Cadena Ser Madrid Norte. Sección Comunicación. 4u6j38

¿Cómo seguir humanizando la comunicación? Sin duda la llegada del COVID a nuestras vidas las ha sacudido a muchos niveles. Uno de ellos ha sido el de la comunicación interpersonal. Donde antes había presencialidad, ahora hay una pantalla de por medio. Donde antes había expresiones en el rostro, ahora están las mascarillas poniéndolo un poco más complicado. Es decir, que, si nos paramos a pensar, nuestra manera de comunicarnos ha perdido humanización debido a estos nuevos elementos. Pero si lo pensamos, esos nuevos ingredientes no son nuestros, son externos. ¡Y esta es la excelente noticia! La humanización de la comunicación depende de uno mismo. Lo importante es tener en cuenta todos estos aspectos y ver la manera de integrarlos en nuestra comunicación. Si no lo hacemos, no conseguiremos conectar con los demás, no generaremos recuerdo en ellos, ni impacto, no seremos capaces de despertar sensaciones positivas… ¿Qué podemos hacer para seguir humanizando nuestra comunicación a pesar de estos nuevos elementos? O lo que es mejor… ¿qué podemos hacer para seguir humanizando nuestra comunicación CON estos nuevos elementos? Marina Estacio, comunicadora y actriz. Creadora de los cursos: “Aprende a Comunicar a través de la Cámara” | “El Arte de Hablar en Público. Presentaciones Eficaces y con Alma” www.marinaestacio.com

Ya hemos hablado de la importancia de las redes sociales para dar visibilidad a nuestra marca personal, para ponerla en valor y hacerla llegar a mucha más gente que, de otra forma, no sería posible. Redes profesionales como LinkedIn son un espacio perfecto para hacerlo. Ahora bien, no podemos olvidar que al otro lado hay personas, seres humanos con los que conectar. Por ello, aunque el medio sea frío o, precisamente por eso, debemos tratar de humanizarlo. Una foto que transmita cercanía, un extracto o “acerca de” que permita mostrar una patita de la persona que hay al otro lado, contestar los comentarios que nos hacen, saber mostrar nuestra esencia... Son muchos los perfiles fríos, asépticos, que no transmiten nada a la otra parte, que te dejan indiferente. Y no podemos olvidar que el ser humano es razón, pero también corazón. Porque por encima del profesional está la persona… humanicemos nuestro perfil. Si lo hacemos bien, lejos de restar seriedad o profesionalidad, nos permitirá dejar huella y conectar con la persona que está al otro lado de la pantalla. Hablamos de estas cuestiones con Marina Estacio, experta en Comunicación Personal, Comunicadora y Actriz.

Son muchas las personas que piensan que, esto de trabajar el posicionamiento de cada uno en redes sociales, en el entorno digital, es cosa de profesionales que trabajan por cuenta propia o para aquellos que ven peligrar su puesto o buscan un cambio o, para puestos de una mayor jerarquía en el organigrama. ¡Nada más lejos de la realidad! Aunque trabajes como asalariado en una empresa, tengas el puesto que tengas, te conviene poner en valor tu marca personal en el mundo digital. ¿Por qué? - Porque aumentas tu red de os. - Porque al poner en valor tu marca, también contribuyes a fortalecer la imagen/marca de la compañía. - Porque se produce un efecto llamada a nuevos talentos que quieran trabajar en la empresa. - Porque las compañías son más fuertes con personas que tienen una marca personal bien posicionada. - Porque surgen nuevas oportunidades de negocio. - Etc. Pero, por encima de estos beneficios, el más importante es porque tú eres el principal interesado/beneficiado. Porque la vida da mil vueltas y uno nunca sabe dónde puede acabar, qué oportunidades pueden surgir y lo que es peor, qué oportunidades puedo llegar a perder por no haber trabajado mi posicionamiento. Porque cuando lo consigues, tienes más poder de decisión, eres más dueño de tu carrera profesional… En definitiva, porque, por lo que pueda pasar en un futuro… es mejor que te pille bien posicionado. Hablamos de estas cuestiones con Marina Estacio, experta en Comunicación Personal, Comunicadora y Actriz.

Las redes sociales han supuesto una revolución en cuanto al alcance y visibilidad de nuestros perfiles profesionales. Ahora una comunidad de millones de personas puede tener conocimiento de quienes somos y, lo mejor de todo, del valor que les podemos aportar. Ahora bien, desgraciadamente, no todo lo que vemos es verdad. Aunque la mentira tiene las patas muy cortas, todavía sigue habiendo personas que recurren a ella para disparar su visibilidad. Profesionales que son capaces de pagar por recibir premios, aunque objetivamente, no se los merezcan. Qué mas da. Para ellos lo importante es la foto. La prueba gráfica que demuestre que ellos fueron premiados. En mi opinión, esta práctica afecta muy negativamente a quienes, de manera honrada y por méritos propios, sí han conseguido ser premiados. Y desde luego, pone a la altura del betún a quienes tiran de cheque a cambio de un galardón. Se nos empieza a ir la cabeza con esto de “parecer”, ¿dónde quedó el “ser”? No olvidemos que la autenticidad es uno de los elementos que hacen a una marca personal, algo fuerte, creíble y, por tanto, generador de confianza. La mentira es una práctica poco ética que destruye nuestra marca.

¿Cuántas veces te ha ocurrido que conoces a alguien y sientes que os conocéis de toda la vida o simplemente que la comunicación fluye como un arroyo? Por el contrario, ¿cuántas veces has conocido a personas con las que la comunicación no fluye? ¿Se atasca? Sin entrar en cuestiones relacionadas con compartir o no gustos, opiniones… que pueden afectar a la comunicación, hoy nos centramos en aquellos aspectos comunicativos que hacen que la comunicación entre dos personas pueda verse bloqueada. En la sección de hoy analizamos algunas situaciones cotidianas donde podemos observar dos interlocutores que chocan: - Racionalidad vs emocionalidad: aquellos que son muy racionales suelen tener problemas para conectar con aquellos más emocionales y viceversa. - Velocidad al hablar: ¿hablas rápido y tu interlocutor lento? - Gesticulación: ¿crees que fluiría la comunicación entre alguien que gesticula mucho y alguien que no utilice las manos para expresarse? - Seriedad vs sonrisa - Ser directos en el mensaje vs dar rodeos - Etc Es importante ser consciente de que cada uno tenemos nuestro estilo a la hora de comunicar. Sin embargo, es una práctica muy inteligente, tratar de adaptar nuestra comunicación al interlocutor para favorecer que ésta fluya. Si podemos compartir un idioma común, será mejor que hablar idiomas diferentes ¿no crees? Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte el 21 de febrero.

En la sección de hoy hablamos de comportamientos que resultan molestos para quienes tenemos cerca, pero que, paradójicamente, cada día se observan más. Llevarlos a cabo sin duda comunica acerca de nosotros, de nuestra poca educación y respeto hacia los demás. Te habrás dado cuenta de que cada vez más personas deciden “compartir” sus conversaciones telefónicas con aquellos que tiene la mala suerte de estar cerca. Conectan el altavoz y una conversación que debía ser privada, se hace pública. Obligando a quienes estén cerca a tener que “comerse” un diálogo que ni le va ni le viene. Lo mismo ocurre cuando quienes, en un alarde de generosidad, le ponen el altavoz al móvil para visualizar videos o música. Y tú, que a lo mejor eres un ser de otro planeta por querer leer un rato o estar tranquilo, tienes que aguantarlo. No ceder el paso, entrar a un sitio y no permitir a quienes están dentro que salgan primero, no cederle tu asiento a una persona mayor, niño o mujer embarazada… son prácticas que, si eres observador, te darás cuenta de que van en aumento. La mala educación está aumentando. Y sin duda, el excesivo uso que hacemos de ese teléfono inteligente que no soltamos bajo ningún concepto, nos está volviendo irrespetuosos. Programa emitido el 7 de febrero de 2019 en Cadena Ser Madrid Norte.

¿Cuántas veces te has reído porque había alguien a tu lado haciéndolo? O ¿cuántas veces has acabado llorando mientras alguien, que también lloraba, te contaba el motivo de su emoción? Las responsables de que esto nos ocurra son las llamadas “neuronas espejo”, que fueron descubiertas hace 20 años por Giacomo Rizzolatti. ¿Cómo funcionan? Al observar a alguien, se activan las neuronas que ponen en funcionamiento los mismos circuitos cerebrales de la persona que estamos observando. Un ejemplo muy evidente de esto es cuando vemos a alguien bostezar y al instante, estamos bostezando. Las neuronas espejo son, por tanto, las responsables del contagio emocional. Pero ¿contagio emocional y empatía son lo mismo? La respuesta es no. La empatía consiste en tratar de comprender los sentimientos de mi interlocutor, pero sin desprenderme de mis propias emociones. Por el contrario, contagio emocional, como su propio nombre indica, implica desprenderme de mis emociones para adoptar las de la otra parte. Siempre se habla de la importancia de la inteligencia emocional, es decir, de saber gestionar nuestras propias emociones. De ser dueños de ellas. Pero, a veces es realmente fantástico permitirnos ese contagio emocional. Al mismo tiempo, cuando soy yo el que habla, saber que puedo provocar un contagio emocional, también es importante. Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte el 31 de enero de 2019.

En muchas ocasiones, la vida nos regala escenas donde alguien, a través de su comunicación, consigue humanizarse, de mostrarse tal cual es o siente, sin complejos, sin vergüenza. Por ejemplo, el ser humano guarda determinada información que solo comparte con algunas personas, por miedo al qué dirán. Por ejemplo, ¿cómo le voy a contar a los demás cuáles son mis orígenes? ¿qué pensarían de mí? Pero de pronto hay alguien que está por encima de la situación y es capaz de contarlo con absoluta naturalidad. Y eso, humaniza a quien lo dice. Otro ejemplo lo encontramos en no reconocer con naturalidad que uno ha ido al psicólogo, que ha sufrido una enfermedad, un desorden. En la sociedad impera la creencia de que esto es síntoma de debilidad. Y de nuevo, aparece alguien capaz de decirlo y, no solo no pasa nada, sino que los que escuchan valoran la valentía que quizá ellos no tienen. Nos empeñamos en ofrecer la versión A de quienes somos. Esa que no conoce la imperfección, el problema. Pensamos que mostrar la cara B, nos hará perder valor frente a los demás. Y la realidad es que creo que es al revés. Reconocer según qué cosas nos humaniza, nos conecta con los demás y lo más importante, nos hace libres. Las redes sociales están llenas de caras A, de vidas absolutamente filtradas (no solo las fotos que se suben llevan filtros). Qué bonito cuando a través de nuestra comunicación mostramos a la persona y sí, incluyendo aquello que a lo mejor nos hace menos “perfectos”. Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte el 24 de enero de 2019.

Ya conocemos la importancia de desarrollar nuestra marca personal, los pilares que contribuyen a hacer de ésta algo fuerte y sólido, pero ¿qué proceso hemos de seguir para poder desarrollarla? Algunos de estos pasos son: - Identificar aquello que me hace único, que me diferencia del resto. ¿Cuáles son mis fortalezas? - ¿Qué objetivos quiero alcanzar? Esta pregunta nos la deberíamos plantear para el corto, medio y largo plazo. Ya hemos visto que la marca personal es una herramienta que contribuye a conseguir nuestras metas. - En la consecución de mis objetivos ¿quién o quienes me pueden ayudar a alcanzarlos? Es importante identificar a aquellas personas que juegan un papel relevante en el camino hacia nuestras metas. - ¿Cómo comunico? La comunicación es una de las herramientas que nos permite transmitir quienes somos, cómo es nuestra marca. Si no sabemos comunicar, nuestra marca personal no brillará como se merece. - Comunicación online: afortunadamente el escenario actual nos permite llegar a mucha más gente gracias a la presencia que nos ofrecen las redes sociales. Es clave que exista coherencia absoluta entre lo que comunico en el mundo offline y lo que comunico en el online. Somos la misma persona. Hemos de aprovechar las grandes oportunidades que nos ofrece el entorno digital para hacer nuestra marca más grande y con mayor proyección. A lo largo de los próximos días, iremos hablando específicamente de cada uno de estos pasos. Programa emitido el 17 de enero de 2019 en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte: https://play.cadenaser.com/audio/1547727332_750482/

Ya hemos hablado de qué es marca personal y de qué beneficios tiene desarrollarla, siendo uno de ellos la consecución de nuestros objetivos. Pero ¿hay marcas personales buenas y otras malas? La realidad es que son los demás los que interpretan esa marca y los que conectarán o no con ella. Lo que sí podemos decir es que hay determinados elementos que convierten a una marca personal en algo fuerte. Algunos de estos ingredientes son: la autenticidad, la diferenciación, la visibilidad, la coherencia, la actitud positiva, la especialización o la persistencia. Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte el 10 de enero de 2019: https://play.cadenaser.com/audio/1547122928_761229/

Todos tenemos una marca personal, ya que todos, de alguna forma, dejamos un tipo de huella en aquellos con los que interactuamos. En resumen, podríamos decir que la marca personal tiene que ver con las experiencias que generamos en los demás. ¿Te has planteado si estas experiencias son positivas o negativas? Desarrollar nuestra marca personal tiene múltiples beneficios que nos ayudarán a alcanzar nuestros objetivos personales y profesionales. Por ello, es necesario ponerle cabeza y estrategia. No se trata ni mucho menos de dejar de ser quien eres, o de elegir proyectar una marca solo porque te gustaría ser de una determinada forma, sino precisamente de saber poner en valor cómo eres realmente. Conectar con tus atributos, tus fortalezas y mostrarlas al mundo de la mejor manera posible. Marca personal no es un disfraz, marca personal eres tú, es tu piel. Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte el 3 de enero de 2019.

La época en la que el comercial prácticamente se metía en tu casa ha acabado. Ahora nos gusta realizar la compra sin que haya una persona al otro lado presionándonos para que lo hagamos. Es decir, nos gusta consumir de manera proactiva. Todavía algunas marcas utilizan la técnica del comercial agresivo o, como también podríamos llamar, comercial al acecho. Sí, es ese comercial que ves a un km que te ha echado el ojo. Ese comercial que desde ese momento inicia su camino hacia ti con una sonrisa de oreja a oreja, mientras tú piensas “No, por favor… que se dirija a la chica que camina a mi lado…”. Pero no, en menos que canta un gallo, ya te ha abordado desplegando toda la artillería de primero de comercial. Personas que te abordan, que apenas te dejan hablar, que solo les importa venderte un producto o servicio sin conocer las necesidades reales del “posible cliente” … y lo peor de todo, que en ningún momento les has pedido que te vendan nada. Estas conversaciones suelen terminar con un “Perdona, pero es que no lo necesito. Gracias”. Dominar la comunicación personal en estos entornos es clave para dejar un buen sabor de boca en esa persona y en el mejor de los escenarios, conseguir cerrar la venta. Programa emitido en "Hoy por Hoy" en Cadena Ser Madrid Norte el 20 de diciembre de 2018.

Cuando hablamos de comunicación, no podemos simplificarla en fórmulas. ¿Por qué? Porque cada uno de nosotros somos únicos, tenemos nuestro propio estilo y esencia a la hora de expresarnos, de transmitir. Por supuesto que cada uno debe realizar el ejercicio de hacer brillar sus fortalezas y de pulir un poco aquellos puntos menos fuertes. Pero todo ello, dentro de un marco de individualidad. Si vamos a comunicar igual que los demás, entonces nos convertiremos en copias. Tenemos que ser capaces de plasmar a través de gestos, expresiones, voz… cómo somos, qué es aquello que nos caracteriza. Solo desde ahí podremos sentirnos verdaderamente cómodos y, por tanto, más seguros y convincentes. En el caso de la comunicación personal, la receta es la de cada uno. ¿Qué fortalezas tienes? ¡Sácalas de paseo y explótalas! ¿Qué áreas deberías mejorar? ¡Hazlo! Pero todo ello impregnado de tu esencia, de lo que te diferencia de los demás. De lo que te hace único. Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte: https://play.cadenaser.com/audio/1544603519_360591/

Una de las preguntas más recurrentes de aquellos que se van a enfrentar a una exposición frente a una audiencia es… “¿Qué hago con las manos?”. ¿Acaso nos preguntamos qué hacemos con los pies? Como ya hemos comentado en alguna otra ocasión, las manos son la parte del cuerpo que más conexiones tienen con el cerebro, ese es el motivo por el que, a algunas personas, se les mueven tanto al hablar. El papel de las manos al comunicarnos, y muchos más cuando hablamos frente a un número elevado de personas, es el de enfatizar y remarcar los mensajes que estamos trasladando. Por eso, esconder las manos en los bolsillos, llevarlas detrás de nosotros, o mantenerlas ocupadas con un boli, nunca serán buenas opciones. Tenemos que permitir que nuestras manos se expresen, por supuesto evitando un exceso gestual, así como una realización de gestos en un plano muy elevado, ya que restaría peso a nuestras palabras. ¿Quieres saber cómo mover tus manos durante una exposición? Programa emitido el 29 de noviembre en "Hoy por Hoy" en Cadena Ser Madrid Norte. http://cadenaser.com/emisora/2018/11/29/ser_madrid_norte/1543473843_935654.html

Es importante trabajar por ser buenos profesionales, por ofrecer el mejor resultado. Pero ¿qué pasa si en el camino no somos capaces de conectar con los demás, de prestarles la atención que todos necesitamos? La respuesta es sencilla. Nunca podremos ser excelentes profesionales si no hacemos sentir bien a la persona que está al otro lado. Una panadería puede vender un pan excelente, pero si quien la regenta es desagradable, arisco con la clientela… es poco probable que ésta regrese. ¿Y qué pasa con algunos doctores que apenas mantienen el o visual con el paciente, que transmiten ganas de despacharte rápido…? Pues que no podrán ser buenos médicos si no consiguen establecer esa conexión con la otra parte. La gran Maya Angelou ya dijo una vez “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir”. Y cuánta razón tenía. Al final, lo que queda, lo que puede engrandecer una experiencia o directamente tirarla por los suelos, es la habilidad o no que tengamos de hacer sentir bien a los demás. No cuesta nada. No cuesta mirar a los ojos a la gente, no cuesta sonreír, no cuesta utilizar frases o palabras de cortesía, no cuesta preocuparnos de verdad por la persona que tenemos delante. Solo así, humanizándonos, dándonos cuenta de que somos personas interactuando con personas, conseguiremos ser excelentes profesionales. Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte el 22 de nov de 2018.

Una vez más comenzamos con la idea de que somos lo que pensamos. La interpretación que tenemos de nosotros mismos, nuestra percepción, nuestros pensamientos en relación con uno mismo, determinan cómo nos comunicamos. Cambiar estos pensamientos nos puede hacer sentir más seguros, confiados, más libres, menos acomplejados. Ser capaz de reírse de uno mismo, incluso de aquello que nos aleja de la “normalidad” o de lo aparentemente “deseado”, supone una señal de inteligencia absoluta y que solo unos pocos consiguen. Los cimientos de esta actitud están construidos de creencias potenciadoras. Creencias que tienen un impacto directo en la felicidad del individuo. Deberíamos ser capaces de aprender de este tipo de personas, ya sean de nuestro entorno o que en determinado momento tenemos la suerte de conocer, y darnos cuenta de que si ellas pueden tener esos pensamientos poderosos que les permiten reírse de sí mismas (incluso de aspectos que la mayor parte de la gente no sería capaz de tomarse con sentido del humor, como malformaciones físicas), nosotros también podemos. Gracias a estos grandes maestros de vida. Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte el 15 nov de 2018.

Ya hemos hablado en alguna ocasión del poder que nuestras creencias o pensamientos, tienen sobre la manera en que sentimos y la manera en que nos comportamos. Las creencias hacen referencia a la interpretación que hacemos de nosotros mismos, de los demás y de la realidad que ocurre. Uno de los principales motivos por los que las personas llegan a experimentar miedo escénico es debido a la mochila de creencias limitantes que arrastran. Pensamientos del tipo “yo no valgo para hablar en público”, “seguro que la audiencia sabe más que yo”, “me voy a quedar en blanco”, … determinan unas emociones (siempre vinculadas al miedo) que, a su vez, se traducen en un comportamiento (bloqueo mental y físico, respiración acelerada, …). Si queremos vencer nuestro miedo a hablar en público lo primero que hemos de hacer es chequear cuáles son nuestras creencias. Aquellas que identifiquemos como limitantes, hemos de sustituirlas por otras que nos potencien. Esto se consigue a través de la repetición y del cambio de diálogo interno. No olvidemos que somos lo que pensamos. En paralelo, otras técnicas que nos pueden ayudar son la visualización, la relajación, los anclajes, … Todos tenemos recursos para llegar a disfrutar hablando en público. Programa emitido el 9 de noviembre en Hoy por Hoy de Cadena Ser Madrid Norte: http://cadenaser.com/emisora/2018/11/08/ser_madrid_norte/1541668157_652948.html

Ya hablamos la semana pasada de lo importante que es elaborar un buen inicio a la hora de hablar en público. Este marca el tono de la exposición y debe ir encaminado a enganchar a la audiencia. Pero ¿qué otros elementos se recuerdan por encima de los demás? Las ideas conectadas: la audiencia debe seguir un guion. Debemos ofrecerles las ideas de manera conectada para así favorecer la comprensión y el recuerdo. Las ideas que se repiten: si queremos que el público recuerde algo, qué mejor manera de conseguirlo que repitiendo el mensaje en diferentes ocasiones. Eso sí, cuidado con resultar pesados. Ideas que sorprendan: todo lo que se sale de lo normal, de lo conocido, llama la atención. Por eso, es muy recomendable tratar de incorporar elementos (datos, historias, maneras de exponer, …) que la audiencia no se espere. El final: como ocurre con las películas, si el final no es bueno, la audiencia tendrá la sensación de que la charla no ha merecido la pena. Es el momento de acabar bien alto, de resumir ideas, de lanzar un mensaje clave, de mover a la acción y qué mejor, de despertar una sonrisa entre quienes han compartido su tiempo con nosotros.

Está demostrado que el principio, junto a otros elementos, es de las cosas que mejor se recuerda de una exposición. Además, no podemos olvidar que éste marca el tono de una charla y si no conseguimos captar la atención desde el primer momento, nos va a costar mucho recuperar a la audiencia. Por ello, el inicio, esos primeros minutos, debe estar perfectamente ensayado e interiorizado, evitando a toda costa optar por la improvisación. El objetivo que debemos buscar al arrancar una charla no es otro que el de conseguir que la mayoría de la audiencia solo quiera seguir escuchándonos. Que tengan el pensamiento de “qué bien, esto me va a gustar / esto me interesa”. Para ello, deberemos huir de las fórmulas estándar, optando por otras más creativas como contar una historia personal que esté conectada con el tema a tratar durante la charla, lanzar una pregunta, decir un eslogan, … Y todo ello, sin olvidar crear una conexión con la audiencia a través de nuestro o visual, sonrisa, etc. Otra de las ventajas de tener nuestro inicio bien ensayado es que nos ayudará a mantener a raya el miedo escénico, ya que nos aportará mucha seguridad el hecho de saber lo que tengo que decir.

Mucho se habla de la falsedad o hipocresía que a veces se transmite a través de las redes sociales. Pero éstas, en particular e internet en general, son el espacio perfecto para destapar cómo son algunas personas. Me explico. ¿Verdad que si vas por la calle y la cara de alguien te recuerda a la de un dibujo animado no te paras frente a esa persona para decírselo? Y mucho menos coges un altavoz para que se entere todo el mundo. Pero muchas de esas personas que no se comportan así en el mundo offline, no significa que tengan educación y respeto. No, simplemente no lo hacen porque son cobardes. Porque saben que ese acto tendría consecuencias en ese momento. ¿Pero qué pasa cuando en vez del mundo offline estamos en el online? Pues que algunas de esas personas encuentran el “refugio” para faltar al respeto, para insultar, para reírse de otros… En definitiva, para demostrar quiénes son en realidad. Gente mal educada y con una falta de autoestima importante. Siempre se insiste en la idea de transmitir en redes tu realidad, quien realmente eres. Ahora lo planteo a la inversa, y le lanzo el mensaje a los que faltan al respeto a través de las redes ¿por qué no sois coherentes y la próxima vez lo decís a la cara? Ah, se me olvidaba, porque la cobardía os lo impide. Programa emitido en "Hoy por Hoy" de Cadena Ser Madrid Norte el 11 octubre 2018: http://cadenaser.com/emisora/2018/10/09/ser_madrid_norte/1539085916_113859.html?fbclid=IwAR1_TYgc1gMS5lTAq7cdvKZOR5Ty8y5rPwBdZ3GTUCqUWCtlV2KXwHT80rE