Escalofriante presenta: EL REGRESO DE VAN KEEL,Tercera Parte, por Umbriel Korvo 6q2m6o

Un nuevo impacto dio de lleno sobre el cuerpo del mago, Vakil cayó al suelo una vez más horriblemente mutilado.

Esto va a ser muy entretenido mi viejo amigo, muy divertido, estas son las huestes bestiales de mi hijo Icharon, al final ellos se repartirán lo que quede de ti.

El regreso de Vakil, tercera parte, por Umbriel Corvo.

Enorme dificultad para respirar, Vakil revisó sus heridas, su brazo se encontraba retorcido en un ángulo totalmente antinatural, un inmenso corte le había partido el hombro derecho hasta quebrarle la clavícula, el cuello le sangraba profusamente y su oreja izquierda había desaparecido carbonizada, su visión se hallaba desenfocada, se arrastró torpemente empujándose con solamente una de sus piernas, descubriendo que su cadera estaba fuera de su sitio, el terreno verde y negro parecía cerrarse a su paso, rodeándolo con espinas más y más largas que parecían acorralarlo, el jacrob no escatimaba detalles para con él, alzó un poco la cabeza, no se equivocaba, las bestias estaban siguiendo su rastro de sangre, alcanzó a ver cerca de una docena y se encontraban a menos de 100 metros, intentó quedarse quieto para así tener algo más de tiempo, de pronto uno de los más grandes de la jauría emitió un rugido, parecía una cruza entre un jabalí prehistórico y un felino de cuerpo muy musculoso, comenzó a aproximársele, con dedos temblorosos Van Keel extrajo su cuchillo y apartó la vegetación hostil, no intentó ponerse de pie pues sabía que no iba a hacerle posible, el animal ya separado del resto comenzó a acercársele con lentitud, Van Keel tomó el arma por el mango con ambas manos, todavía necesitaba un poco más de tiempo, con la agilidad de un tigre la bestia saltó sobre él, el mago se apartó torpemente, las mandíbulas alcanzaron a cerrarse en una de sus piernas quebrándola con una feroz entellada, sacudió la horrenda cabeza y empezó a arrastrarlo hacia sus compañeros que entre gruñidos empezaron a rodearlo, Van Keel apoyó el cuchillo sobre su pecho, comenzó a sentir que su cuerpo se endurecía, estaba metabolizando y concentrando toda la energía que al chacrón había utilizado para dañarlo, la transformaba en un calor intenso que su cuerpo comenzó a irradiar, lo suficiente para que las bestias se apartaran confundidas, se enderezó un poco y hundió el filo del arma en el suelo, sus labios ensangrentados susurraron una invocación realmente muy antigua, cruzó dos signos de poder entre las plantas espinosas que se apartaron ligeramente, muy rápido había comprendido que las capacidades de ferrer habían alcanzado un nivel descomunal casi propio de un ser divino, obtenido tras nadar en la sangre no coagulada del cadáver del primer dios de la destrucción, y sabía perfectamente que en su actual estado de debilidad no podría enfrentarlo, pero podía pedir prestado un poco o mejor mucho dejándose dañar lo suficiente para luego poder contrarrestar sus ataques cargados de sadismo, los animales decidieron no esperar más y al unísono atacaron con furia, en el suelo dándoles la espalda, Bucky trazó una marca profunda entre la vegetación, mientras las plantas