Elric de Melniboné - M.Moorcock (6) 4z3e5e

Relatos cuentos narraciones y otras fábulas del mundo pasado presente y futuro espejo de atropos y tú te atreves a mirarte al espejo capítulo seis persecución premeditada como altivos leviatanes las grandes naves de guerra doradas se abrían paso entre los restos de la flota invasora algunos barcos de esta ardían a la deriva y otros estaban hundiendo todavía pero la mayoría se habían sumergido ya en las profundidades insondables del canal las naves en llamas producian extrañas sombras que bailaban contra los húmedos muros de las cavernas marinas como fantasmas de la matanza ofrecieran un último saludo antes de partir hacia las profundidades marinas donde se decía reinaba todavía un rey del caos que incorporaba su flota fantasmagórica las almas de aquellos que morían en batalla en cualquier océano el mundo o quizá esos muertos tuvieran un destino más agradable el de servir a estrella señor de los espíritus acuáticos que gobernaba las aguas superficiales de los mares sin embargo un puñado de naves enemigas había escapado de algún modo los marineros venidos del sur habían roto el cerco de las enormes galeras doradas habían retrocedido sobre sus pasos en el canal y debían de haber salido ya a amar abierto la noticia llegó pronto al buque insignia donde el reich magnum collins y el príncipe yerko se habían reunido de nuevo sobre el puente para contemplar la destrucción que habían causado ahora debemos perseguirles y acabar con ellos dijo yerko estaba sudando y su rostro moreno brillaba la luz de las llamas sus ojos parecían febriles tras ellos el rig se encogió de hombros se sentía débil y no había llevado consigo una dosis de reserva de las drogas que le devolvían el vigor deseaba regresar a reír y descansar estaba harto de aquel baño de sangre harto de ir común y harto sobre todo de sí mismo el odio que sentía por su primo consumía todavía más sus escasas fuerzas y odia al odio que sentía eso era lo peor no que se vayan sin castigo vamos señor nosotros no actuamos así el príncipe ir con se volvió hacia el anciano almirante es esto propio de nosotros almirante magn collin el almirante respondió con un encogimiento de hombros también él se sentía fatigado pero su fe fuero íntimo estaba de acuerdo con el príncipe yerko cualquier enemigo de ni bone debía recibir su castigo por atreverse siquiera a pensar en atacar la ciudad de ensueño pese a ello mcclung chole murmuró responder