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Un día me levanto y me percibo más como una mujer.

Plasticidad.

Hoy en día, identificarse con una sola cosa es casi que imposible, ¿no? Deseo.

Al día siguiente me percibo como un hombre.

No hay nada que se note más que una pluma convenida.

Ampliar la dimensión de lo humano.

Al día siguiente me voy a percibir como alguien que no tiene género.

Dos mundos que se articulan y se conectan.

Sí, sí.

Formas inéditas del amor.

De la sexualidad.

Y del cuerpo.

¡Olé, cómo es tron! Soy.

O no soy.

¿Quién soy? Bueno, ¿quién soy yo? Primero, la definición que siempre hacemos, que está basada en nuestras profesiones y en nuestro trabajo.

Yo soy Aaron Seha, cultural de la Universidad de Antioquia y especialista en creatividad de la colegiatura.

Este es como mi perfil profesional hoy en día, pero creo que a mis 34 años puedo decir que soy inconforme.

Creo que desde pequeño yo crecí con los abuelos, así que la mirada que tengo del mundo es muy diferente.

Claro, a los 5 años yo estaba escuchando tangos.

Y recuerdo que en mi infancia solo podía ver tele de Antioquia.

Teníamos un televisor viejo, de estos de caja, a blanco y negro y solo se prendía los fines de semana.

Entonces, como que hoy yo reviso toda esa historia mía de la infancia, de cómo crecí, y entiendo por qué terminé haciendo activismo en temas ecológicos, en temas de comunicación, y los últimos 10 años en temas de VIH.

Y como que todo eso me lleva a decir que quién soy.

Creo que soy un inconforme.

Y como que he estado inconforme con un montón de cosas en la vida que me han llevado a estudiar lo que estudié, que me han llevado a trabajar donde he trabajado y que hoy me tienen trabajando en un tema como el VIH, que es lo que hago hace 10 años.

Ya no me nombro activista.

Hace mucho rato dejé de hacerlo porque simplemente digo como que yo trabajo porque me pagan.

Yo respeto a la gente que le gusta trabajar.

A mí no me gusta trabajar.

Yo quisiera no trabajar.

Afortunadamente ahorita tengo un trabajo que me encanta y me pagan.

Entonces eso para mí es como muy divertido.

Pero creo que soy eso.

Creo que soy una inconformidad resultado de haber crecido con mis abuelos y de entender el mundo de otra manera desde la infancia.

Bueno, yo creo que soy gay.

Hoy ya me lo pregunto a mí mismo, me lo planteo.

Creo que desde muy joven, cuando estaba adolescente, como a los 13, 14 años que empecé en los procesos sociales y comunitarios.

Recuerdo que participé en muchos proyectos donde se hablaba mucho del tema de la identidad.

Estábamos hablando del 2003, 2005, por ahí.

Y en ese momento creo que había todo un debate sobre la construcción de la identidad.

Y había un concepto de la identidad que era bastante inmóvil.

Era una cosa que no se movía.

Y creo que en ese momento entonces yo digo soy gay.

Pero creo que unos años después de pasar por la universidad, de recorrer el mundo, pues como de conocer un montón, ya dije como ay diablo, ¿será que sí soy gay? Y hoy me hago la pregunta.

Porque a veces creo que también encasillarnos en una identidad, en una orientación, en un gusto, es cerrarnos la posibilidad de conocer el mundo.

Y cuando digo conocer el mundo, es como en toda su amplitud.

Yo a manera de chiste con mis amigos y amigas, a veces digo que se están perdiendo los valores.

Y lo digo a manera de chiste cuando conozco, o cuando mis amigos más bien conocen personas queer o pansexuales.

Digo como se están perdiendo los valores a manera de chiste, como de hoy en día, identificarse con una sola cosa es casi que imposible.

Es decir, los jóvenes de hoy en día, a ellos no les importa qué tienes entre las piernas.

Solo le importas como persona, digamos en términos de sostener una relación sexual o mismo relación amorosa.

Digamos que la generación de hoy, eso de la identidad que para nosotros en los años 2000 era súper importante.

Pero bueno, que además, creo que eso que era muy importante de identificarse es lo que hoy permite que las generaciones nuevas o digamos más pequeñas puedan tomar esa decisión.

Es como, tú eres gay. No, no, a mí me gusta la gente.

Y creo que también hay que valorar como es el trabajo que han hecho muchos activistas desde los años 60, 70, que permite que hoy creo que sea un poco más tranquilo vivir la sexualidad y vivir el amor.

Que si soy gay, no sé, yo creo que sí.