Libro Culpable, Ed. Narratio 1v5i2o

Viviendo lo Divino, un programa donde encontrarás herramientas e información para tu desarrollo personal y espiritual.

¡Comenzamos! Culpable es el título que Mariana Aguilar, bajo el sello de Narratio, nos presenta a una historia que la verdad leemos las hipnosis y nos quedamos ya con necesidad de saber más qué pasa en esta historia.

Pero qué mejor que la propia Mariana nos platique al respecto y a quien saludo cordialmente.

¿Cómo estás Mariana? Buen día.

Bien, gracias, ¿y tú? También Mariana, un gusto poder charlar contigo.

Por favor, para conocer un poquito más sobre Culpable, ¿cómo fue que ideaste la redacción de este libro? ¿Conociste esta experiencia? ¿La viviste de cerca? Platíquenos.

El delito principal del que habla Culpable es un delito...

Bueno, Aglaya se supone que es una abogada y ya se quiere retirar, odia la abogacía.

Y el día que decide festejar que ya no va a ser abogada porque ganó el último asunto que se había propuesto, le hablan para avisarle que su hermana está detenida y tiene que decidir si defiende a su hermana, a la cual por cierto odia, o si sí se retira.

Entonces, pues le prometió a la mamá que iba a cuidar de la hermana y decide cuidarla.

Y en el proceso se entera que la hermana es una mega delincuente.

El delito que comete la hermana en Culpable es un delito que sí me tocó conocer, que alguien lo cometió en la vida real cuando yo era abogada, pero no era mi hermana y no era una mujer ni siquiera.

O sea, es nada más el delito, la inspiración.

Y de ahí decidí como que ir contando un poco cómo nos sentimos los seres humanos en diferentes situaciones, hablando de emociones, pero hablando de emociones, contando un poco de algunos otros delitos que también conocí.

Los delitos son reales, yo creo que todos, las anécdotas de cómo sucedieron o de quién los cometió, ninguna.

Pero los delitos sí, de hecho, ayer me preguntaban mucho en la presentación si el delito sexual que aparece es real y desgraciadamente el delito sexual en el que esté inspirado fue mucho peor.

A mí me tocó conocer de una violación múltiple a una menor de edad y después todavía la exhibieron en redes sociales y cuando decidí llevarlo a la ficción ya le quité lo múltiple.

O sea, se me hacía demasiado fuerte y no me quería ir por ahí.

Me parece que la verdad es que tres hombres violen a una adolescente es demasiado.

Entonces lo convertí en uno y ni siquiera mucho mayor a ella.

Traté de matizar algunas cosas que incluso a lo mejor pudieron haber generado más morbo tal y como sucedieron, pero que creo que para esta obra no era necesario, no era una obra ni amarilla, ni tan radical, ni tampoco de tanta exposición social.

Era más una obra que pretende hablar de lo que sentimos, de lo que sentimos los abogados con nuestros litigios.

Y yo creo que lo que hubiera sentido si hubiera sido un hombre es similar, entonces nada más como que le bajé el volumen a mis emociones como abogada en esa parte.

Pues no tiene prácticamente nada de autobiográfico, pero al mismo tiempo tiene todo de autobiográfico.

O sea, yo no soy ella, pero un poco todos somos todos y las historias sí son reales.

Pues muy interesante. Entonces, ¿tú quieres reflejar como nos dijiste? ¿Tú eres o fuiste abogada? Yo fui abogada penalista 15 años y después trabajé en la Fiscalía de Delitos Fiscales dos años más.

También es penalista, pero del otro lado de la moneda.

Y regresé como un año o dos más al penal y toda mi familia son penalistas o muchos de mi familia son penalistas y tienen despachos de bastante importancia.

Entonces, como que en mi familia todo el mundo, desde que yo era niña, giraba en torno a estar oyendo casos y nos sentábamos a comer y oyíamos que tal señor hizo tal cosa.

Y siempre me parecía súper atractivo, la verdad, no atractivo cometer delitos, sino escucharlos y saber cómo lo hizo y cómo lo van a defender.

Y entonces, ya que estaba en la carrera, decías que esta carrera es divina en papel, pero es horrible en la práctica, ¿no? Es una carrera muy dura.

Y ahora estoy muy agradecida con haber sido penalista porque es parte de lo que soy, aunque ya no litigo, y sí, y ahora ya nada más está en papel.

Ya no tengo que vivirlo.

Y lo interesante es que reflejas uno de tus tantos casos que seguramente llevaste en esta historia.