EHC 7X14. Lovecraft en el cine: adaptaciones de El caso de Charles Dexter Ward 62706c

Los perros están nerviosos. Alguien se aproxima a la guarida de los ninjas.

Hola, estás escuchando El Horror Cósmico, con la S entre paréntesis, el podcast de terror, humor y ficción absurda.

Hola amigos y amigas de El Horror Cósmico, con la S entre paréntesis, bienvenidos a este vuestro lugar de ocio en el que a mí a veces me gusta pensar como si fuera un bar.

Un bar en el que os ofrecemos diferentes tapas, diferentes platos, pero que tiene como muchos bares una especialidad.

Y nuestra especialidad es, sin duda, el cine Lovecraftiano, las adaptaciones de H.P. Lovecraft y las películas basadas en su obra o en los mitos de Cthulhu o remotamente inspiradas en ellas.

Y hoy volvemos como todas las temporadas con un especial Lovecraftiano, un especial sobre adaptaciones al cine de una de las obras de Lovecraft que ya tocaba en esta temporada, sino no seríamos El Horror Cósmico, con la S entre paréntesis, y este va a ser el especial de esta temporada en el que vamos a hablar ni más ni menos que de adaptaciones al cine de la única novela corta, pero novela que escribió Lovecraft, dado que lo demás fueron relatos que por extensión no llegaban ni siquiera a esa clasificación.

Y es que vamos a hablar del relato, lo analizaremos en profundidad, de la historia del caso de Charles Dexter Ward y también de todas las adaptaciones que ha tenido en la gran pantalla.

Así que ya sabes, si estás preparado, si estás preparada, coge las cenizas de ese muerto y prepárate a revivirlas, porque ya empieza...

El Horror Cósmico, un plan para hacer ver desde atrás...

No hace mucho que desapareció de un hospital privado para enfermos mentales, cercano a Providence, Rhode Island, un individuo muy peculiar.

Atendía al nombre de Charles Dexter Ward y fue internado allí muy a su pesar por su afligido padre, que había visto cómo su enajenación pasaba de ser una mera excentricidad a una siniestra manía, que implicaba tanto la posibilidad de tendencias homicidas como un profundo y extraño cambio en el aparente contenido de su imaginación.

Los médicos iten su considerable desconcierto ante el caso, puesto que ofrecía anomalías generales de carácter fisiológico y psicológico.

En primer lugar, el paciente parecía extrañamente mayor de lo que correspondería a sus 26 años.

Es cierto que el desequilibrio mental acelera el envejecimiento, pero el rostro de este joven había adoptado un matiz que por norma general sólo adquieren los muy ancianos.

En segundo lugar, sus funciones orgánicas mostraban unas extrañas proporciones sin parangón en la práctica médica.

La respiración y el ritmo cardiaco manifestaban una sorprendente falta de simetría.

Había perdido la voz y no podía emitir sonidos por encima de un susurro.

La digestión era increíblemente prolongada y estaba reducida al mínimo, y las reacciones neurológicas a los estímulos normales no guardaban relación alguna con ningún registro conocido, ni normal.