Cuentacuentos en la encrucijada de caminos Extra - La última luz 381o3o

Ya os contaré la historia que escuche por primera vez hace mucho mucho tiempo la encontré por casualidad en renata la canción del mundo y sucede con me llegan todavía hoy como retazos de una melodía estocada medias incompletas y pero al mismo tiempo familiar para poder compartirla con vosotros he tenido que rellenar algunos de esos compases y al hacerlo me alejado algo de la verdad os pido que me disculpe afortunadamente las buenas historias tienen la capacidad de cambiar cada vez que se cuentan y esta espero no será diferente imaginemos que todo empezará está empezando o empezó quizá una noche de invierno con el encuentro entre el navegante y la dama del foro era una reunión inevitable aunque muchas veces pues puesta el navegante y la dama se sentaban uno frente a otro en una estancia iluminada por la luz tenue de las velas afuera las zonas oscuras rompían contra la costa si sean llegar su aspirando al retirarse sobre ellas se metía un navío con las de las elevadas su silueta apenas recortada contra el cielo sin estrellas pronto para zarpar estaba diciendo el navegante con la voz firme tejada de tristeza la dama a sentido despacio parecía conocer la noticia de antemano en su rostro no había sorpresa sólo una insólita mezcla de sosiego resignación y melancolía entonces pudiste reunir cuanto necesitadas repuso esos palabras tenían más de afirmación que de pregunta así es todo salvo una cosa por eso he venido así debes suspiro ella entrenándose ligeramente en su asiento sus ojos cruzaron la estancia deteniéndose la ventana pero todavía tenemos algo de tiempo dime me contara su historia antes de partir claro el siguiendo la dirección de su mirada hasta su adormecido navío sus ojos se perdieron entonces un punto lejano distante en el espacio sino en el tiempo cuando al fin hablo somos parecía venir de muy lejos como se pagará por el paisaje neblinoso de los recuerdos cuando me quede solo viaje por la costa durante días escuchando la canción del mar fue así como comprendí lo que debía hacer camine por las playas buscando más de deriva dientes o se me entregó su botín árboles de los bosques negados de campeones y plantas en me refiero el fuego arrancados de las costas del cual donde más que les de los barcos que se perdieron buscando el camino recto y pedazos de los ladridos heridos por la tormenta el día en que nación dio vueltas redondas pintadas con colores vivos y marcadas con zonas escudos quebrados lanzas rotas arpas dormidas el navegante se detuvo un momento embargado por una pena invisible con todos hechos y del casco y formar los amparos la cubrir a la quilla taller mascarón de prueba y las barandas y tendí las caricias la dama escuchado con los ojos brillantes y las manos entrelazadas sobre el regazo no dijo nada pero le hizo un gesto para que continuará el ancla su cadena fueron forjados con el misil cosechado por el pueblo de bullying con el de las coronas fundidas y los tesoros los dragones con el hierro y el acero que antaño reloj hicieron en pagas de renombre como dijiste las velas conociendo estandartes caídos con las capas y las vestiduras de reyes y reinas olvidados entre tejidas con los tapices de aire después se los cabos presentando las riendas de los jinetes con las cuerdas de los arcos físicos y cuando la embarcación estuvo listo me senté en la arena y guarde el momento de partir de faro apartó de la mirada el silencio roto únicamente ponemos moya de la zona las había extendido entre ambos cuando el cierre empezó a oscurecer se dejó el finalmente en búsqueda como si no quisiera expertos madre actitud seguir la luz de la última estrecha hasta aquí la dama no dijo nada contemplaba la noche infinita que se había dueños del mundo escuchaba