
Entrevista a Alberto Sotillos. ¿Una izquierda crítica ante el sanchismo? 4wt5f
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Alberto Sotillos es sociólogo y tertuliano. Y sobre todo un humano muy político. En esta entrega de las entrevistas de El Jacobino hablamos con una persona muy conocedora de cómo funciona la política en 2025. Que parece fácil, pero no. Sin dejarse arrastrar por clichés analiza con agudeza los problemas de nuestra democracia en la actual fase del sanchismo terminal, criatura que vio nacer de primera mano. Una década de polarización, cesiones a nacionalistas, degradación institucional, parches para los problemas sociales y ninguna reforma de calado. ¿Es útil el sanchismo para España? 1tiy
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Muy buenas a todos los seguidores del Jacobino. Es un honor para mí presentaros esta segunda entrega de la nueva etapa del Jacobino 2.0, por así decirlo. Más hoy es un honor estar aquí con un buen amigo Alberto Sotillos. Encantado de teneros por aquí, Alberto. Muchas gracias por aceptar la invitación, me he ido hasta aquí a charlar con vosotros. Y bueno, eso nos gusta, es un tema que nos gusta.
Tenéis tinta suficiente. Sí, sí, hay tinta. Y bueno, yo quería empezar con... Bueno, yo creo que a Alberto no hace falta presentarle, le conocéis todos, le veis en la... No porque sea impresentable, no es eso, sino porque le veis en la televisión, le leéis, Alberto es consultor... Alberto es, bueno, una persona muy política, muy política. No sé si se puede llamar político todavía, pero bueno, yo creo que a nivel analista político, has sido político, has militado durante unos cuantos años en el Partido Socialista Obrero Español, y por ahí te quería preguntar, ¿no? A mí, cuando repasaba tu trayectoria y pensaba en lo que...
Soy sociólogo, sobre todo.
Sociólogo, para nivel profesional.
Tiene que poner en valor lo que nos haya...
Bueno, y escritor, y ensayista, y novelista, ¿eh? Todo eso también. Pero cuando repasaba un poco tu trayectoria, Alberto, y es un poco por lo que me gustaría empezar, y la poniendo un poco en contraste con lo que hemos intentado nosotros en Izquierda Española, veo ciertos paralelismos, salvando las distancias, a tu favor, siempre a tu favor, de cómo se ha intentado durante años articular una alternativa en un espacio político-ideológico que es más o menos análogo.
Es una socialdemocracia más razonable, más reconocible, menos populista, menos caricaturizada por el personalismo, por lo identitario, por tal...
Y cómo ni dentro del Partido Socialista ha sido posible, y en un momento determinado gente muy valiosa, y te incluyo entre ellos, lo intentasteis, y cómo en el Estarradio, en la periferia política de los grandes partidos, también algunos otros, con mucho menos talento, lo hemos intentado, y tampoco ha sido posible.
Bueno, a pesar de que tu padre estuviera en la línea, que hay que recordarlo.
Vosotros seguís, lo cual ya es un éxito y es...
Claro, me refiero al intento de las europeas.
Sí, no, pero bueno, seguir en la carrera es el hecho de que todavía hay una opción, una esperanza y unas ganas de continuarlo.
Es un espacio necesario, vital, imprescindible.
Desde el punto de vista teórico, no puede haber un espacio mejor.
Ahora, práctica, en el espacio práctico, es sorprendente el poco hueco que hay.
No sé si iba a decir mediático, electoral, de posicionamiento social, de redes...
Sorprende porque a lo mejor es un espacio como perdido, que a lo mejor necesita una reflexión inmedia, pero tampoco es que sea un espacio difícil de entender.
Es verdad que enfrenta al populismo...
Joder, hablar de socialdemocracia parece como muy enrevesado, pero es muy simplecito.
De hecho, yo creo que la gente...
No quiero pararse de la rosadilla, pero la gente socialdemócrata no lo sabe, ¿no? Pues un poco ha sido para que siempre el que dice esto...
No me asustes.
No, no, claro.
Pero es que la frase fue muy buena.
La gente de UPyD no lo sabe.
Pero sí que es verdad que la gente normalmente, incluso la gente que dice que es liberal cuando hablas con ellos, en el fondo el liberal español es un socialdemócrata.
Necesita el Estado de bienestar.
Claro, necesita el Estado de bienestar, tiene una gestión de impuestos más o menos, hay que quitarlos, hay que subirlos, pero al final ningún español rechaza lo que hemos construido entre todos, la fortaleza del Estado, y no es simplemente la carretera, la sanidad, la educación, sino el hecho de compartir un espacio común.
Eso se entiende.
Lo que pasa es que es muy difícil de vender porque se da por hecho.
Hay veces que las cosas que se dan por hecho son las que se pierden.
Dentro del Partido Socialista, pues imagínate, nosotros en su momento, hace años, la corriente que queríamos hacer era el socialismo democrático, que literalmente socialdemocracia.
No fue posible.
Pedro Sánchez no puso facilidades para que ese espacio se desarrollara, por decirlo de alguna manera, y ahí se quedó.
Yo creo que lo que en su momento era la rama del partido, pues desapareció esa rama de la socialdemocracia y es un poco funcionalismo ahora.
Entonces es verdad que debería haber mucho espacio.
Y es incomprensible cómo ese espacio no se llena.
Yo supongo que es por eso, porque se da por hecho.
Ya somos socialdemócratas.
¿Y ahora qué más? Hay que mantenerlo y ampliarlo.
Vamos a tirar del hilo de eso, que voy a preguntarte eso.
¿Quién era Pedro Sánchez en aquel entonces? ¿Quién es Pedro Sánchez hoy? ¿Cuántos Pedro Sánchez hay? Porque Pedro Sánchez da la sensación a veces que es...
No sé si la ambiducia, no sé, no llega...
Pero es claro, ha habido tantas.
Para cada declaración, para cada posicionamiento, la hemeroteca nos dice prácticamente la contraria.
Yo recuerdo a Madina diciendo que el principio de contradicción duró 24 horas.
Yo creo que esa frase ya se quedó bien.
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