Aquí comienza ARGENTE IZIA, el programa que resuelve tus dudas y te ofrece los mejores consejos sobre el mercado inmobiliario.

ARGENTE IZIA, con Javier Argente.

Muy buenas tardes, otro lunes más en ARGENTE IZIA.

Podemos decir que hoy normalmente hay agua en la mesa, pero como el señor Clark Kent ha llegado pronto, le he dicho, voy a poner café, y estamos aquí, sufriendo con un capo chino encima de la mesa, fresquito.

Menos mal que por fin viene gente seria.

Verdad que sí.

No, no, hoy viene gente muy seria.

A este programa.

Que el buen señor Argente ha encontrado el método para que no llegue tarde, y es plantarse en mi casa y tocar a...

Ahora que sabe que vivo en un bajo, se planta en mi casa y empiezo a pitar.

En el chiti bajo.

Chiti bajo.

Claro, hombre, es que tú compras edificios pero vives en el bajo, es lo mejor.

Así estás flote.

Ha faltado poco para que entre en mi casa una patada y me saque...

No, totalmente no.

Tengo mis quehaceres.

Iba a girar la esquina, pero he visto chiti gente y no he querido pasar.

Describe chiti gente.

Es gente por la que dar la vuelta con el coche corriendo.

De los cruzas pon una acera, y de cruzas acera, ¿no? Corre y cambia de acera, de acero, lo que quieras, pero yo no puedo.

Lo metáis con el pobre niño, che.

Esos son mis seguratas, los tengo en la puerta, por si acaso viene el señor Argente.

Ya les tienes que pagar para que te cuide, macho, porque si no, no entraría.

Ya sabéis y oís al señor presentador, ¿no? Muy buenas.

Muy buenas.

Hacía tiempo.

Hacía tiempo que no me invitabais a la radio.

Bueno, es que ahora como pillas más Gandía que otra cosa, a lo mejor te pillo un poco lejos.

Vaya que sí.

Es que no puede ser.

Tony, ¿vuelves a casa? Buenas tardes.

Ya que nos ponéis las...

Por las mañanas, ¿no? Pues yo no os pongo los cuernos con nada, yo me dejo que veáis que es diferente.

Salen todos los sitios, salen todos los sitios.

Bueno, donde me quieran, donde me quieran ver.

Aquí no te ven, aquí te escuchan.

Aprovechando que no nos ven, es hora de que nos vean.

Es una directa que me tira siempre enseñar a Ñaños, que por cierto estuve en Málaga no sé haciendo qué.

Lo que pasa es que no me ha dado tiempo de montarlo.

Pues bueno, mientras presentamos al que se ha presentado aquí solo.

No me he acordado que venía.

Encima Rubén con amiguito.

Y amiguita.

Amiguito y amiguita.

Ah, vale.

También.

Ah, vale, como no me has dicho que quería que venía solo.

Eva está haciendo las prácticas en mi empresa.

No, la está haciendo la práctica hoy, dices, aquí con nosotros.

Bueno, está con nosotros.

Está de picos pardos.

Ah, de picos pardos.

Uy, uy, uy, uy.

Al final, como decía aquí Alberto, voy a cobrar entrada, esto no puede ser, eh.

Esto es la juventud.

A mí me ponían de prácticas, macho, y no me dejaban ir a por los cafés.

Pues mira.

No, no, el de los cafés es el número uno.

Si no te dejaban ir a por los cafés, ¿qué hacías, cuéntamelo? No, no, no.

No, no, no.

Se quedaba en la puerta y le decía hola a la gente que entraba.

Hola.

Hola.

Bueno, tío.

Hace tanto que ya ni me acuerdo.

Ten cuidado, que era el número uno de seguros ¿cuántos años? Siete años.

Siete años, número uno.

¿Nacional o…? Nacional, nacional.

Nacional.

Siete años, seguros, nacional.

Yo tengo una cosa.

Los podcasts normalmente empiezan solo con audio, ¿vale? Luego le ponen el vídeo y luego le ponen público.

Entonces, yo creo que es momento ya de saltar.

Es programa de radio, ya lo sé, pero tienes una mezcla ahí con podcast.

No, no.

Realmente es podcast.

Tenemos público siempre.

Claro.

Yo no sé cómo lo hace, pero siempre somos más de lo que debemos.

El otro día lo cachondeo porque, claro, compartió el micro con Quique y era una pelea de quién tenía el micro.

No, no, no.

Como no viste que Quique hacía estilo Wiped, te lo quito, te lo pongo, te lo quito, te lo pongo.

Dice pues yo no te toco, no te toco, con esos músculos me toca disimulando.

No, no, no.

Pues Iván, preséntanos a tus amiguitos.

Uno me has dicho se llama Raúl.

Raúl.

Vale.

Exacto.

Y tú has hablado con él en alguna ocasión.

Con THM o TMH, ¿no? O algo así.

THM.

Ah, muy bien.

Así me gusta, que lo digas bien.

Exacto.

Y ahora lo tengo que decir mal para que lo diga bien, ¿no? Señor, es que él se llama Alberto Sanz y ahora dice que lo llaman los añaños, entonces… A ver, uno será un primero y el otro segundo, joder.

Tampoco pasa nada.

Un día se apellida Sanz y otro se apellida añaños, es que no lo pido.

Crea cuervo.

De verdad que sí.

Entonces, son amiguitos tuyos.

Exacto, del cole.

Del cole.

¿Listos? Lleva dos días, viene dos días y ya se trae amiguitos.

Esto, esto… ¿Qué cojones? No, pues la siguiente.

Te da miedo venir solo contigo.

No, no, no.

Haces bien, haces bien.

Tengo que tener seguridad, si no… ¿Seguridad? Seguridad la trae Alberto, eso lo tiene mucho en el Chitty Power.

Lo tengo ahí en la puerta.

Si es que no puede ser.

A ver, Rubén, cuéntanos, ¿qué tal? ¿Qué vas haciendo? Bien, bien.

Pues mira, hemos conseguido abrir las oficinas de Gandía, tres oficinitas.

No, no, no.

Has quitado una finca a un amistad.

Sí, vengo ahora a recoger una documentación en digital y me he cogido un pequeño llavero.