PODCAST OXÍGENO #75 - Antonio de la Rosa, las cimas del Monte Kenia y Navarra en mountine Bike 642y4r

¡Hola, oxigenadas, oxigenados! Bienvenidos al Sonido de la Aventura, el podcast de la revista Oxígeno. Hoy grabamos este nuevo episodio el 14 de febrero, San Valentín, el Día del Amor. Bueno, pues es un día idóneo, creo, para mostrar al mundo nuestro amor y pasión por las montañas y la aventura, y también por transmitiros esas aventuras a través de este medio de comunicación, la radio, o el podcast ahora.

Que, por cierto, ayer también fue el Día Mundial de la Radio, así que también enhorabuena a Luis Blanco, nuestro técnico por lo que le toca, hombre de radio donde los haya, tu medio, y también felicitarnos a nosotros mismos, que también vivimos con compasión este medio de comunicación. Así que, declarado públicamente nuestro amor, no hay ramo de rosas, Jorge, lo siento, Luis.

Bueno, pues pasamos, Jorge, a que nos cuentes a quién vamos a tener en el programa de hoy.

Pues sí, Elena, la verdad que tenemos un programa para enamorados de los viajes. En este caso vamos a ir a rincones bien remotos, pero no tienen por qué ser lejanos, también pueden ser bastante cercanos. Vamos a empezar nada menos que con Antonio de la Rosa, que acaba de regresar de su aventura en solitario en el Polo Sur, una de las expediciones más exigentes de su trayectoria, lo que no es decir poco, mejor nos lo cuenta él, pero os podéis imaginar pues una auténtica hazaña lo que ha logrado Antonio. Vamos a ascender también a las dos cimas más altas del Monte Kenia con Domingo Expósito, y recorreremos algunos de los escenarios más fascinantes de Navarra con la mountain bike, merced a los años de experiencia en el terreno de Luis Ignacio Gómez.

El sonido de la aventura. Antonio de la Rosa ha recorrido en solitario con esquís y un treneo de unos 70 kilos los casi 1.200 kilómetros que separan la bahía de Hércules del Polo Sur, en 39 días y todo sin ninguna asistencia. Ese sería el titular principal de la última expedición del aventurero, una de las más exigentes de su trayectoria, y en realidad no haría falta decir mucho más ni sobre la severidad de lo que se ha encontrado en los hielos antárticos ni sobre la pericia inigualable de Antonio, que acaba de unirse a una de las listas más exclusivas a las que puede pertenecer un explorador.

Ha seguido la huella de los pioneros pero también ha abierto camino para las ambiciones deportivas en los límites geográficos de nuestro planeta. Hola Antonio, bienvenido una vez más, amigo, a nuestro podcast. Enhorabuena por la aventura. Supongo que estás con mil entrevistas, pero ¿cómo te encuentras? ¿Estás bien? ¿Estás descansado? ¿Cómo ha sido este regreso de nuevo a la tierra normal con los humanos normales? Bueno, la verdad es que, como bien dices, estoy teniendo, por lo que sea, muchos retornos a nivel de medios, pero bueno, encantado de estar con vosotros, que vosotros además sois fieles.

Haga lo que haga, con lo cual sois los primeros y para mí los más importantes. Y ahora, como bien dices, pues intentando descansar. Ya han pasado algo más de tres semanas de haber completado con éxito esa expedición. En esta ocasión, más cansado de lo normal, la verdad. Me está costando un poco más recuperar, pero bueno, lo que tienen, van pasando los años y además, pues en esta ocasión, el desgaste ha sido muy grande, la pérdida de peso importante y bueno, pues ahí voy. De momento, empezando un poquito a hacer algo de actividad física, sobre todo, a trabajar un poquito la fuerza, porque con una pérdida de 16 kilos, en parte, mucha masa muscular, pues ahora lo que tengo que hacer es recuperar eso.

Me imagino que ya, como habrás hecho algunas entrevistas y te habrán preguntado lo mismo unas cuantas veces, estarás cansado de lo mismo que te preguntemos sobre los datos, sobre este tipo de cosas. Así que igual, lo que te voy a preguntar es una gilipollez, pero creo que es lo más importante. ¿Te lo has pasado bien allí? Me lo he pasado bien. Bueno, no sé si me lo he pasado bien. O sea, he disfrutado, lógicamente, porque esto es mi estilo de vida y es lo que me gusta. Pero bueno, no sé si la palabra pasarlo bien es la idónea. Empezas con complicaciones.

Sufres a la vez que disfrutas y a la vez que se te olvida lo malo. Y además, como decías, has perdido 16 kilos, que es una barbaridad. Incluso llevando una alimentación estricta, que llevarías un montón de calorías y un montón de todo preparadísimo, y aún así pierdes tanto en una aventura como esta, que imagino que durante la propia expedición vas notando también ese agotamiento, esa pérdida.