Los instantes perfectos. Parte 4 2j3e3r

Buenas noches niños tenéis el pijama puesto y el sábado habéis hecho muy bien porque empieza la hora de antes de comenzar hoy tengo unos cuantos saluditos que dar pero en especial a eugenia y julia de siete y cinco años que me escuchan desde ibiza y es que dejaron su comentario en spotify y la verdad es que ahora es cuando me he dado cuenta de ver la forma de leerlos y de estar pendiente de ellos pido disculpas porque sí seguro que ha habido muchos más que me han pasado desapercibidos así que me disculpo a todos los que me oís desde spotify habéis mandado un comentario y os prometo que a partir de ahora si voy a estar pendiente también de los comentarios y de vuestros saludos en spotify también mandó un beso grandísimo acá jairo que me escucha desde galicia a manuela y a lola que lo hacen desde barcelona y beso muy grande alberto y miguel de ocho y cinco añitos que me escuchan desde madrid y que me comentan que les está encantando esta historia de cecilia y arsenio así que ya sin más dilación on vamos a continuar con ella y recordad que me encanta saber de vosotros de gusta a las publicaciones y haced vuestros comentarios y recomendar el podcast vuestros amigos así seremos muchos más en esta comunidad tan chula de es la hora del cuento ahora sí continuamos el gran salón se encontraba en el último piso del club y a la puerta había dos lacayos con pelucas empolvadas para controlar las entradas y salidas de la gente al ver a cecilia insistieron en que no podían dejar participar a la niña en la fiesta de disfraces que se celebraba en él interior las normas del club son claras en ese aspecto dijo uno de los lacayos con voz chillona y engolada solo los honorarios pueden entrar a la fiesta y ella no es un miembro honorario del club fantoni solo es una invitada suya mecido además estas fiestas se prolongan hasta altas horas de la noche y no estaría bien que una niña tan pequeña se quedase levantada hasta tan tarde añadió el otro lacayo que resultó ser una mujer en resumen no podemos dejarte entrar pequeña en realidad sólo vamos a darle un recado a una persona explicó arsenio un recado muy breve en cinco minutos y habremos acabado se lo prometo ni siquiera traemos disfraz los dos lacayos se miraron y uno de ellos se rascó la peluca mientras la otra se encogía de hombros está bien dijo la mujer pasen pero no tardé en salir de lo contrario iremos a buscarles con un suspiro de alivio arsenio y cecilia entraron en la fiesta en seguida vieron a una gran cantidad de personas enmascaradas bailando elegantemente al compás de un vals tocado por una pequeña orquesta junto a las paredes del salón los que no bailaban conversaban entre sí bebiendo champán la mayor parte de los hombres iban disfrazados con máscaras que les tapaban completamente la cara mientras que las mujeres llevaban antifaces y lujosos vestidos de noche que les llegaban hasta los pies arsenio recorrió la inmensa estancia con la mirada buscando la figura de martha lux al final la encontró acodada sobre un piano de cola y riendo estruendosamente con una copa de champán en la mano a su lado había un hombre muy alto que escondía sus facciones tras una máscara de color hueso con los pómulos muy salientes una mueca amarga en la boca arsenio caminó directamente hacia martha lux y la tomó de la mano apartándola de su acompañante detrás de su antifaz plateado los ojos verdes de marta se clavaron en los de arsenio con una mezcla de enfado y excitación querido cuánto me alegro de verte dijo con voz suave y melosa ya no vienes casi nunca por aquí cecilia observó con desagrado la espesa melena castaña de la mujer y su vestido rojo ceñido como un guante marta también se fijó en ella quienes esta mocosa preguntó burlonamente un poco joven para no marta no tengo tiempo para bromas repuso arsenio bajando la voz te estaba buscando por un asus punto muy importante necesito localizar a mauricio rinaldi me han dicho que tú puedes ayudarme a cecilia le dio la impresión de que marta se ruborizaba a mauricio