Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
Relatos Sexuales Liberales
Mi esposo me toma fotos dormida y las comparte.

Mi esposo me toma fotos dormida y las comparte. 623673

23/5/2025 · 26:54
0
1.1k
0
1.1k
Relatos Sexuales Liberales

Descripción de Mi esposo me toma fotos dormida y las comparte. 5f6vl

Mi esposo me toma fotos dormida y las comparte. Me tomaba las fotos en secreto. En lencería, en pijama. Desnuda. Le escribían hombres diciendo cómo se habían masturbado viéndome. Yo fingía no saberlo. Pero le hice una jugada que no esperaría. si quieres y gustas aportar al canal puedes arnos por o el pay pal [email protected] paypal.me/relatossex fuente / autor https://www.todorelatos.com/relato/233319/ gk5i

Lee el podcast de Mi esposo me toma fotos dormida y las comparte.

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Gracias por estar en Sintonía. Si aún no estás suscrito, te invito a hacerlo y no te pierdas ninguno de nuestros episodios. Ahora así comencemos.

Mi esposo me toma fotos dormida y las comparte. Me tomaba las fotos en secreto. En lencería, en pijama. Desnuda. Le escribían nombres diciendo cómo se habían masturbado viéndome.

Yo fingía no saberlo. Pero le hice una jugada que no esperaría. No fue que estuviera espiándolo.

Juro que no. Sólo buscaba un archivo viejo en su computador, una presentación de trabajo que juraba haberle pasado. Mientras revisaba su carpeta de descargas, algo me llamó la atención. Una subcarpeta con mi nombre, mal escrito, como si él mismo quisiera que no la encontrara.

Andrés y yo llevamos un tiempo grabando nuestros encuentros sexuales. Sin embargo, sabía con exactitud dónde se ocultaba esa carpeta. Esta era diferente. Me reía al principio. Pensé que sería alguna foto mía tonta, una de esas que me toma cuando duermo o estoy desprevenida. Lo ha hecho desde siempre. A veces me lo muestra entre risas, yo con la boca entreabierta, una pierna colgando de la cama, en pijama, sin glamour. Siempre pensé que lo hacía por cariño, por gusto. Me parecía incluso tierno. Pero cuando abrí esa carpeta, me quedé inmóvil.

No eran dos o tres fotos. Eran decenas. Decenas.

Dormida. Boca abajo, sin nada puesto. Con mis tetas o mi coño al aire de lado, con una camiseta vieja y sin panties. De espaldas, con la sábana apenas cubriendo la curva del culo. Dormida, siempre dormida. No entendía. Nunca pensé que fueran tantas.

Y no sólo era la cantidad. Era cómo estaban tomadas. Algunas se veían hasta artísticas.

El ángulo. La luz. La intención. Muchas otras no eran inocentes. Eran muy. Explícitas. No eran para el solo. Lo sentí enseguida. Cerré la carpeta. Apagué la pantalla. Me hice la enojada, pero no dije nada. No quería gritar. Quería entender. Esa noche dormí inquieta. Me di vuelta más de la cuenta. No por él. Por mí. Porque la verdad, la jodida verdad, es que me había mojado.

Y eso me asustó más que cualquier foto. Durante los días siguientes, no dije una palabra. Él no sospechaba nada. Seguía con su rutina, conmigo, con el trabajo, con su forma de acariciarme desprevenido mientras pasó cerca. Y yo, yo empecé a probarlo. A tenderle trampas.

Una noche fingí dormir más temprano. Me puse la bata de seda, esa que se abre fácil, y debajo no llevé nada. Me acosté de lado, la pierna asomando, el escote suelto, la respiración suave. No supe en qué momento exacto lo hizo, pero al día siguiente, cuando revisé el historial oculto de la cámara, ahí estaba, la foto. Mi foto. No me molestó. Al contrario. Sentí el pulso rápido entre las piernas.

A veces me dormía boca abajo a propósito. O me soltaba el cabello justo antes de meterme en la cama. Me ponía esa pijama vieja, translúcida con los años. Me quitaba la ropa interior y me tapaba solo hasta la mitad. Lo hacía por él, pero no solo por él. Lo hacía para verme después. Para saber cómo me veía yo a través de sus ojos. Y sí, me gustaba. Me calentaba.

Una noche me quedé despierta más tiempo, simulando que dormía. Lo sentí acercarse. Se inclinó, suave.

Respiró cerca de mí. Y luego, el clic apenas audible del celular. No me moví.

Sentí la humedad entre las piernas. Se acercó.

Comentarios de Mi esposo me toma fotos dormida y las comparte. un4l

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!