Jesús te acompaña.Homilia lunes 2/6/2025, P. Santiago Martín FM 172j2q

Jesús, contigo resucitaremos.

El Señor esté con vosotros.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan.

En aquel tiempo los discípulos dijeron a Jesús, Ahora sí que hablas claro, y no usas comparaciones.

Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten.

Por ello creemos que has salido de Dios.

Les contestó Jesús, ¿Ahora creéis? Pues mirad, está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado, y a mí me dejéis solo.

Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre.

Os he hablado de esto para que encontréis la paz en mí.

En el mundo tendréis luchas, pero tened valor, yo he vencido al mundo.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Este fragmento del Evangelio de San Juan me lleva a recordar una historia que contaba, que cuentan, de Kiara Lubick, la fundadora, ya muerta, del movimiento de los Focolares.

Estaban en Trento en la época de la Segunda Guerra Mundial.

Aquella muchacha tenía un deseo enorme de consagrarse a Dios, incluso de hacer un voto privado, de castidad, permanecer en su casa, pero hacer un voto de consagración, de castidad.

Así el sacerdote Capuchino, que la dirigía espiritualmente, para asegurarse de que iba en serio, de que no era un fervor de un momento, porque se trataba de algo muy importante, quiso poner la prueba y le dijo, mira, si haces este voto de castidad, te vas a quedar sola.

Un día tus padres morirán, tu hermano, tenía un hermano, se casará, vivirá su vida, tú te vas a quedar sola.

Piénsalo muy bien, ese voto de castidad privado te va a llevar a quedarte sola.

Aquella entonces joven muchacha le contestó, mientras esté, mientras exista Jesús y Eucaristía, nunca estaré sola.

Recuerdo lo importante que fueron para mí esas palabras.

Mientras exista Jesús y Eucaristía, nunca estaré solo.

De esto habla Jesús en el Evangelio de hoy.

Les está diciendo a los apóstoles, está para llegar la hora en que os dispenséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo.

Está anunciándoles su traición, su cobardía.

Pero no es esto lo más importante.

Lo más importante viene a continuación.

Pero no estoy solo porque está conmigo el Padre.

Esto nos tiene que hacer pensar.

Buscamos, mendigamos o a veces intentamos comprar compañía, afecto, cariño y es como llenar un pozo sin fondo.

Porque lo dice San Agustín, me hiciste Señor para ti y mi alma estará inquieta hasta que descanse en ti.

Solamente Dios puede llenar ese pozo sin fondo porque Dios es el infinito.

Eso no significa que tengamos que vivir en un hermitorio al margen del mundo.

Significa que es ingenuo, equivocado y se pagan consecuencias cuando no encontramos en Cristo la satisfacción plena, la compañía que llena nuestra soledad.

Por eso el Señor ya desde Moisés no decía que teníamos que amar solo a Dios.

Decía que teníamos que amar en primer lugar a Dios.