EP124 - Lo No Reciproco es Insostenible 5w53k

Esto es algo más allá del tú y yo somos uno mismo. Va mucho más allá del tú eres yo y yo soy como tú.

Sigue escuchando soy como tú y deja de sentirte totalmente solo en este mundo. Date cuenta que hay algo más allá. Vamos a darle.

¡Hola, hola! Yo soy Val y soy como tú. Bienvenida, bienvenido, bienvenide a un nuevo episodio de este podcast.

Muchas gracias por estar un día más conmigo, una semana más conmigo, un mes, un año más, un episodio más conmigo.

Oigan, el día de hoy quiero hablar como de un tema digamos un poco profundo. No es nada turbio ni nada complicado, pero sí es un poquitiqui profundo y puede que dañe ahí algunas emociones en ustedes.

Puede que, no sé, nunca sabemos qué es lo que va a pasar.

Pero es que el día de hoy quiero hablar de cómo lo no mutuo es insostenible.

¿A qué me refiero cuando digo que lo no mutuo es insostenible? Verán, en esta vida todo se trata de relacionarse.

Y no hablo solamente en una cuestión de parejas sentimental de ese modo, sino también en un modo de relación de familia, en relaciones laborales, de amistad, en todo lo que tú haces en tu día a día de una u otra forma tienes relaciones.

O sea, te estás relacionando.

¿Y qué pasa cuando en alguna de esas dos partes ya nos está dando y recibiendo lo mismo por ambas partes? Cuando ya no está siendo mutuo el cariño, mutuo el amor, mutuo el respeto, mutuo el acuerdo, todo.

Pues todo empieza a caer, empieza a ser insostenible.

Y hay mucha gente que a pesar de que se está dando cuenta de esta situación, como que se aferra la fuerza y decide continuar ahí a pesar de que sabe que no es su lugar.

Perdón, me llegó una notificación y quería ver si era algo importante.

No lo es, podemos proseguir.

¿Y por qué menciono esto? Fíjense que ahora que me mudé de todo, o sea, que me mudé de país, que dejé a muchas personas y cosas y situaciones atrás, fue cuando más latente sentí esta frase de lo mutuo es insostenible.

Lo menciono porque cuando tomé la decisión de mudarme de país, conscientemente también tomé la decisión de no comentarle a casi nadie.

O sea, fue algo como... no secreto, pero sí era algo que no tenía interés como de compartir con ciertas personas o no con todas las personas.

Y esto se derivaba a que yo me di cuenta que yo siempre he sido una persona que pone muy al frente, muy como prioridad a los demás antes que a mí misma.

Y durante mucho tiempo de mi vida he sido así, y ustedes lo saben, si es que llevan un tiempo escuchándome, saben que siempre fui así.

Con el paso del tiempo, obviamente, como que esto fue cambiando, disminuyéndome, fui obviamente priorizando más a mí, etc.

Pero, de todas maneras, aún hay ciertas personas, o había más bien ciertas personas a las que yo, digamos, que de cierta manera tenía como en un tipo pedestal chiquito, y que yo decía como, wow, es que son mis amigos, es que los quiero, es que ellos me adoran, que no sé qué.

Pero eventualmente, cuando empiezan a pasar todos estos cambios en mi vida, que yo decido no aislarme, pero sí como medio alejarme como para mantener y ordenar todas mis ideas, mi paz mental, mis emociones, porque yo era un torbellino de caos dentro de mí, me fui como distanciando un poco y me di cuenta que todas las personas a las que yo quería, a las que yo priorizaba, a las que yo decía de que, wow, yo sé que si algún día los necesito, van a estar ahí, pues vaya.

Ni siquiera fueron para escribirme un hola.

Y yo decía de que, wow, ¿por qué tendría yo que avisarle a toda esta gente que me voy? ¿Por qué tendría yo que hacer circo, maroma y teatro para decirles, eh, me voy a ir, despidámonos todos, salgamos a cada rato, bla, bla, bla? Cuando la verdad es que ni siquiera siento esa necesidad, o siento como estas ganas de expresarme con ellos, de decirles de que, oigan, estoy pasando por momentos súper duros, estoy pasando por momentos complicados, me voy a ir no sólo de mi casa, no sólo de mi ciudad, sino de mi país, me alejo de mi familia, me alejo de todo lo que soy, lo que conozco y empiezo literalmente desde cero.

Porque aparte no suena como, ay, el gran cambio de la vida, pero vaya.

CC por Antarctica Films Argentina