Aergi en la Onda. Episodio 5. Isabel, familiar en Rehabilitación 631q6e

Primer lunes de cada mes y precisamente como primer lunes y como cada primer lunes de cada mes abrimos nuestro espacio AERGI, lo recordamos, aergi.es 943 37 42 90 para todas aquellas personas que puedan necesitar pues que alguien les acompañe. Además de hecho vamos a hablar de ese acompañamiento con Isabel Hidalgo, es componente del grupo de familia de AERGI, Alcohólicos en rehabilitación de Guipúzcoa. Lleva en rehabilitación más o menos tres años por lo que me han contado. Trabajados además con verdadero interés y pasión y es hermana de una persona adicta. Isabel, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Hola, buenos días.

Gracias por acercarte, además ha venido a los estudios, cosa que le agradecemos especialmente. ¿Tres años más o menos? Eso es, tres años más o menos, sí. Cuéntanos un poquito en tu caso, ¿es tu hermano el que tiene problemas de adicción? Eso es.

Bueno, yo veía que pasaba algo en mi hermano y era un problema que cada vez se agravaba más. Veías ese deterioro físico, psicológico, emocional. Al principio no lo ves, pero con el paso del tiempo pues lo vas viendo y ves que pasa algo, pero no sabes qué pasa. Intentas ayudar, pero la ayuda que das no es la eficaz, no sabes.

Entonces, bueno, lo que me hizo pedir a mí ayuda a Ergi fue un impacto emocional muy fuerte que sufrimos los dos, que nos fuimos implicados y ahí dije pues ya basta, o sea, necesitamos que alguien nos ayude, ponernos en manos de personas que sepan. Y bueno, ya llevo tres años en Ergi y estoy encantada, estoy muy tranquila. No soy la misma que hace tres años y lo que te voy a contar ahora, o sea, cómo me voy a expresar, pues no, yo no estaba así al principio. ¿Él reconocía su adicción? No, no, no.

¿Es el primer punto, el primer paso? El punto de partida, el problema, tú piensas que lo tiene solo la persona adicta, pero también tienes tú un problema. Yo en las rehabilitaciones de familiares, o sea, para mí ha sido fundamental el apoyo que yo he tenido. Yo hablo de mi rehabilitación como en familiares, ha sido fundamental. Yo si no, no podría estar hoy aquí y hablar así, porque yo en mi primera reunión, o sea, en mi primera terapia, pues estaba como muy perdida, no sabía dónde estaba.

Al principio te sirve para contar esas situaciones desagradables, tristes, que has vivido y cómo vas liberándote carga emocional. Y para mí eso fue agarrarme ahí y decir qué bien me siento. La primera vez no entendía muy bien por qué estaba ahí, pero sí que veía algo en mí que me estaba liberando esa emoción, ese malestar, esa intranquilidad. Yo nunca había hablado de la situación que yo estaba viviendo. Ahora me siento que he cubierto unas necesidades importantes. Primero también ponerme a ver la situación, ponerte en la situación de la otra persona, de la persona adicta, para poder entender y para poder conocer.

Entiendes la enfermedad, la adicción y comprendes muchas cosas que yo antes no entendía. Es que ahora tengo un cambio de mentalidad total, es que yo ya no veo las cosas como veía antes. Y eso me da mucha tranquilidad, porque estaba muy equivocada, la desinformación, el estigma también que hay fuera, el juzgar. Y a veces el no querer reconocer desde dentro que uno tiene un problema dentro de la familia. Claro, es que yo veía que el problema era de mi hermano, que yo no tenía nada que ver. Y bueno, eso no es así y lo digo así.

Porque además el comportamiento de los familiares para un adicto es fundamental, que a veces no somos conscientes. Claro, no eres consciente. En las terapias de familiares, pues gracias a mis compañeros, a sus testimonios, a las personas que llevan tiempo ahí, que trabajan, que están haciendo un trabajo que yo gracias a ellos, sino yo no podría estar aquí hablando así. Y esos testimonios suyos, esos pensamientos, esos comportamientos que ellos han comentado, aquí mis dos compañeros que ya les conoces.

Y sale la palabra ecoadicción, que es a los familiares, es esa palabra que también es una enfermedad, es un trastorno disfuncional. Y es que yo lo he experimentado, porque empiezas a observar tú y entonces identificas esos comportamientos y dices es que yo los tengo. Y ahí empiezas a trabajar esos comportamientos y bueno para mí ha sido muy gratificante, porque yo me miro a mí y ahora ya no le veo a mi hermano. Se me ocupó de mí y empiezo a hacer un trabajo.