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¡Esto es Un Temporal Arte! Antes de los cómics estaban las tiras cómicas, así es que hoy les vamos a hacer la vida de cuadritos pero sobre todo queremos hacer un homenaje a uno de los grandes artistas de estas tiras cómicas.
Hola, ¿qué tal? Yo soy Héctor Macoy y los saludo como siempre, esperando que se encuentren muy bien y el día de hoy para platicar de los monitos, de los cuadritos, de los periódicos, de las revistas se encuentra conmigo mi compañero y amigo, el traductor, editor y escritor Alberto Calvo.
¿Beto, cómo estás? Hola, ¿qué tal? Muy bien, gracias.
Oye, Beto, yo me acuerdo que yo no sabía la diferencia entre un cómic y una tira cómica, ¿no? Me compraban algunos cómics y ¡ay, qué chido cuando era chiquito! Pero sí me acuerdo que los domingos en los periódicos aparecían ahí algunos personajes y pues yo los leía y así fui conociendo algunos, pero pues no sabía si estos eran extractos, algunos como por ejemplo El Fantasma, si eran extractos de un cómic o no sabía que los hacían expropieso para los periódicos, pero así fui conociendo algunas cosas.
¿Qué memorias tienes tú de los periódicos o de revistas? No sé dónde conocías tú las tiras cómicas.
Bueno, creo que ya alguna vez en otro episodio yo aprendí a leer con cómics, antes de entrar a la primaria, a los 5 años, y después de eso pues leía todo lo que le podía poner las manos encima.
No importaba si eran cómics, libros, revistas, lo que sea.
Así es de que las tiras cómicas pues también debe haber sido en esa época, antes de cumplir 6 años, porque en mi infancia era muy común que los domingos se reuniera toda la familia en casa de mis abuelos.
Entonces íbamos los domingos a comer allá, entonces llegábamos, no sé, alrededor de mediodía allá a su casa, pues yo me iba a jugar con mis primos, lo que fuera, después comíamos, y luego mientras los soltos se dan sobre mesa, pues nosotros seguíamos jugando o hacíamos algo más.
La cosa es que algo en particular que había con esas reuniones es que había varios periódicos en la casa, porque resulta que mi abuelo leía la prensa, entonces la prensa siempre estaba en la casa.
Uno de mis tíos, uno de los yernos de mi abuelo leía el Universal, otro más leía el Excelsior, y uno de sus hijos compraba a veces el Realdo de México o a veces el Nacional.
Entonces siempre había al menos tres periódicos a los que podía ir y robarme la sección de los cómics, que de todos modos los soltos no les hacían caso, y me aventaba todas las tiras cómicas, que era este suplemento dominical.
Los periódicos de diario traían dos o tres tiras, pero lo habitual, la tira contada en tres o cuatro viñetas, que aparecía diario, pero la sección dominical traía algunas avances más largas, además de que, por ejemplo, en los casos del Universal, el Excelsior y el Realdo, pues tenían estas tiras diferentes a las demás, que no tienen este formato horizontal de unas viñetitas, sino que eran ilustraciones más grandes o una página completa que se sentía como una página de un cómic, como eran Tarzán, El Príncipe Valiente, que otras aparecían de ese formato, no recuerdo porque eran tres o cuatro las que aparecían, que incluso era la primera página del suplemento.
Y recuerdo que eso lo encontraba frustrante porque decía, oiga, pues es que este maldito cómic ¿cómo va a ser uno si sale una página cada semana? A mí lo mismo.
Y luego estaban las otras, el resto de la sección, pues eran estas que, pues dependiendo de la popularidad de la tira creo que cambiaba el tamaño, estaban las que tenían media...