Misterios en un mundo sin monstruos | El Milagro de Lanciano. 4m472z

Bienvenidos a un episodio más de psicomiedas fantásticas.

¿Dónde encontrar estas cosas fantásticas? Pues aquí, conmigo.

Soy Laura y hoy vamos a hablar del misterio ecualístico del anciano.

¿Será este el único misterio sin resolver que hay actualmente? ¿Por qué nos gusta el misterio? Pues nos gusta porque necesitamos pensar que no todo está bajo control, que hay cosas que todavía no se pueden explicar, que el universo no es sólo facturas, correos sin contestar o vídeos de gente haciendo el tonto en TikTok. Queremos pensar que en algún rincón del mundo hay algo raro pasando, un secreto, un código, algo que no entendemos, un mensaje oculto en una canción al revés. Nos encanta el misterio porque nos da permiso para imaginar, porque no es lo mismo perder las llaves que pensar ¿y si me están mandando una señal para que no salga hoy? ¿y si tengo un homo o un ente que me esconde las llaves? No es lo mismo simplemente soñar con tu abuela que pensar mi abuela me está enviando un mensaje.

Pensad que si todo tiene explicación científica entonces ¿qué nos queda? ¿Ver documentales de volcanes y ya? ¿Ver las noticias o ver las series random de moda? No, nos gusta el misterio porque en el fondo nos gusta creer que todavía no sabemos todo y mientras quede un rincón sin explorar seguiremos mirando por el rabillo del ojo por si acaso hay algo ahí y eso siempre ha sido así. Desde que el primer hombre miró al cielo y vio un rayo y pensó hay algo o alguien ahí que está cabreado pues el misterio empezó a unirnos porque el misterio ahora es entretener pero antes servía de cohesión en el grupo. Contamos historias alrededor del fuego, historias que no podíamos comprobar pero que todo el mundo compartía, mitos de dioses, espíritus del bosque, seres que te comían si te alejabas del poblado, todo eso no sólo era folclore, era una manera de construir una identidad y también una forma de control social. ¿Quién eras tú? Pues eras el que cree en el mismo monstruo que yo, el que sabe que si cazamos en luna llena pues hay un espíritu que se va a enfadar.

Todo eso era pertenencia, era sentido, era el nosotros frente al caos, frente a lo desconocido y hoy en día igual pues no creemos que hay un dios en cada nube pero seguimos compartiendo misterios en masa, los ovnis, el horóscopo, que sí, ahora la inteligencia artificial, la conspiración de Paul McCartney que murió pero fue reemplazado por un doble, lo que pasa que ahora todo se comprueba, todo se contrasta y lo verificamos todo y eso está bien, miramos esta noticia será real o no, esta foto del ovni en cuenca será fake o no y eso está bien saber la verdad pero nos han quitado la magia del quizá porque google pues si te da respuestas pero creer te da sentido y nos pasamos la vida buscando certezas pero en realidad lo que engancha de verdad es el misterio, creer que hay algo más grande que nosotros nos hace sentir parte de algo aunque sea una fantasía porque si ahora todo se puede explicar dónde queda la magia y si google te puede decir qué pasa cuando mueres pero no te abraza cuando tiene miedo a la muerte y sé que si estáis escuchando esto entonces es que al igual que yo queríais que hubiese algo en el lago Ness y no sólo un submarino de juguete, yo quiero creer que hablo con un demonio con la ouija y que no es el efecto ideomotor, quiero pensar que en el triángulo de las Bermudas hay un portal a otra dimensión y que no tiene nada que ver con explicaciones meteorológicas, magnetismos, errores de navegación y todo el marketing editorial, yo me quedé traumatizada cuando supe que el hombre polilla era un búho o un murciélago gigante, no sé que al final que se dijo, yo quiero que el hombre polilla exista, yo quiero, quiero que el hombre polilla exista y actualmente pues hay muy poco misterio, el único misterio sin resolver por así decirlo que he encontrado es el milagro ecaurístico del anciano, os cuento, en el siglo 8 en la ciudad del anciano en Italia un monje de la orden de san basilio experimentó un evento raro celebrando una misa, de este monje no se sabe nada de hecho no se conserva el nombre, no está registrado en ningún sitio, era un sacerdote a más que al pronunciar las palabras de consagración durante la misa pues se transformó, la hostia se transformó en carne real y el vino en sangre, esto en el siglo 8, pues en 1200 y pico se construyó una iglesia en la capilla original donde ocurrió el milagro, en 1500 y pico se estuvieron realizando pruebas y en los años 70 las siguieron haciendo pruebas pues concluyeron que la carne era tejido muscular de miocardio humano y la carne