
Descripción de Colombia. El feminismo llega al campo h4hl
Si hay un lugar en Colombia donde las raíces del patriarcado siguen bien presentes es en el campo. Sembrar el feminismo es un reto que asume con gusto Yurani Cuellar en la Asociación Campesina del Valle del Río Cimarrata. Ella y sus compañeras consiguen infiltrar el feminismo y el empoderamiento de las mujeres campesinas hasta el último rincón. ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo luchan por la defensa del territorio y contra la violencia del conflicto armado? ¿Cómo implantan el feminismo campesino y popular dentro de la lucha campesina? Convirtiendo a sus compañeros en aliados. La música que escuchas en este podcast pertenece al grupo Tonada. 1o41u
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Abrimos un espacio político y proporcionamos apoyo moral a los activistas locales para que puedan llevar adelante su trabajo sin miedo a la represión. Brigadas Internacionales de Paz.
Voces de la Tierra. Con las personas defensoras de derechos humanos contra la desigualdad, por la no violencia, contra la opresión, por la educación y la transformación social. Voces de la Tierra. Defensoras del territorio y los derechos humanos en Latinoamérica. Un podcast de Brigadas Internacionales de Paz.
Somos seis mujeres y pues aquí se vive un atrescado, aquí las mujeres dominamos más que los hombres. Mi nombre es Yuranis Cuellar Pérez, soy de la región del Magdalena Medio, específicamente del municipio de Cantagallo, del sur de Bolívar. Yuranis es colombiana, vive a 300 kilómetros al norte de Bogotá, en un municipio de unos 8.000 habitantes que dependen principalmente del petróleo que se encontró en los años 40. Es un pueblo ubicado a orillas del río Magdalena, una cuenca navegable que conecta a las localidades de la zona. Tomo transporte fluido hasta el municipio de Puerto Wilche y de ahí pues viene una camioneta a llevarme hasta Barranca Bermeja. Yo me estoy echando como una hora y media, dos horas.
Yuranis trabaja en la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, una organización dedicada al desarrollo de la agricultura y la pesca local, la defensa del territorio y el trabajo digno, frente a la explotación salvaje de la tierra y las personas. Allí enseña a las mujeres campesinas estrategias para tomar el control sobre sus vidas.
Yuranis tiene una risa contagiosa, la oirás al final de este capítulo. Su voz transmite seguridad, entereza, entusiasmo, son cualidades necesarias para hacer frente a las contradicciones de Colombia. Por un lado, el país más peligroso del planeta para ser defensora de los derechos humanos, por otro, un ejemplo en perspectiva de género en ciertos ámbitos. Habían proyectos que no venían enfocados para mujeres, entonces nos dijimos, bueno, aquí tenemos que poner el enfoque de género aquí y pues de nos cayó de papallita el qué, la negociación del gobierno con las FARC, que eso fue una oportunidad grande para las mujeres.
Yo creo que eso también nos abrió muchas puertas en el proceso organizativo. En 2016, el mundo miró a Colombia con envidia cuando logró que se incluyera la visión feminista en el reciente proceso de paz con la guerrilla de las FARC. Sin embargo, el campo se resiste a la entrada del feminismo. Por eso, la asociación a la que Yurani pertenece forma a las mujeres para que sean protagonistas en la lucha del campo e independientes en su entorno doméstico.
Un proceso de formación al que también están invitados los hombres de la comunidad. Con todos los conflictos que hemos tenido, con todas las situaciones que hemos tenido, para nosotras es importante que este feminismo campesino nos plantee una unificación en la lucha por el reconocimiento de los derechos del campesinado. Entonces nosotros dijimos no, aquí hay que plantear una apuesta política que nos lleve a que los hombres también tienen que entender la situación, que la lucha tiene que ser conjunta, no las mujeres por un lado, no los hombres por el otro lado.
No es un trabajo sencillo, el patriarcado tiene raíces muy profundas en ese suelo. El campesino de hacha y machete que solo conoce, que usted le venga a decir no, que las mujeres también tienen que participar en una juntación comunal, que tienen que salir, que tienen que exigir sus derechos, que aquí hay unas unas violaciones que se están dando hacia las mujeres.
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