Los jugadores más infravalorados de la historia de la NBA, parte I 5926q

Bienvenidos y bienvenidas a esto, no es un podcast NBA, el programa de dos indocumentados que aburre a las ovejas. Una semana más, Javier, después de un lapso de tiempo en el que yo la verdad es que esta semana llevo deseando grabar desde, bueno, desde hace dos semanas porque no pudimos grabar la anterior. Lo primero, explícanos qué demonios está ocurriendo con tu vida para que hayas dejado aquí a la gente completamente abandonada.

Claro, a ti te gustaría grabar hace dos semanas. A mí me gustaría, por ejemplo, que no me engañas en firmar una hipoteca, que no tener una ventana rota cuando llego al piso. Claro, claro, claro. Que no debiesen comunidad desde, no sé, desde el Pleistoceno, habría estado bastante bien. No tener que hablar con abogados en mi vida también habría estado un poco interesante. Cosas que pasan. Bueno, es que... Me gustaría ir a internet también. Quieres demasiadas cosas, Javier. Quieres demasiadas cosas y la vida no es tan sencilla. No grabar esto con los datos del móvil estaría... Encima ahora te me has ido aún más lejos.

O sea, porque antes estabas en Mediadoriz, ahora te me vas a ir a vivir a León, que está aún más lejos de mi casa. Sí, pero cuando esté en León calculo que para 2030 más o menos, si todo va bien, ya tendré internet y tendré una habitación pequeña en la que grabar sin eco y esas cosas. Pero bueno, de nuevo, para 2030 quizá. Te iba a decir que ahora que ya eres propietario, yo también soy propietario, estamos más cerca de ser votantes del Partido Popular, Javier. Sí, yo ahora fui a salir de la notaría y de la notaría en mi casa, como media hora andando, y ya empecé a mirar raro a la gente neolaboral que andaba a las 12 de la mañana por la ciudad.

Dije, ¿y estos? Los chinos que nos comen. Sí, sí. No estoy en el punto de abrir una web y entrevistar a Santiago Abascal, pero rozándolo. ¿Sabes cuál es mi objetivo de hoy? Mi objetivo de hoy es que cierres el programa y no hablemos nunca más. Es difícil porque, como ya te he dicho muchas veces, eres el único remanso de caos que ito en mi vida y por mucho que me hagas enfadar no voy a caer, no voy a caer. Hoy vengo ya enfadadillo, hoy no vas a hacerme caer. Cuéntanos, ¿qué tal tu semana? No quiero hablar de mi semana, Javier. No quiero hablar de mi semana.

No quiero hablar de mi semana. Lo que sí que quiero hablar es en este episodio número 52, que teníamos guardado desde hace tres semanas ya, que tuvimos que cambiar respecto del último porque pasó todo lo de la NBA en Europa y el plan colonial que fue realmente el anterior programa que dedicamos. Y en este, que tenemos además muchas ganas de hacerlo y ahora vamos a entrar en materia después de la introducción, iniciamos un nuevo serial centrado en lo que consideramos que son algunos de los jugadores más enfadados de todos los tiempos. Así que sin más dilación, arrancamos.

Infravalorado es un término que se utiliza en la actualidad muy a la ligera. La sobreexposición mediática y consiguiente fragmentación genera cámaras de eco. Eso hace que mucha gente piense que todo aquel del cual no se habla constantemente está menos valorado que otros con los que sí esto ocurre. Una dishonestia cognitiva que contrasta efectivamente con una larguísima lista de leyendas del pasado para los que el reconocimiento es algo que apenas conocen.

Con esta serie, Javi, como decíamos, queremos rendir homenaje a una larguísima lista de leyendas, a diferentes nombres que apenas han recibido atención o bien se les pasa por alto, en contraste a otras leyendas que por bien cercanía en el tiempo o bien por todo lo que han conseguido pues acaban recibiendo mucha más atención de lo que deberían.

Sí, y vamos a hablar de lo que ha conseguido Infravalorado, de verdad. No vamos a hablar de ese jugador favorito tuyo de los Orlando Magic que no ha salido votado para el All-Star pese a apropiar 13 puntos. Estamos hablando de gente que generalmente ha pasado bastante tiempo y hasta cierto punto podemos verlo. Infravalorados de la historia o ganadores.