Feminicidio, Laura Pausini, Israel, derechos humanos y democracia. FORJA 294 3l4z1n

Bueno, pues continuamos con la última lección de esta jornada intensa, la segunda conferencia de Santiago López, Derechos humanos y fundamentalismo democrático. Vamos a comenzar hablando de los derechos humanos y sobre todo en su concepción, en tanto en cuanto son considerados derechos naturales, precisamente porque estos derechos, en tanto que naturales, sólo se pueden entender como tales si somos solidarios con esa idea de persona que hemos criticado antes como ya sustantivada, como ya dada a priori y ni lo tempore, de ese espíritu. Entonces, de alguna manera, los derechos humanos, si se entienden como naturales, no es sino porque pareciera que son una especie de tatuaje en ese espíritu o en el alma humana, como si estuvieran impresos de alguna manera.

Entonces, en la medida en que en el momento de nacer, pues uno ya tiene derechos, es el Estado, como he dicho, el que tiene que reconocerlos, porque se supone que ya están ahí, para que el Estado los haga, digamos, simplemente efectivos, pero que ya los tenemos y si el Estado no los reconoce, el Estado es malo, por así decirlo.

Y esta connotación de derechos humanos ya nos está diciendo, de alguna manera, por qué algunos convierten al Estado, por ejemplo, en una ONG, porque si precisamente los derechos humanos ya están inscritos, tatuados, impresos en mí, digamos, el Estado que tiene que reconocerlos, lo que está diciendo es que la política está subordinada a una cosa que ya no tiene que ver con la política, a una cosa supuestamente natural, a una moral universal, pero si la moral fuera universal, la política ya no tiene ningún sentido, si nos pudiéramos armonizar en el género humano, la política deja de tener totalmente ningún sentido.

Los derechos humanos, justamente, no pueden ser humanos, e insisto, no por el hecho de que sea muy difícil conseguir que todos los seres humanos tengan cumplidos todos sus derechos, como si el problema de que no se cumplan los derechos humanos es que somos incapaces, o que somos tan tontos, o que los políticos son tan tontos, o tan malos, que no saben de qué manera armonizar los derechos de todos, pero que ya están ahí, esperando a ser reconocidos, sólo hace falta que el Estado encuentre la manera, y por eso te encuentras con muchos políticos diciendo que hay que encontrar nuevas formas de, hay que saber inventar, están buscando fórmulas para que la materialidad del mundo, los problemas objetivos que no se enfrentan, se adopten a la supuesta fórmula que uno quiere imponer.

Aquí parece entonces que los problemas de la política, por los cuales no podemos tener todo el mundo derechos, o no podemos tenerlos en igual medida, pareciera que esto, de alguna manera, es justamente que el mundo es una cosa morfa, plástica y totalmente deforme, y cuando uno descubra la fórmula concreta que implantar en el mundo, entonces ya se podrá armonizar esa especie de conexión donde todos estamos armonizados unos con otros.

Bien, pero es que el problema de los derechos humanos es que no son humanos porque no pueden serlo, no porque sea muy difícil llegar a ellos, sino porque es imposible alcanzarlos, es una cuestión de hecho. Me van a permitir que les cuente de nuevo otro nuevo chascarrillo que me pasó la semana pasada, que viene yo creo que justamente al caso, ya alguno lo puse el otro día por redes sociales, bendita la hora, de hecho porque me llegaron mensajes de te van a denunciar, eres un mamón, en fin.

Voy a contar, la semana pasada, permíteme que me extienda un poco, me llamó una prima mía y me dice que quería ir a un concierto en Madrid y que la amiga, que mi prima había comprado dos entradas, pero la amiga la había dejado tirada en el último momento y que no quería ir sola, entonces me pidió que yo la acompañara, y digo ¿y quién es? Dice Laura Pausini, yo también la conocía, no soy un fiel seguidor, pero bueno, pues yo la conocía y entonces digo venga, pues es música en directo y yo que también soy cantante digo pues venga, vamos a escuchar allí la cosa.

Yo me fui allí y ya desde el minuto uno, todo el concierto, entre canción y canción, fueron saliendo absolutamente todos y cada uno de los dogmas que podemos ver en la televisión. Banderita, LGTBI, hay que reconocer todo porque es un derecho humano, derecho de los animales, derecho al planeta, literalmente un vídeo catastrófico, literal, todo ardía, había llamas por ahí, el planeta se acaba, así tal cual.

Y en último lugar, donde Laura Pausini más se recreó, dije mujer no digas el nombre, igual te buscaré.