El gran apagón 2r1z29

Hola a todos, buenos días, buenas tardes, buenas noches, dependiendo de la hora a la que estéis escuchando esto. Soy Gino Coppola, bienvenidos a otro especial de un Red de Gran Moncayo. Ya tuvimos la semana pasada el tema de que las pichó el papa, perdón, se murió el papa, y hoy nos toca el gran apagón español. Y tengo aquí a los dos que he podido conseguir, porque claro estábamos en otras cosas, que es aquí a Pelayo. Pelayo, gracias por venir. Gracias por invitarme como siempre. Y Paton, el otro que también ha sufrido, porque estamos los tres que hemos sufrido esto.

Paton, gracias por venir también. Muy buenas noches, día de trabajadora, como no. A ver, bueno, Pelayo, cuéntame cómo lo has vivido. Empezamos por principio, luego ya empezaremos aquí a rajarte el sistema, pero de momento, ¿cómo lo viviste? En cuanto a la afectación material, la verdad que muy poco, porque no necesitaba, ni siquiera necesitaba, como fue un día soleado, incluso aquí por el norte, que tampoco siempre son los días ausentes de nubes, ni una nube todo el día, luz desde la amanecer hasta el ocaso, y por lo tanto, la verdad es que no me afectó en lo personal en ese sentido.

Lo que sí, por supuesto, pensando no sólo mí, sino en el destino de la sociedad que me rodea, vamos, el cabreo que pillé fue mayúsculo. Evidentemente, todavía lo sigo, ya un poco más calmado, pero sigo teniéndolo, y un poquito más de radicalización es para lo que me sirvió. Ya digo, en lo personal no hubo ninguna consecuencia, a dios gracias, pero en fin, que esto, vamos, luego ya tendré tiempo para despotricar y no quiero acaparar el tiempo. Venga, Paton, ¿cómo lo viviste tú? Pues yo me estaba preparando comida, la verdad, para darle el enfoque cotidiano, y se me fue a Lucio.

Pensé que era alguno de esos cortes repetitivos de un medio segundo, de un segundo, que llevo teniendo desde 1 de enero, por aquí en mi vecindario, y me di cuenta que no, y luego bajamos de aquí en el portal porque se nos quedó atascada en el ascensor una vecina. En mi ciudad, total, 80 personas se quedaron atascadas, entonces nos hemos quedado ahí abajo para darle ánimos y tal, porque la pobre le tuvo 40 minutos más o menos, 45, esperando a los técnicos, y claro, por lo demás, pues no hubo ni cobertura móvil, ni de internet, ni de electricidad, así que yo me fui a echar una siesta y me puse a leer los hermanos Karmazov, de Stoyevski. Así se me pasó la tarde, el martes.

Bueno, a mí me pilló trabajando, eran las 12 y 35, yo estaba trabajando y se fue la luz de la empresa, en un primer momento pensamos que era la de la empresa, que no había luz en la empresa, y lo estuvimos mirando. ¿Pero tú estabas trabajando? Yo, claro, sí, claro, y pensamos que era de la empresa. Luego, a los 10 minutos, eran 12 menos, o sea, a la 1 menos 10 por ahí, que era cuando yo tenía que salir para comer, dije, oye, iros y ya veremos a las 3 cuando volváis si hay luz o no, y cuando vamos a coger los móviles nos damos cuenta de que, oye, yo no tengo señal, oye, tú tienes señal. No, yo no tengo señal, nadie tenía señal.

Yo digo, uy, qué ha pasado aquí, que nadie tiene señal del móvil. Salimos a comer, vamos preguntando, tú no tienes luz, no tienes luz, vaya, el pueblo está sin luz, cosa más rara. A ver, no es la primera vez que nos pasa, era un apagón, preguntando, no, no, esto es toda España, digo, ¿cómo que toda España? No tengo nada, ¿no? Toda España y parte del extranjero, digo, ¿cómo que parte del extranjero? Sí, Francia y Portugal están igual, y digo, uy, ¿qué ha pasado aquí? ¿Qué pensamos? Sin ningún tipo de noticia de nada, tampoco tenía a una radio, porque no tengo yo una radio analógica en casa, tampoco tengo pilas.

Y dije, pues esto se ha liado parda, porque estamos conectados, eso sí que lo sabía, o se ve el ataque, pero digo, ¿quién va a querer atacar a España si ya se ataca sola? No me cuadraba, me cuadraba que alguien había liado parda con el sistema eléctrico. Luego decían que también parte del extranjero, que si Italia, que si Grecia, y digo, no sé yo. Entonces, a las cuatro y media, a mí me volvió muy raro.