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DIVERGENCIA CERO
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NYARLATHOTEP, de H.P. Lovecraft - Audiolibro en español con voz humana

NYARLATHOTEP, de H.P. Lovecraft - Audiolibro en español con voz humana 2o1iq

20/4/2025 · 11:49
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DIVERGENCIA CERO

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👁 Nyarlathotep no es solo un nombre impronunciable: es una presencia que arrastra civilizaciones a la locura. En este breve pero intensísimo relato, H. P. Lovecraft nos presenta a uno de los avatares más oscuros del horror cósmico. A través de una narración poética y apocalíptica, somos testigos de cómo el mundo se disuelve en un delirio de caos y pesadilla. Este audiolibro completo, con voz humana y ambientación original, es una experiencia onírica y perturbadora que no te dejará indiferente. ⸻ 📚 Más relatos de Lovecraft aquí: 👉 https://www.youtube.com/playlist?list=PLVXOFHG3pggGbf0bKcKFbxSl8CVgG_9pg ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/666521 46z6t

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Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Nyarlathotep, un relato de horror cósmico, del maestro H.P. Lovecraft.

Esto es Divergencia 0 Nyarlathotep, el caos reptante.

Yo soy el último.

Le diré al vacío oyente, no recuerdo bien cuándo empezó, pero fue hace meses.

La tensión general era horrible.

A una época de agitación política y social se añadió una extraña e inquietante aprensión de un espantoso peligro físico.

Un peligro generalizado y omnímodo.

Un peligro como sólo puede imaginarse en los más terribles fantasmas de la noche.

Recuerdo que la gente iba de un lado a otro, con rostros pálidos y preocupados, y susurraba advertencias y profecías que nadie se atrevía a repetir conscientemente, ni a reconocer que había oído.

Un sentimiento de culpa monstruosa se apoderaba de la tierra, y de los abismos entre las estrellas Salían corrientes heladas que hacían temblar a los hombres en lugares oscuros y solitarios.

Hubo una alteración demoníaca en la secuencia de las estaciones.

El calor otoñal persistía temiblemente, y todos sentían que el mundo, y tal vez el universo, habían pasado del control de dioses o fuerzas conocidos al de dioses o fuerzas desconocidos.

Y fue entonces cuando Añarlazotep salió de Egipto.

Nadie sabía quién era, pero era de la antigua sangre nativa, y parecía un faraón.

Los felagin se arrodillaron cuando lo vieron, pero no supieron decir por qué.

Dijo que había surgido de la oscuridad de veintisiete siglos, y que había oído mensajes de lugares que no estaban en este planeta.

A las tierras de la civilización llegó Añarlazotep moreno, delgado y siniestro, siempre comprando extraños instrumentos de cristal y metal, y combinándolos en instrumentos aún más extraños.

Hablaba mucho de las ciencias de la electricidad y la psicología, y daba exhibiciones de poder que dejaban boquiabiertos a sus espectadores, pero que aumentaban su fama hasta extremos insospechados.

Los hombres se aconsejaban unos a otros ver Añarlazotep, y temblaban.

Y allí donde iba Añarlazotep desaparecía el descanso, pues las pequeñas horas se desgarraban con los gritos de la pesadilla.

Nunca antes los gritos de pesadilla habían sido un problema tan público.

Ahora, los sabios casi deseaban poder prohibir el sueño de madrugada, para que los chillidos de las ciudades molestaran menos horriblemente a la pálida y compasiva luna, mientras brillaba sobre las verdes aguas que se deslizaban bajo los puentes y los viejos campanarios que se desmoronaban contra un cielo enfermizo.

Recuerdo cuando Añarlazotep llegó a mi ciudad, la grande, la vieja, la terrible ciudad de los crímenes innúmero.

Mi amigo me había hablado de él, de la fascinación y el atractivo de sus revelaciones, y yo ardía en deseos de explorar sus más profundos misterios.

Mi amigo dijo que eran horribles e impresionantes más allá de mis más febriles imaginaciones.

Y lo que se arrojaba sobre una pantalla en la sala oscura profetizaba cosas que nadie, ni Añarlazotep, se atrevía a profetizar.

Y en el chisporroteo de sus chispas se tomaban fotos.

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