Criaturas Legendarias Brujas Y Hechiceras 14z1g

Durante siglos, muchas mujeres fueron perseguidas por el delito de brujería.

Se decía que practicaban la magia negra y lanzaban conjuros malignos.

¿Qué adoraban al príncipe de las tinieblas? ¿Quiénes eran realmente las brujas? ¿Cuál es su verdadera historia? Siempre tenemos la idea de que van en sus escobas volando.

Lo que se decía era que invocaban al diablo.

Nos la van a presentar también con un aspecto físico que nos va a inspirar temor e incluso repulsión.

La bruja es el personaje más controvertido de la mitología.

Su leyenda tuvo consecuencias en la vida de miles de mujeres.

Siempre hemos tenido una idea negativa de las brujas, pero realmente habría que explicarlo.

¿Qué es realmente una bruja? Por bruja, si somos puristas y nos vamos al diccionario de la Real Academia, sería aquella mujer que hace un pacto con el diablo para tener poderes extraordinarios.

El término bruja es un término relativamente moderno.

Aparece en el siglo XIII.

Se empieza a popularizar en el siglo XIV.

Lo que no quiere decir que no hubiera brujas anteriormente, pero tenían otro nombre.

Hasta entonces existía la hek, y cería, las hechiceras.

Siempre ha habido mujeres que a través de una serie de pactos tenían poder sobre su entorno hasta el punto de hacer maleficios y de hacer hechizos.

Fueron los primeros rituales de la humanidad.

Los babos a épocas prehistóricas.

¿Por qué la mujer es la que siempre ha sido la representante de la magia? Porque la magia que ella crea no la podemos hacer los hombres, es la vida.

Todos creamos estructuras impresionantes, barcos, edificios, pero en ningún momento vamos a dar vida.

Una mujer por sí, sí, curiosamente.

Porque la partenogenesis es posible, es decir, a partir de un óvulo, tú puedes crear vida.

Pero nunca podrás crear vida a partir de un espermatozoide.

En las cuevas de Altamira, los arqueólogos han revelado que el papel de las mujeres fue mayor del que se pensaba.

Identifican que los famosos brujos que en las cuevas hacían las pinturas rupestres y las incisiones no eran tales hombres, sino que eran las mujeres las que los hacían.

Según los estudios, al menos el 75% de las manos impresas son manos de mujer.

Estas comunidades eran matriarcales, lideradas por mujeres.

Pero hace diez años, todo cambió.

El hombre deja de ser cazador para ser agricultor.

En el momento que el hombre ya no necesita desplazarse para cazar y puede estar asentado en un lugar la mujer pierde esa función que tenía anteriormente de cuidadora de la prole y mantenedora de alguna manera de las esencias espirituales de la tribu y esas.

Pasan al hombre a partir de entonces y cambia el rol al patriarcado.

Un modelo que siguió endureciéndose con el paso de los siglos.

La mujer ha estado siempre o casi siempre sometida, sometida al varón, sometida al sacerdote.

Se enfrentan abiertamente a una sociedad patriarcal, eclesiástica en la que está el Dios Padre.

La magia, al ser un terreno oculto, es el lugar donde ella puede empoderarse, donde realmente tiene la sartén por el mango, donde realmente ella se convierte en reina de la magia, reina de la noche, reina de la luna.

En las religiones monoteístas, el Dios siempre se relacionó con el poder del sol.

Sin embargo, la magia se asocia siempre con la noche, con la luna y con la mujer.

La luna marca siempre el ritmo de la mujer.

Cada veintiocho días tenemos el ciclo menstrual.

Sancramos cada veintiocho días.

Pero el poder de la luna nos afecta a todos.

Todos los seres están relacionados con el influjo de las mareas de la luna.

Nosotros somos un noventa y tanto por ciento de agua, con lo cual todos nuestros flujos también se ven influenciados por las lunas llenas, por las lunas venguantes.

Invocando a las fuerzas de la luna, se buscaba alterar la naturaleza, hacer magia.

Esta oposición entre sol y luna, día y noche, religión y magia, es la que hace que la mujer sea la que realmente reine en este reino mágico.

Pero antes de él.

Antes de las religiones monoteístas, ya se conocía en mujeres que practicaban la magia.

Como Medea, como Circe en el mundo grecorromano, las tribus mapuches tenían una machi.

Una machi que era la grandera, la hechicera.

Pero no se utilizaba la palabra bruja.

Cuando aparece entonces el concepto de bruja, surge con el cristianismo.

Inventa o crea la figura del demonio en el que se asocia a la bruja como servidora de este demonio.

Para que exista la bruja tiene que existir un pacto con el diablo.

Y para que exista este pacto, tiene que existir el diablo.

Con lo cual, si no existe el diablo, no existe la bruja.

La iglesia vio la magia como un rival a su autoridad.

Pero en los pueblos, mucha gente seguía creyendo en el poder ancestral de algunas mujeres.

Había curanderas, había hechiceras y había brujas.

Aunque las tres hacen magia, realmente en una escala de bondad a maldad, digamos, primero dirían las curanderas que como dice su propio nombre, curan.

Era aquella mujer que conocía las propiedades terapéuticas de las plantas para hacer el bien, es decir, para curar.

Luego estarían las hechiceras, que son ambivalentes, pueden hacer el bien o el mal.

En función de su cliente y de lo que la pagaran.

Luego estarían las brujas, que sea el sumum de la maldad.

Es la que siempre hace el mal porque ha hecho un mal.