PepeDiario#1617: La brillante y excitante Formula 1 2025 42o3x

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Hola, ¿qué tal? Hoy estamos a viernes 14 de marzo del año 2025. Os hablo desde el barrio de Arguelles, en Madrid, en España. Yo soy Pepe Rodríguez y este es el programa número 1617 de la sección de fútbol de PP Diario. Ese podcast que durante dos horas y cuarto, dos horas y media más o menos cada día, intenta traeros toda la actualidad del deporte en un sentido general, en un sentido global. Y aquí, en el primer tercio del programa, aquí en medio del espaciotiempo del universo conocido.

Vaya usted a saber si no estamos también en medio del espaciotiempo de otros muchos y múltiples universos por conocer. Vamos a charlar de fútbol. De fútbol vamos a hablar. Qué partido ayer en San Mames, ¿eh? Qué gloria para el Atlético de Bilbao eliminar a la Roma de la manera en la que lo hicieron con su público, con su gente absolutamente volcada, con el equipo y con esa sensación de trascendencia que acompaña siempre a este club en días como este y que yo no me paro de gozar. La verdad es que me fascina, me enamora.

Cuando digo este tipo de cosas sobre el Atlético de Bilbao, hay gente que puede malinterpretarme o puede entenderlo mal. Tampoco tengo que andar dando mil explicaciones, ¿no? Ni andar toda la vida diciendo por qué te gusta una cosa, por qué no te gusta otra. Y se sobreentiende que respeto mucho al Atlético, me gusta mucho al Atlético por su filosofía y eso no es del todo cierto. Es en parte cierto porque no se puede entender la unidad de destino universal que marca a este club, la filosofía, la fisonomía, la emotividad que se respira, esa sensación de que todo lo que pasa allí les resulta tremendísimamente importante a ellos. Pase lo que pase fuera, digan lo que digan fuera y por lo tanto la peculiaridad, la singularidad que eso genera y creo, sin duda, que se genera derivado de cómo ven el club y de cómo ven quién puede jugar allí y quién no puede jugar allí. Pero a mí eso no me interesa.

Es decir, la idea básica, la idea inicial, el hecho de que, entre comillas, sólo pueda jugar gente de la casa o de la zona con todos los matices que todos sabemos que eso tiene, pero no voy a debatir eso. A mí eso no me gusta. Soy una persona con una visión, digamoslo así, más globalista, universalista y desde luego hay un punto ahí que me rechazo con cierta claridad para mis ideales y para la forma en la que yo tengo de ver el mundo y eso no me interesa nada. Pero sí sé que es parte de la sustancia que hace, que luego derive en el ambiente que hay en San Mames, en la sensación de tribu que se conforma allí mismo en torno al Atleti Club de Bilbao y también la raíz que genera con sus aficionados y la manera en la que se tiene de vivir ese club. Y sólo eso es lo que te permite luego que, con el campo lleno, en una noche que es de octavos de final de la Europa League, sientas que estás viviendo un hecho trascendente.

Sientas que estás viviendo un partido que va mucho más allá de lo que eran cualquier otro de los octavos de final de la Europa League o no. O quizás me lo imagino y ya está y es esa sensación la que se me queda. Pero sin duda, cuando veo al Atleti, noto que hay algo. Noto que hay algo especial y noto que hay algo que en un año como este, en el que juegan la final de la Europa League en su casa, a ellos sí que les afecta. A ellos sí que les incumbe y sí que les da una fortaleza espiritual y sí que les da una mirada hacia lo que supone la historia, lo que supone el legado, lo que supone un año concreto de estos, que te da un plus competitivo que probablemente no suceda. Por ejemplo, en la final de la Champions League este año, que es en Múnich, no creo que el Bayern lo tenga porque la final sea en su estadio. Ese tipo de cosas normalmente no funcionan más que a nivel periodístico o a nivel de debate general de aficionados.

Pero en el caso del Atleti Club de Blau, sí de verdad creo que transpira y esto les lleva a ser un equipo que esto es lo que verdaderamente iro y esto es lo que verdaderamente me gusta, no lo anterior, porque lo anterior solo creo es la base por la que crece luego todo lo demás. Lo que más iro es el hecho de que no dan un solo título por perdido, una sola competición por perdida y que se lo toman todo con la misma intensidad y que miran la competición deportiva con los ojos que a mí me gusta que se miren y por lo tanto veo una remontada como la de ayer y siento que hay algo ahí que tiene más poder que, por ejemplo, la victoria del Manchester United sobre la Real Sociedad o la victoria del Betis frente a la victoria de Guimarães que, por cierto, también hay que decir del Betis que probablemente estemos ante el año más especial en Europa desde que existe el club que ya les va tocando. No es verdad que la Conference League es una competición infinita pero