
`Diario de un Nómada Palentino´ con Francisco López-Seivane 30-05-2025. Viaje a Marruecos 13631w
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En `Diario de un Nómada Palentino´ hacemos un viaje hacia el exterior y también hacia el interior de uno mismo, a través de las aventuras, desventuras y experiencias que comparte con nosotros el periodista y escritor de raíces palentinas Francisco López-Seivane. 3o6d1n
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Hola, soy Francisco López Ayowane y te invito a un viaje en Radio Aguilar FM.
Viajemos juntos con las crónicas de este nómada palentino.
Nueva cita con nuestro diario de un nómada palentino.
Hoy tenemos tiempo para charlar con Francisco López Ayowane.
Hace unas semanas charlamos con Francisco que se encontraba en el Sáhara.
Hacíamos esa conexión.
Creo que Francisco se encuentra un poquito más cerca en el día de hoy.
Francisco, muy buenos días.
Buenos días.
Francisco, ¿nos escuchas? ¿Perdón? Ahora te escuchamos. Francisco, buenos días.
Buenos días, buenos días.
Pues hoy un poquito más cerca que hace una semana y vamos a hablar un poco.
Nos vas a contar cómo ha sido esa experiencia por el desierto, por el Sáhara, por Marruecos.
Cuéntanos, Francisco, cómo ha sido este viaje.
Bueno, haría falta algo más de media hora para contarte siquiera una mínima parte de lo que ha sido el viaje.
Ha sido un viaje, yo conocía el Sáhara, pero me ha servido para descubrir nuevos aspectos que no conocía.
Y, desde luego, tampoco conocía Fez, que me ha sorprendido muchísimo.
Es donde por primera vez en mi vida, recuerdo cuando era muy pequeño una vez que fui a Santander la primera vez, tendría tres años como mucho, y mi madre y mi tía se metieron en una tienda, yo me lié por allí, empecé a caminar por las calles, me perdí por completo, y bueno, ellas se asustaron mucho, salieron, al final alguien me encontró.
Y yo las vi a ellas buscando y ya se acabó la historia.
Pues algo parecido me ha pasado en las calles de Fez, en lo que es la Casua, en la Medina, toda esa ciudad vieja que nos perdimos, no sabíamos ni dónde estaba nuestro hotel, ni cómo llegar.
Es un lugar que está sobre una ladera construido con callejuelas tremendas, con techo sobre las calles, de manera que no ves el cielo.
Y todas las calles están llenas de tiendecitas, de gente, es un laberinto de pequeñas callejuelas.
Entras por una tienda, sales, pasas por tres o cuatro sitios, trasciendas, no sé qué, sales a otra calle, o te encuentras con puntos muertos, nunca sabes dónde estás, únicamente sabes que o subes o bajas, porque la ciudad esta vieja está hecha sobre la ladera de una montaña.
Independientemente de que yo me perdiera, fue una aventura fascinante, son muchos cientos de años de historia, es lo más antiguo que hay en Marruecos, lo primero que se construyó en Marruecos, cuando Marruecos ni existía siquiera.
Históricamente ha sido muy interesante, y ver cómo de pronto no es un viaje a un lugar, es un viaje en el tiempo, es un viaje a un pasado, cuando estás allí todo el mundo de esas tiendecitas en la calle que te venden, que te meten aquellos vestidos, todos los productos encima de ti en la calle, no hay coches, no hay bicicletas, son callejones que te pierdes, y es como un viaje al pasado, a la Edad Media, y es muy desconcertante, la verdad que es muy desconcertante, de pronto te sientes en la Edad Media, un viaje en el tiempo, y además sin conexión con el futuro, no sabes dónde ir, dónde está tu maleta, dónde está tu hotel, cómo salir de allí, una verdadera aventura esa parte.
Una experiencia que nos comenzamos a contar hace siete días, de todo ese viaje, aparte de Fez, ¿qué es lo que más te ha llamado la atención, Francisco? Bueno, el desierto, ya lo conocía, lo he visitado en varias ocasiones, pero como siempre, procuro aprender algo más.
Este desierto, para quienes lo ignoren, fue en su día un mar que se desecó, así de sencillo, y todavía eso no cabe ninguna duda, porque encuentras muchísimos fósiles, pero muchísimos fósiles marinos, apegados a rocas y tal, de hecho, en uno de los hoteles donde estuve, tenían lo que era el pasillo por el que caminaban, tenían el piso de cristal y ahí abajo había fósiles enormes de marinos encontrados allí mismo, en la montaña, y eso nos hace pensar mucho en la formación del desierto.
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