Ladridos al Amo 1e492j

La Voz de su Amo fue algo más que el acertado emblema de un sello discográfico. Representaba también a todo un mundo: a la izquierda, el gramófono, una representación elegante del poder de la industria emisora de mensajes. A la derecha, el perro, los perros, nosotros, la audiencia dedicada fervorosamente a la misión de escuchar. Hasta que un día el altavoz fue reemplazado por un ordenador en red y un perro le dijo a otro perro: "Lo bueno de Internet es que nadie sabe que eres un perro". Y, desde entonces, los ladridos cambiaron de sentido y los amos de los medios vieron cómo el gramófono se daba la vuelta.