
Descripción de El cuento La prueba de las semillas 472e61
Qué difícil encontrar una sola persona que no haya cometido nunca un error, ¿verdad? Tan difícil como imposible. Este cuento popular nos anima a reflexionar acerca de la justicia, las condenas injustas y los errores que todos sobrellevamos. Ninguno estamos libres de haber cometido un error, ¿verdad? Y entonces... ¿por qué juzgamos a otros con tanta dureza? 😮 584f4i
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En un lugar del norte de europa vivía un humilde agricultor que trabajaba día y noche en el campo mi vida de las verduras y las frutas que vendía en el mercado cada semana y aún así pasaba calamidades para llegar a fin de mes un día melvin casi se llamaba el joven entró en un bazar para comprar unos torneo ellos pero mientras esperaba el tendero vio un viejo farol en la entrada que le gustó mucho ese farol me vendría fenomenal para la granja pensó medio y sin pensárselo dos veces escondido el farol bajo la ropa y salió corriendo según se alejaba melvin ya sentía remordimientos cómo es posible que haya hecho esto pensaba poco después melvin fue detenido y encerrado en un calabozo el pobre se lamentaba de acabar así por un simple error el primero que cometía en toda su vida entonces melvin comenzó a pensar que podía hacer para salir de allí lo and es posible y pensando y pensando se le ocurrió una idea ya lo tengo melvin pidió audiencia con el gobernador y este extrañado por la petición accedió con lo que quiero es decir me preguntó del gobernador me gustaría entregarte unas semillas dijo melvin sacando una bolsita llena de semillas solo semillas especiales son de peral pero lo esperas que esta son de oro de oro dices y entonces por qué no las plantas esto porque las semillas sólo funcionan con personas que no hayan cometido nunca una falta el gobernador se quedó pensativo y al final decidió aceptar las semillas pero luego ya en su casa pensó que tal vez no era la persona apropiada cobro más impuestos de lo que debo casi mejor que les de las semillas amigos viajero pero su consejero ya con las semillas en la mano pensó que tampoco era la persona indicada lo cierto es que muchas veces miento al gobernador y terminó dando las semillas al juez que a su vez se las dio el carcelero que a su vez se las dio al orfebre y al final ninguno plantó las semillas al cabo de unos días melvin volví a pedir audiencia con el gobernador y le dijo no veis seguido a nadie es capaz de sembrar las semillas que os y porque no hay nadie que esté libre de alguna culpa y ninguna de esas personas están en prisión sin embargo yo estoy encerrado solo por haber robado un viejo farol el gobernador se dio cuenta del error y decidió liberará melvin
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