La bestia que mató a Mari Luz 3m2k1p

Las aftas que no te lo cuenten escucharla mari luz cortés suárez vio la luz del mundo en huelva en el hospital juan ramón jiménez el doce de diciembre de dos mil dos su hogar el número cuatro de la plaza rosa en la barriada del torrejón era un rincón donde resonaban las risas y las canciones sus padres juan josé cortés fernández pastor gitano de la iglesia evangélica de filadelfia irene suárez fernández trabajadora incansable de la fundación secretariado gitano la consideraban un regalo divino la pequeña compartía sus días con dos hermanos daniel y juan josé de trece y diez años respectivamente su risueña personalidad mi afición por el baile y el canto eran solo algunas de las joyas que adornaban su corta vida un día de dos mil ocho salió a comprar golosinas al quiosco y no volvió jamás con vida este es el caso del asesinato de mari luz un caso muy mediático que tuvo españa en vilo mucho tiempo hola soy mar truco bienvenidos a juicios de crímenes un podcast de crímenes ibéricos donde te contamos casos de asesinatos y sus juicios una creación de apcas bajo la dirección de joan prats y la producción de mark gimenez empezamos mariluz aunque brillante en el colegio no era sólo una mente despierta su destreza para el dibujo y su disposición para ayudar en las tareas domésticas la convertían en un faro de alegría en su hogar siempre cercana a su madre disfrutaba de las tardes acompañándola al mercadillo o deleitándose con dibujos anima dos en sus momentos de ocio las vacaciones recientes la llevaron a emocionarse en el parque acuático y el zoo marine de albufeira en algarve donde la playa se convertía en su refugio preferido sin embargo el destino tejió un relato desgarrador el trece de enero de dos mil ocho un domingo frío y lluvioso mariluz desapareció en el silencio de la tarde cuando descendió de su hogar con la simple emisión de comprar palomitas en el quiosco maría las carrasco en la avenida de las flores un acto rutinario que desencadenó la tragedia la ausencia de su madre enferma aquel día y un encuentro en el quiosco con fernando salazar goodman dueño del establecimiento marcaron el inicio del misterio desde entonces el rastro de mariluz se esfumó en la bruma de la incertidumbre la desesperación de la familia se transformó en movilizaciones por varias ciudades con la esperanza de hallarla sana y salva si ecólogos de la cruz roja brindaron un apoyo manifestaciones multitudinarias se sucedieron pero el paradero de mariluz continuaba siendo un enigma así se expresaba su padre en una de esas movilizaciones yo creo que mi hija no se merece paguen de mala manera se merece que tenía una vida digna con su padre esperemos que que aparezca bien cincuenta y cuatro días de angustia se deslizaron antes de que la cruel verdad saliera a flote el siete de marzo de dos mil ocho un empleado de una refinería de cepsa descubrió el cuerpo de la pequeña flotando en la ría de huelva la conmoción se apoderó de la comunidad y a pesar de los días que transcurre rieron el dolor seguía siendo fresco la autopsia realizada en el instituto anatómico forense arrojó detalles estremecedores el cabello escaso las uñas ausentes las diatomeas en la médula ósea indicando que la muerte ocurrió por su sumersión sin embargo el profesor luis frontela con una segunda autopsia trajo consigo revelaciones más escalofriantes lesiones en las muñecas indicando resistencia marcas de violencia en los muslos golpes adicionales en la cabeza y fibras negras profundamente incrustadas testigos mudos de la brutalidad infligida frontela no odio la verdad declarando que se trataba de un homicidio y no de una simple muerte por ahogamiento la versión oficial nuevamente divergían de la cruda realidad la tragedia de mariluz se convertía en una herida que desafiaba el consuelo recordándonos que a veces la búsqueda de la verdad puede resultar más desgarrador que la propia tragedia en el otoño de dos mil siete tres meses