleta es que uno observa, escucha y huele el paisaje que le rodea. Es inevitable. Y de eso se aprende un huevo, si uno permanece atento a cómo se muestra la naturaleza. Nuestro viajero así lo advirtió. ------- Si te flipa LEER. Libro en papel y/o formato electrónico en: biciruling.com La aventura continúa.💙 Para todo lo demás, biterkás. 1o2s39
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Capítulo cuarenta y siete gaviotas meteorólogos otro día soleado en la costa castellonense seguí la carretera más próxima al mar exenta de coches en esa época del año aunque transcurría entre subidas y bajadas la prefería la angustiosa carretera nacional traspasar oropesa y fiel a mi empeño por eludir la compañía de coches y camiones cine por jugar a los caminos campesinos que aparecían dibujando en mi gps como una cuadrícula laberíntica primero el camino de la tal después el camino del marqués y después otro y otro siempre hacia el norte y siempre perfumado por el agradable o de naranja de los cientos de naranjos que decoraban el paisaje me interesaba llegar alcocebre no por capricho ni interés turístico sino porque josema un amigo de alberto me había informado de la existencia de un camino de tierra paralelo al sendero noventa y dos que conectaba alcossebre con peñíscola siguiendo la línea de la costa así me lo confirmaron también en la oficina de turismo la ruta tiene unos catorce kilómetros de los cuales los cuatro primeros pertenecen alcossebre y el resto a peñíscola pero claro en vez de hacer un único folleto informativo de la ruta completa cada pueblo tiene el suyo y que para colmo informaba solamente de su tramo así que me vi saliendo de alcossebre con la incertidumbre de que me encontraría más allá de la frontera municipal las indicaciones de la pequeña guía eran muy simples recorrer todo el paseo marítimo y al final enlazar con un camino de tierra pero justo antes de tomar aquel camino me llamó la atención un grupo de gaviotas que se habían reunido en la arena de la playa junto a una gran balsa de agua salada ninguna alzaba el vuelo o lo hacía sin alejarse apenas de las otras recordé vagamente haber leído que cuando las gaviotas actuaban de esa manera era porque presentían lluvia pero el cielo estaba despejado en ese momento sería verdad lo que se decía de esas aves marinas o era sólo una leyenda fue relativamente sencillo recorrer esa gran reserva de vegetación mediterránea que hace el parque natural sierra de irta más o menos a mitad de camino una atalaya miraba el mar desde lo alto con nostalgia de tiempos pasados cuando defendía la costa de las invasiones piratas desde allí se divisaba ya el castillo del papa luna que se elegían lo alto de la colina peninsular de la costa de peñíscola adonde no tarda en llegar el paseo marítimo de peñíscola estaba desierto salvo por la presencia de un senegalés que mostraba el arte de su país sobre una sábana tendida en el suelo y a quien parecía importarle poco la ausencia de posibles clientes para su sorpresa lo saludé con las tres únicas frases en wolof que recordaba de mi viaje a senegal nancy uf cómo estás cali javi cómo va el trabajo y nata lady cómo está la familia el divertido me respondía siempre difícil con su mejor sonrisa al parecer todo le iba estupendamente el hombre hablaba español bastante bien fruto de los catorce años que llevaba residiendo en españa me contó que quería volver a su país cuanto antes pues el negocio de la venta llano iba también estaba cansado de la vida que llevaba y además echaba de menos a su familia porque debido al bajón económico ese año no había podido ir a visitarlo pese a ello se mostraba alegre y decidido a hacer lo que hiciera falta esa actitud es algo que aprendí de la cultura de senegal aunque tengas problemas lo estés pasando mal o te sientas triste no lo transmitas a los demás no les contagies si alguien necesita ayuda la pedirá pero buscar el consuelo ajeno es inútil por eso pase lo que pase los senegaleses siempre responden con un magnífico y una sonrisa poco después en el pueblo de benicarló un francés que montaba en una bicicleta bianchi de carreteras se puso a mi lado en el carril bici y fuimos pedaleando juntos durante un rato la conversación era difícil yo no sabía francés y su español asado era indescifrable por lo que entendí estaba jubilado y se alojaba en un camping con su familia habían venido en autocaravana desde francia a pasar los meses de invierno y en ese momento se dirigía al supermercado a hacer algunas compras yo le hablaba despacio con palabras y frases sencillas yo rápido después llover le advertí no no yo vea no hoy no llover me respondió con su español chapurreando continuamos nuestra destartalada charla hasta el desvío
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