MARIANA - PARTE 18 2q4t3

Tus fantasías más prohibidas están aquí relatos calientes hoy presentamos mariana parte dieciocho benito pero qué mierda sí lo inoportuno tuviera grado alcohólico habría caído borracho en el acto el y todo el maldito condominio benito miró el teléfono que seguía sonando tenía sujeto a su compañero desde la base a centímetros de la jugosa concha de mariana tuvo que esforzarse para sostenerse su erecto pene el muy canalla estaba desesperado y le costó mucho retener su arremetida parecía un animal descontrolado por el aroma de una hembra en celo miró la atractiva intimidad que lo esperaba las piernas seguían batiéndose sensualmente a sus costados como dos ángeles que le soplaban al oído que fue y lo hiciera de una vez que penetrara el entregado cuerpos sin medir consecuencias mariana por su parte parecía no escuchar el molesto timbre lo miraba deseosa una lágrima había dejado un surco brillante sobre su mejilla pero su semblante no reflejaba más que felicidad ad y ensoñación sus manitas no dejaban de acariciar tiernamente los hombros de benito y sus pechos vibraban al compás de una irregular y agitada respiración ring ring seguía el puto teléfono era un aparato antiguo que marta había dejado en el dormitorio porque según ella se veía el elegante hacía juego con las cortinas y su color rojo era el adecuado para recibir llamadas de emergencia para que más llamaría a alguien en estos tiempos a un teléfono fijo sino es por una emergencia le había rebatido marta cuando benito cuestionó sus razones y él no pudo dejar de encontrarle algo de razón y esa era precisamente la razón por la cual ahora no podía hacer oídos sordos y seguir con el fantástico sueño que estaba viviendo la incertidumbre del quién y el por qué era un teléfono de mierda que no tenía visor de llamadas y no podía saber quién llamaba maldijo no saber dónde había dejado su celular seguro estaba en el bolsillo de su pantalón que había quedado a los pies del aparador en la sala o quizá lo había dejado sobre la mesa entre las bandejas de pastelillos y la botella de champagne la puta madre no lo sabía tampoco si había sonado o no estuvo tan inmerso entre las piernas de mariana que si lo hizo no lo había escuchado pensó que podrían ser sus hijos les habría pasado algo que no podía esperar hasta mañana los chicos eran maduros y responsables y quitados de bulla además nunca habían tenido problemas pero siempre hay una primera vez sería martha esa idea le preocupó sobremanera si su mujer sospechaba algo y llegaba de improviso lo arruinaría todo estaría tan molesta que bien podría confesarle todo a mariana y mandar a la verga todo lo que habían logrado con ella no no podía darse el lujo de ignorar esa llamada trató de correrse a un lado pero mariana no lo dejó sus piernas siguieron su cuerpo como si no terminara de aceptar que benito debía hacer una pausa antes de meterle la tranca antes de convertirla en su mujer así que tuvo que estirarse para alcanzar el teléfono volvió sobre mariana con el auricular en la mano el cordón ondulado se estiró desde el velador aló dijo por fin con el rostro de su hermosa vecina a escasos centímetros con la verga es recta reposando en su regazo benito habla pedro disculpa la hora la voz debido al silencio apenas contaminado por la pesada respiración de los amantes resonó en toda la habitación benito abrió mucho los ojos apoyó el brazo con que sostenía el auricular en la cama y con la otra mano de inmediato atinó a tapar la boca de su vecina le asombró que mariana ni se inmuta hará era como si estuviese ida fuera de la realidad más allá del gusto de sentirse a punto de ser poseída pedro dijo benito aún sorprendido pero pronto reaccionó y simuló jovialidad forzó una sonrisa despreocupada como si tuviera al marido de mariana justo frente a él no te preocupes estoy atendiendo a las chicas así que aún ni pienso en ir a dormir llame a tu celular pero no conseguí comunicarme oh ahora que lo dices me doy cuenta de que no lo traigo encima se me debe de haber quedado en el auto invento benito sobre