Con los pies en el suelo #2 | Tamara Icardo | 2025 646060

Entonces mis padres me dijeron, oye, olvídate, tú el padre está genial, pero lo tienes como algo secundario.
No sé, me dan muy bien las matemáticas y la economía, entonces dije, es que no sé qué hago aquí.
Pero no veía que fuese una persona que iba a poder vivir haciendo eso.
He tenido momentos de querer tirar la toalla, sí.
Fuimos top tres, pasamos de ser pareja diez, creo recordar.
Fuimos la primera pareja estando fuera de las cabezas de serie en ganar un torneo.
Fue todo nuevo, o sea, no parábamos de subir y de crecer.
Cuando tuve la primera lesión hubo un momento que dije, obviamente podía pasar, que no pudiese jugar más.
Si hubiese un momento en el que te dijesen que ya no puedes ser profesional o tú misma,
te ves que ya no puedes estar ahí compitiendo como antes, ¿seguirías más amateur o lo dejarías totalmente?
Valenciana cambió la raqueta de tenis por la pala de pádel y ha llegado a ser top tres del mundo,
aunque las lesiones no la han permitido estar más arriba.
Hoy viene a visitarnos Tamara Hicardo, y esto es Con los pies en el suelo.
Oye, Tamara, muchas gracias y bienvenida a Con los pies en el suelo, un placer.
Hoy te tenemos aquí con nosotros en este segundo episodio de la primera temporada, estoy acompañado también por Jorge.
Y una cosa que estábamos antes comentando es, oye, ¿qué sucede cuando termina el partido y te vas a casa?
¿Quién es Tamara Hicardo?
Bueno, lo primero, muchísimas gracias, Jorge, Diego, por tenerme aquí en el segundo episodio de la primera temporada.
Y bueno, lo que sucede un poco cuando llego a casa es estar con los míos,
intento a lo mejor reflexionar de lo que ha pasado en ese torneo, en ese partido en concreto.
Pero bueno, Tamara Hicardo es una persona muy familiar, muy cercana, sobre todo los suyos,
y yo me apoyo mucho de mis amistades de toda la vida, de mi pareja y de mi familia,
que son los que al final me hacen estar a gustito y me quitan un poco las ideas pesadas del pádel y todo el estrés.
Entonces, nada, esa soy un poco yo.
Pues como dices, amistades de toda la vida, te quería preguntar un poco sobre tu infancia,
o sea, ¿cómo la recuerdas, cómo creciste y cómo empiezas a querer empezar a jugar a otros deportes que terminaron luego siendo el pádel?
Pues mira, para empezar, mi familia es muy deportista, mi padre y mi abuelo jugaban al tenis,
entonces hemos sido una familia que lleva un poco encauzada al mundo del tenis.
Nosotros éramos socios del Club Español de Tenis en Valencia, y desde pequeñito mi padre nos apuntó, a mi hermano y a mí, a tenis.
Pero es verdad que cuando llegué como a los 12 años, yo estaba en el tenis que no me gustaba mucho, el ambiente que tenía, los profesores...
No sé, había una serie de circunstancias que no me hicieron seguir queriendo estar vinculada al tenis.
¿Con qué edad empezaste?
Con cuatro años, con pretenis, ¿sabes?
Era casi más grande la raqueta que tú.
Sí, sí, total. Pero al final, bueno, tus padres lo que quieren es ir a jugar al pádel o al tenis con sus amigos, ¿no?
Te dejan el pretenis y se van un poco, pero bueno, tú ya vas haciendo camino.
Entonces, nada, cuando llegué sobre los 12 ya no me gustaba mucho,
y entonces mi hermano, que también jugaba al tenis, se empezó a pasar al pádel y yo veía que se lo pasaba súper bien.
A todo esto aparte, mi padre jugaba torneos de pádel en Valencia, y también siempre que podíamos íbamos a verlo y nos gustaba muchísimo, la verdad.
Entonces, nada, cuando llegué a los 14 años, mi madre me dijo, oye, tu hermano está muy a gusto en el pádel,
mira a ver si te gusta este deporte porque yo creo que te puede convencer.
Entonces, nada, se surgió la oportunidad de que mi hermano tenga unas clases, pero justamente no iba a ir esos meses.
Y me dijo, oye, pues ves tú y a ver qué te parece. Entonces fui, di las primeras clases y me encantó.
Y nada, llegué hasta la hora, aquí estoy.
¿Y cómo combinabas esa parte de, porque claro, empezar tan joven al final con un deporte, cómo lo combinabas, con los estudios, qué tal te iba?
Pues a ver, los primeros años, como no me lo tomaba de una manera muy estricta, lo pude compaginar bien.
Luego cuando llegué al bachillerato, que sí que es verdad que yo empezaba a competir también en el mundo de menores,
teníamos que viajar, era un poquito más difícil, pero bueno, al final siempre encuentras algún profesor que te dé algún tipo de facilidad, luego encuentras alguno que no.
Pero bueno, intentaba pues eso, en los viajes estudiar, o tipo, pues llegas del colegio e intentas estudiar ese rato,
haces rederes, luego te vas a entrenar, vuelves, me acuerdo que en el bachillerato lo pasé fatal, y el selectivo todavía más, porque ya empecé en el selectivo,
en la época de selectivo, ya estaba entrando en World Padel Tour, y entonces ahí me acuerdo de noches súper tensas, de decir, no me da tiempo, porque al final tengo que viajar aquí,
y tengo que estudiar, pero bueno, lo saqué y mira, salió bien.
¿Quiere decir que eres muy disciplinada?