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CULTO DOMINGO 18 DE MAYO 2025 345t6o
Descripción de CULTO DOMINGO 18 DE MAYO 2025 d6n1i
En Deuteronomio 32:1-6, Dios habla al pueblo de Israel por medio de Moisés, su siervo, usando un cántico como testimonio profético. Este cántico no solo es una advertencia, sino también una profunda reflexión sobre la fidelidad de Dios frente a la infidelidad humana. Dios habla y su Palabra transforma Desde el verso 1, se nos recuerda que Dios es un Dios vivo que se comunica. Hoy, como entonces, Él sigue hablando por medio de sus siervos fieles. Su palabra, como dice el verso 2, cae como la lluvia que empapa la tierra: es vida, es poder, y transforma los corazones. La Palabra produce fruto Tal como enseña Isaías 55:10-11, la Palabra de Dios nunca vuelve vacía; como en la parábola del sembrador (Mateo 13:1-9), esa semilla cae en nuestros corazones y da fruto si estamos dispuestos. Por eso, Santiago 1:21 nos llama a recibir con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar nuestras almas. Exaltamos a Dios con nuestras vidas El verso 3 declara que el propósito de la Palabra es engrandecer a Dios y proclamar su nombre. Esa debe ser también nuestra meta diaria: vivir de tal manera que todo lo que hacemos glorifique a Cristo. Cristo, nuestra Roca En el verso 4 se nos revela que Dios es la Roca: firme, justa, perfecta. En el Nuevo Testamento, sabemos que esa Roca es Cristo (1 Corintios 10:4). Nuestra vida debe edificarse sobre Él. Solo así seremos un pueblo santo y no caeremos en la corrupción que proviene de servir a otros dioses: ídolos del ego, del materialismo o del mundo. No culpemos a Dios por el pecado humano El verso 5 aclara que la corrupción no viene de Dios, sino del corazón humano que se aparta de Él. Cuando un hombre o una nación abandona al Señor, lo que sigue es decadencia y muerte espiritual. Pero Dios, en su amor, nos llama a volvernos a Él, a ser santos, apartados para su gloria. ¿Somos verdaderamente su pueblo? El verso 6 nos confronta: ¿respondemos a la fidelidad de Dios con gratitud y obediencia? Él nos creó, nos redimió, y nos sostiene. No lo olvidemos. La mayor muestra de su amor es Cristo crucificado y resucitado, la Roca eterna que nos da vida. 6f2u52
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Del Señor en esta mañana, que vamos a leer en el libro de Deuteronomio, capítulo 32, vamos a leer los versículos del 1 al 7. Deuteronomio 32, del 1 al 7. Cuando lo encuentres, si eres tan amable y tienes posibilidad, pues nos ponemos en pie para leer juntos la Palabra del Señor. ¿Lo tenemos, hermanos? Pues dice así la Palabra del Señor.
Escuchad, cielos, y hablaré, y oiga la tierra los dichos de mi boca. Goteará como la lluvia mi enseñanza, destilará como el rocío mi razonamiento, como la llovizna sobre la grama y como las gotas sobre la hierba. Porque el nombre de Jehová proclamaré, engrandeced a nuestro Dios. Él es la roca cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud, todos de verdad y sin ninguna iniquidad en él. Es justo y recto. La corrupción no es suya, de sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa. Así pagáis a Jehová, pueblo loco e ignorante. No es él tu padre que te creó, él te hizo y te estableció.
Acuérdate de los tiempos antiguos, considera los años de muchas generaciones. Pregunta a tu padre y él te declarará, a tus ancianos y ellos te dirán. Señor, te damos gracias en esta mañana, gracias por poder estar en tu casa, Dios mío. Gracias por tu amor y por el gozo, Señor, que tú pones en nuestras vidas y en nuestros corazones, Dios mío.
Gracias por estar juntos como hijos tuyos, como familia tuya, poder compartir los unos con los otros, Señor. Te pido que bendigas este tiempo, que bendigas tu palabra, que tú me des de tu gracia para compartirla, Señor, y que tú seas obrando en nuestras vidas y en nuestros corazones, Señor, conforme a tu voluntad, Dios mío. Bendice a tu pueblo, bendice a tu iglesia en todo lugar alrededor de este mundo, Señor. En el nombre de Jesús te lo pedimos, amén, amén, amén. Pueden sentarse, hermanos, amén. Gloria a Dios.
Bien, este es un cántico, ¿vale? Si veis en vuestras Biblias, pues arriba el título que le pone es Cántico de Moisés, ¿verdad? Y hemos leído solamente unos versículos, es bastante más largo, pero solo queríamos compartir un poco esta primera parte, ¿no? Y, bueno, es curioso que, si os recordáis, ¿verdad? El éxodo, la salida de los hijos de Israel, de Egipto, ¿verdad? Pues comienza también con un cántico, ¿acordáis o no? El cántico también de Moisés, que lo cantamos aquí en la iglesia, ¿verdad? Que dice que ha echado a la mar jinetes y caballos, ha echado a la mar los carros de Faraón, ¿verdad? Es un cántico, es una canción y que aquí también la cantamos, ¿verdad? Pues comienza con ese cántico allá en el éxodo capítulo 15, ¿verdad? Y va a terminar también prácticamente con otro cántico, que es este cántico de Deuteronomio 32, otro cántico de Moisés, ¿no? Este, que yo sepa, no tiene hecha ninguna canción que yo conozca, por lo menos, ¿vale? El otro cántico es un cántico, ¿sabéis?, de victoria, de celebración, ¿verdad? Es cuando los israelitas acaban de pasar el Mar Rojo, ¿verdad? Y, bueno, habla un poco de lo que ha pasado, de lo que ha sucedido, ¿verdad? Este cántico habla de lo que va a suceder en el futuro, ¿vale? De lo que aún no ha acontecido, pero que ya Dios sí declara que va a ocurrir, que va a suceder.
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