Cita con Rama - Arthur C. Clarke - cap. 25-28 69364p

La luna deslumbrante asuman entre los árboles lo oscuridad de la noche lo inunda todo y una tenue niebla comienza a aparecer alguien trate en el bosque busca el árbol viejo siéntate a su lado ponte cómodo si era los ojos y escucha la historia que trae tati las criaturas de la noche bienvenidos estos son los cuentos del bosque oscuro a a cita con de arce fecha a capítulo veinticinco vuelo inaugural libélula era sin duda un nombre acertado las largas alaqsa usadas gran casi invisibles excepto cuando la ciencia y día en ellas desde ciertos ángulos y pronuncia sobre fracción los tonos del arcoiris era como si una burbuja de jabón hubiera sido envuelta con un delicado encaje bengalas la amenaza de metal la envoltura del pequeño objeto volador era una película orgánica de un grosor de unas pocas moléculas y lo bastante fuertes sin embargo como para controlar y dirigir los movimientos una velocidad aérea de cincuenta kilómetros por hora el piloto que era la vez fuerza motriz y sistema de dirección ocupaba un diminuto asiento en el centro de gravedad en una posición semis declinado para reducir la resistencia del aire ejercía el control por medio de una varilla que podría ser movida hacia atrás y hacia adelante a derecha e izquierda el único instrumento era un trozo de cinta sujeta al guarde delantero para indicar la dirección relativa del viento una vez que la bicicleta aérea estuve ensamblado en el cubo de mi padre no permitió que nadie le tocará sabía que si se manipulaba con torpeza algunas de las delicadas fibras de la estructura central podían quebrarse y también que esa sala resplandeciente es eran una tentación casi irresistible para los curiosos costaba creer que realmente había algo allí mientras contemplaba como subía jimmy al pequeño y extraña aparato volador norton comienza a sentirse amenazado por la duda si uno de sus puntales delgados como el alambre se rompía cuando la libélula estuviera del otro lado del mar cilíndrico jimmy no tendría modos de regresar aun cuando logran a realizar un buen descanso además estaban quebrantado una de las más sacrosanta reglas de la exploración en el espacio un hombre iba viajar solo a un territorio desconocido lejos de toda posibilidad de ayuda lo único que consolaba norton era que podrían verle comunicarse con él en todo momento si se producía un desastre sabrían con exactitud que le había sucedido de todas maneras aquella ocasión era demasiado buena para desperdiciar la para alguien que creyeran el destino sería un desafío a los mismos dioses el desdén la única posibilidad que se les presentaba que acaso