Asesinato en vacaciones- Asesinato bajo el muérdago 4m4i4i

Este programa contiene recreaciones dramatizadas y material que pueden herir la sensibilidad de algunos espectadores.

La Navidad es muy importante en Houston. O vas a lo grande o mejor no hagas nada.

Así es en Texas, pero no te esperas que una madre desaparezca el día después de Navidad.

La diferencia entre un caso de persona desaparecida y uno de homicidio son las circunstancias que lo rodean.

Y la puerta estaba abierta y lo que vi fueron dos pies.

¿De una persona? Y no se movían.

Tenía que haberle ocurrido algo terrible.

Tenía 26 años y cuatro hijos. Seguía siendo una mujer joven con toda una vida por delante.

Es muy difícil acusar a alguien de asesinato sin tener un cuerpo.

Estuvimos esperando en aquel puente todos los días, desde la mañana hasta la noche.

En Houston, en la época de Navidad, la gente estaba pendiente de las noticias sobre la búsqueda.

Sobre dónde podría estar aquella joven a la que habían visto por última vez con su hija.

La noticia cautivó el interés de todo el mundo.

Había desaparecido el día después de Navidad. ¿Dónde podría estar? No teníamos respuestas.

La Navidad es muy importante en Houston. O vas a lo grande o mejor no hagas nada.

Hay barrios enteros donde adornan todas las casas y ponen luces que parpadean al ritmo de la música.

Y ver eso es toda una experiencia.

El tiempo de Houston en la época navideña suele ser agradable.

No es el clima típico que la gente asocia con la Navidad.

Así que la gente pasa mucho tiempo fuera.

A veces incluso hacemos barbacoas porque es Texas.

Es un día familiar muy importante para celebrar y pasar tiempo con tus seres queridos.

Para la ajetreada familia Newsom, el día de Navidad era el único día del año en el que celebraban algo todos juntos.

Solía venir toda la familia, tías, tíos, primos.

El árbol se llenaba de regalos. Casi ni se veía.

Teníamos jamón y pavo y pan de maíz. Hacíamos un gran festín.

Siempre hacíamos galletas de mantequilla de cacahuete y nos lo pasábamos muy bien.

Y nos divertíamos mucho con mi familia.

Pero en la Navidad de 2013, las celebraciones fueron agridulces.

Melissa, la hija mayor de los Newsom, estaba en pleno proceso de divorcio y su marido, Matthew Souders, tenía la custodia de sus cuatro hijas.

Yo no estaba muy contenta porque eran mis nietas y yo también quería verlas.

Pero Melissa ya no quería estar con Matt.

Melissa había conocido a Matthew en el instituto.

Solo tenía 16 años, pero estaba muy enamorada.

Se quedó embarazada y le preocupaba tener un hijo sin estar casada.

Así que mi mujer y yo dimos la autorización para que se casara con Matthew.

Después de tener a su primera hija, se volvió a quedar embarazada.

Fueron cuatro niñas, un, dos, tres.

Y creo que con cuatro hijas que criar, Melissa se sentía desbordada.

Me dijo que iban a divorciarse.

Ella quería estar con sus hijas, pero no podía cuidarlas ella sola, así que le cedió a él la custodia legal de sus hijas.

Me quedé muy preocupada.

Fue entonces cuando se encontró con Jason.

Conocíamos a Jason desde que éramos pequeños.

Estuvieron saliendo en primaria y volvieron a conectar.

Quería empezar una nueva vida con Jason y yo pensaba con ilusión en los días felices que nos esperaban, tanto a ella como a mí y a mi marido.

El 25 de diciembre de 2013, los Newsom organizaron su tradicional comida de Navidad.

A la tarde siguiente tuvieron una visita desasosegante.

Jason llamó a la puerta preguntándonos si habíamos visto a Melissa o si sabíamos algo de ella, porque se suponía que tenía que haber ido a recogerlo al trabajo.

Y le dijimos que no, que no la habíamos visto.

No habíamos hablado con ella desde el día de Navidad.

En aquella época, ella y Jason compartían coche.

Ella normalmente iba a recogerlo al trabajo.

Mi hermana me llamó y me dijo que Melissa había desaparecido.

Y yo le dije, ¿pero qué está pasando?