
El Oro de los Tigres Capítulo 4: el Santo Grial 1v422d
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En este cuarto capítulo de «El Oro de los Tigres» dirigiremos todos nuestros esfuerzos a desentrañar un solo, pero enorme tema: el Santo Grial. 2w5w5i
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bajo la luna, el tigre de oro y sombra mira sus garras. No sabe que en el alba han destrozado un hombre. Esto es El Oro de los Tigres. Un podcast de historia, literatura y filosofía con José Soto Chica, Luis Rojer y Ciro Alejandro Soto.
Buenos días y bienvenidos al Oro de los Tigres, un podcast de historia, filosofía y literatura, con Luis Rojer, Pepe Soto y Ciro Alejandro Soto. Y hoy tengo el placer de poder presentarnos a los tres, efectivamente, porque vuelve Luis, que estuvo ausente el programa anterior. ¿Qué tal, cómo estamos Luis? Tenía ganas de volver. Buenos días, Ciro. A la orífera edad de la inocencia puso término a trámite, no interrupto, la argentada estación de la desidia.
Luis en estado puro. Te hemos rescatado de la burocracia jienense, por lo que nos has dicho.
Sí, la vida del académico es como la de un comisario, que el trabajo no se termina nunca.
Efectivamente. ¿Tú qué tal, Pepe? ¿Tenías ganas de volver? Yo sí, claro. Aquí en El Oro de los Tigres no se puede estar en mejor compañía ni hablar de temas más interesantes que en este podcast. Y además, temas interesantes como el de hoy, porque hoy no tenemos temas, tenemos un tema. Un temazo, diría yo. Ya lo dejamos caer al final del programa, del capítulo 3 del programa anterior, y es que hoy vamos a hablar del Santo Grial.
Vamos a seguir manteniendo la estructura de Anecdotario, Rugidos y Maldito, pero todo el programa va a girar en torno al Graal. ¿Tenemos ganas de hablar de esto o no? Porque en alguna que otra charla ha salido este tema. Bueno, a ver si se nos aparece el Grial, a ver si a consecuencia de esta charla logramos levantarnos por fin del asiento peligroso de la tabla redonda y encontrar el cáliz. Yo, con que se nos aparezca como en la peli de Excalibur de 1982, creo que... La de Burman.
Efectivamente. Esa escena con la aparición del Grial me quedo satisfecho. Es la mejor película del ciclo artúrico que se ha hecho nunca. Lo tenemos reciente. Lo demás es un poquito de aquella manera, pero esta película, a quien le guste el ciclo artúrico, se la recomendamos vivamente. Es prácticamente perfecto, sí. El oro de los tigres. Anecdotario. Pues después de haber faltado la última clase, Luis tiene deberes extra. Hoy hace ni más ni menos que nuestro anecdotario.
Entre los años 165 y 220 ejerció su cargo Yehudá ha-Nasí. ¿Cuál fue su cargo? Pues el que indica la segunda parte de su nombre, que en realidad es un apodo. El Nasí, el príncipe, pero es el título que se le daba al presidente del Sanedrín, el célebre tribunal hebreo. No se trata de un nombre más entre tantos de todos los presidentes que presidieron el tribunal, sino que fue el que compiló la Mishná. ¿Y qué es la Mishná? Que normalmente no suele ser tan conocida, salvo para especialistas.
La Mishná viene a ser la tradición oral y las discusiones sobre cómo había que interpretar la ley de Moisés. Si comparamos dentro del ámbito jurídico, vendría a ser el equivalente de la jurisprudencia, el modo en el que se había establecido que había que aplicar la ley concreta. Aunque se compila en torno a esta fecha, todo el mundo concuerda en que la tradición oral, de la que parten muy anterior, y que en buena medida data de al menos tres siglos atrás.
Veamos un ejemplo para comprender exactamente qué es lo que hace la Mishná. En el libro del Levítico se establece reiteradamente que los sacerdotes ofrecerán la sangre de los sacrificios animales y la derramarán alrededor del altar. No dice nada más. Pero la Mishná aclara algunos aspectos sobre cómo hay que recoger esta sangre. Veamos el siguiente fragmento.
Todo sacrificio cuya sangre sea recogida por un laico, o por un sacerdote de luto, o inmerso ese día por impureza, o que no esté vestido con las vestimentas establecidas, o necesitado de expiación, o que no se ha lavado las manos en los pies, o que está incircunciso, o impuro, o sentado de pie sobre un objeto, o sobre los pies de su compañero, es inválido. También si recoge la sangre con la mano izquierda, el sacrificio es inválido. Como vemos, se trata de un añadido considerable al texto original que no especifican.
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