
Descripción de Pon flores en tu plato. 651a8
Este episodio tiene un título de lo más apetitoso: “Pon flores en tu plato”, y es que hablaremos, efectivamente, de flores comestibles. Si alguna vez has comido en un restaurante que se precie de innovador, posiblemente hayas visto decorado tu plato con flores, y seguramente hayas preguntado al camarero si se podían comer. En este episodio, descubriremos que las flores comestibles no solo son un elemento decorativo, sino que pueden aportar mucho más. De esto vamos a hablar con dos investigadoras del Instituto Agroalimentario de Aragón: Sonia Núñez y Marta Sofía Valero. Sonia es Doctora en Ciencias de la Salud y trabaja como docente e investigadora en la Universidad de San Jorge, mientras que Marta es Profesora Titular de la Universidad de Zaragoza, en concreto en el área de Fisiología, y es investigadora del grupo Phyto Pharma. "Alimenta tu mente" es el podcast del Instituto Agroalimentario de Aragón realizado con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) - Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. 551v29
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Bienvenidos y bienvenidas a Alimenta tu Mente, el podcast del Instituto Agroalimentario de Aragón.
En cada episodio te invitamos a descubrir cómo la ciencia que se hace aquí, en nuestro entorno, transforma no solo lo que comemos, sino también cómo nos cuidamos y cómo nos relacionamos con el planeta, porque entender lo que nos alimenta también alimenta nuestra curiosidad.
Este episodio tiene un título de lo más apetitoso, Pon flores en tu plato, y es que hablaremos, efectivamente, de flores comestibles.
Si alguna vez has comido en un restaurante que se preciede innovador, posiblemente hayas visto decorado tu plato con flores, y seguramente hayas preguntado al camarero o camarera si se podían comer.
En este episodio descubriremos que las flores comestibles no solo son un elemento decorativo, sino que pueden aportarnos mucho más.
De esto vamos a hablar con dos investigadoras del Instituto Agroalimentario de Aragón, Sonia Núñez y Marta Sofía Valero.
Sonia es doctora en Ciencias de la Salud y trabaja como docente investigadora en la Universidad de San Jorge, mientras que Marta es profesora titular de la Universidad de Zaragoza, en concreto en el área de Fisiología, y es investigadora del grupo Fitofarma.
Para empezar, contadnos más sobre estas flores y qué propiedades las hacen destacar.
Bueno, lo primero vamos a comentar un poquito qué son las flores comestibles, ¿no? Aunque solo se consideran especies comestibles, pues aquellas cuya inclusión en la dieta humana resulten inocuas, pudiendo incluso aportar beneficios para la salud.
Esto quiere decir que no todas las flores son aptas para su consumo.
De hecho hay flores que son tóxicas, como por ejemplo la flor de la berenjena, la avelladona, la flor de adelfa.
Las flores comestibles han sido utilizadas desde hace mucho tiempo, no solo como un elemento decorativo o por su fragancia, sino también como ingredientes en diversas preparaciones culinarias.
Por ejemplo, en China su uso está descrito desde hace 3.000 años a.C. en distintas recetas.
También hay constancia de su uso en la Antigua Roma, donde se empleaban flores como la violeta, la rosa o la lavanda para la elaboración de distintos platos y salchas.
Y en Europa se puede seguir su uso durante la Edad Media, alcanzando un pico de popularidad en Inglaterra y después, tras la época victoriana, ya decayó el consumo.
A partir de ahora, actualmente, ha habido un resurgir en el tema de las flores comestibles, principalmente gracias a sus propiedades organolépticas y al interés que han despertado debido al aporte estético y al sabor que otorgan a las comidas.
Sin embargo, el consumidor actual también demanda alimentos que cuenten con propiedades beneficiosas para la salud, adicionales a los nutrientes que tienen.
Por todo ello, parece que ha incrementado el interés de las flores comestibles y de los alimentos funcionales, sobre todo como una estrategia para mejorar el estado de salud y la prevención de determinadas enfermedades.
Sí, efectivamente.
Si pensamos en flores comestibles, como bien comentaba Marta, quizá nos venga a la memoria estos platos de más gourmet, con un petalito en el postre, pero en realidad las flores comestibles las tomamos de manera bastante habitual, porque la alcachofa, la coliflor son flores comestibles.
Lo único que no pensamos en ellas de esa manera.
Existen aproximadamente unas 180 especies de flores comestibles en todo el mundo, se agrupan en diferentes géneros y familias, y existen diferentes monografías de organismos oficiales como la HEMA, que publican constantemente para su uso y sus posibles aplicaciones farmacológicas.
¿Por qué las flores nos interesan tanto? ¿Qué es lo que las hace potencialmente beneficiosas? Pues ya las diferentes partes de las plantas tienen contenidos de diferentes metabolitos que se denomina que son los metabolitos secundarios, son estos compuestos bioactivos que tienen propiedades y dentro de la planta las hojas y la flor suelen ser los que más alto contenido de estos compuestos tienen y los que más potencial teapéutico o beneficioso pueden tener.
Por eso las flores suponen una importante herramienta que podemos investigar más en profundidad.
Cuando hablamos de estos metabolitos secundarios, se clasifican principalmente en tres grandes grupos que son los polifenoles, que nos suenan bastante, y también encontramos terpenos y alcaloides.
Son estos polifenoles los que más se están investigando no solo en las flores sino en muchos compuestos naturales y ahí es donde podemos investigar más todas estas propiedades de las flores comestibles.
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