Es tu turno - Consuelo Navarro Fernández - 19 marzo 2025 6c3ie

Es tu turno. ¿Quieres estar al día de todas las novedades que se producen en la comarca? ¿Conoce la actualidad de la mano de sus protagonistas? En Es tu turno recorremos la manchuela dando voz a todas las personas que tengan algo que contar.

Nos escuchamos en el 106.5, en Radio Iniesta. Marcamos la diferencia.

Buenos días y bienvenidos a Es tu turno.

Hoy nos acompaña aquí en el estudio de Radio Iniesta Consuelo Navarro Fernández que el pasado 7 de marzo recibió en Toledo un homenaje por parte del gobierno regional en los actos englobados en el Día Internacional de las Mujeres.

Hola, buenos días Consuelo.

Hola, buenos días.

Oye, ¿qué tal fue el acto de homenaje? ¿Cómo te sentiste al recibir esta distinción? Pues fue algo inesperado, pero muy, muy, muy bien, muy positivo porque este homenaje o este reconocimiento que fue en Consuegra, Toledo, cuando lo recibí me acordé de todas las mujeres que han pasado por mis manos, porque he tenido o con ellas y con pequeños logros hemos podido cambiar la sociedad.

Son 30 años de trayectoria ya como trabajadora y dinamizadora social.

¿Con qué te quedas estos 30 años? Con 35, más de 35.

Sí, me quedo con el avance que ha habido y con el seguimiento al avance que tenemos que hacer.

Y recuerdo hace esos 35 años cuando empecé que las asociaciones estaban empezando y cómo las mujeres de la zona rural tenían que dar el salto porque eran criticadas con palabras no adecuadas no solamente por los hombres sino también por las mujeres y ahora esas palabras ya no existen, ya nos reímos de quien las dice.

Oye, ¿y cómo ha cambiado tanto, cómo ha cambiado la cosa en estos 30 años? Hemos pasado de no tener prácticamente nada en materia de igualdad a lo que conocemos hoy en día.

¿De qué forma se trabajaba en materia de igualdad y de derechos sociales con las mujeres del mundo rural hace 30 años, hace 35? Yo recuerdo, vamos a ver, recuerdo hace tiempo no había legislación, cuando yo empecé no había legislación.

Me acuerdo que un caso muy importante fue el de Ana Orante que salió en televisión y después su muerte la tuvimos que llorar todos y todas las españoles.

Y a partir de ahí Castilla-La Mancha fue pionera en la legislación en el 2001, el 17 de mayo del 2001, creó la ley de violencia de género para ayudar a las mujeres en recursos de acogida.

Yo ya estaba trabajando ahí y entonces las leyes han hecho huella, han hecho huella en positivo.

O sea que las leyes están ahí, las leyes las acogemos y la información de las leyes es importante.

Ya en el 2018 la ley de una sociedad libre en violencia, el gobierno regional de Castilla-La Mancha la ha hecho para mejorar y darle oportunidades a las mujeres que están sufriendo.

Hacía falta, entiendo, ese marco regulativo un poco, recursos también para las mujeres que sufrían esta violencia, ¿no? Y Castilla-La Mancha fue un poco pionera en ese sentido, también un poco de vuestra mano, ¿no? Con ASERCO también, la Asociación de Servicios a la Comunidad, que también estuvisteis ahí en esos inicios.

Sí, nosotras trabajábamos, empezamos como animadoras socioculturales en los pueblos, en las zonas rurales.

Yo recuerdo de llevar toda la zona sur de Cuenca, que eran 100 pueblos o algo así, que me veía y me deseaba para ir y para formar las asociaciones me llamaban, las legalizábamos, las asociaciones motivábamos y evidentemente veíamos la problemática que había en las mujeres.

Luego, posteriormente, ya tuve menos zonas, que fueron toda la zona sur-este, la zona de nuestra manchuela, era la que llevaba todas las asociaciones y con las mujeres para trabajar toda esta situación.

Y al principio fue muy complicado, muy complicado porque la información no existía.

Entonces, porque fue antes del 2001, de la legislación, la información no existía y al no existir información las mujeres tienen miedo y la gente es libre de criticar.

Y entonces nos dábamos cuenta cómo había mujeres que estaban sufriendo violencia en las zonas rurales y como no había ninguna legislación ni había nada, ¿qué ocurría? Que denunciaban y se iban a su casa, les ponían al marido una multica de 200 pesetas o de 100 pesetas, en aquellos años eran pesetas porque era antes del siglo pasado, y resulta que volvían otra vez con el supuesto agresor.

Entonces, nosotras que trabajábamos en las zonas rurales, un grupo de mujeres, éramos cinco principalmente, dijimos esto no puede ser, vamos a formar una asociación.