“El cuerpo habla lo que la mente calla: la importancia de parar, respirar y poner límites” 3n3c64

Bueno, continuamos en este batiburrillo y no podía faltar en el día de hoy también esos consejos y remedios que nos deja como siempre la osteópata particular Gorbacho. Y ya la tenemos ahí, al otro lado del teléfono. Muy buenas tardes, María, ¿qué tal? ¿Cómo estamos? Hola, buenas tardes, pues, bien, bien, con ganas de con ganas de no hacer un poquito cansada físicamente de mucha actividad, pero bueno, bien. Bueno, eso arrastramos, arrastramos, ¿verdad, María? Bueno, yo procuro yo me yo me busco el descanso, creo que el descanso cuando el cuerpo da señales es es súper importante prestarle atención porque es que si no pasa factura.

Efectivamente, ¿no? Bueno, precisamente de esas señales creo que vas a continuar hablándonos hoy, ¿no? Y me refiero en relación al último programa que que realizamos, ¿no? Y hoy querías hablar, si mal no recuerdo, sobre el equilibrio, ¿no? Y te digo esas señales porque al final el cuerpo, el cuerpo, perdón, nos envía, ¿no? Esa esas señales, valga la redundancia, diciéndonos, oye, para, ¿no? Y quería preguntarte, no sé, ¿por qué se pueden manifestar, ¿no? Todos esos problemas que a lo mejor venimos arrastrando luego en dolores físicos, llámese, ¿por qué no duele las cervicales o nos dan siáticas o en un momento dado una lumbalquia? Este tipo de cuestiones.

Bueno, pues, se ha enseñado durante muchísimos años que la salud es una lotería, ¿verdad? Sí, claro.

Y se ha enseñado, pues, que es cosa de tener suerte o no tener suerte. Bueno, ¿es verdad? Pongo un porcentaje en el aire de que la vida a veces nos puede sorprender y nos pueden surgir imprevistos. Eso, pues, a veces uno puede, no sé, si hay un terremoto, si hay un accidente, hay ciertas cosas que evidentemente uno no sabe. Pero también es cierto que cuando hay unos buenos hábitos y cuando uno busca con conciencia mental y con conciencia, con conciencia, con conocimiento, fíjate, más bien con conocimiento también se tienen resultados.

Y, de hecho, las personas que hacen ejercicio se sienten diferentes de las personas que tenían un abandono, pues, de una mala alimentación o una ausencia de ejercicios. Cuando lo empiezan a hacer vienen los beneficios, se notan los cambios.

Se notan los cambios, exacto.

Claro, ahora mismo, hace un rato antes, hablando con una persona que, pues, su modo es operandi, hay mucha gente que vive dedicada a trabajo, trabajo, trabajo, trabajo y se olvida de la salud, se olvida de la salud mental. Fíjate que la salud emocional y mental se ha hablado durante muchísimos años, todavía se sigue hablando, pero todavía es mi observación, no es una opinión personal, todavía no hay conciencia de prestar atención, aunque sí hay muchos libros sobre eso, todavía no hay conciencia, o sea, de darse cuenta de auto observarse como uno piensa o como uno tiene determinados hábitos.

Esa es una observación, por ejemplo, cuando una persona tiene ya un ritmo de vida, que la conversación que he tenido esta mañana con esa persona, pues, se olvidaba de, por ejemplo, era de desayunar y salir corriendo al trabajo y no se daba un tiempo, no se daba un tiempo a hacer unos ejercicios, a unas meditaciones, a respiraciones, como consecuencia, la relación, las relaciones, hay personas que piensan, como yo soy buena persona, como tengo buenos sentimientos, como consecuencia, ya todo me tiene que ir bien.

Sí, y no es así, no.

Te explico, o hay personas también que piensan, ay, como yo soy muy buena persona y creo en Dios, pues ya Dios se ocupa y se pegó en las bofetadas.

Yo eso lo veo mucho.

Que piensa ya, pues mis hijos me tienen que querer, mi pareja me tiene que querer.