Programa 38 El asesino de la cocaína 1t451y

Buenas noches, bienvenidos a Código 10.

Hoy les vamos a contar uno de los crímenes que más ha sacudido a la sociedad española, el asesinato de Marta Calvo.

Van a ver, como nunca antes, cómo desapareció Marta, cómo la policía consigue dar con el asesino y cómo se descubre que Marta Calvo no ha sido la única víctima.

Estará con nosotros en plató Marisol, la madre de Marta, que sigue pidiendo justicia y reclama saber dónde está el cuerpo de su hija.

Comenzamos.

Marta Calvo desaparece el 7 de noviembre de 2019 en la localidad de Manuel, Valencia.

Ha quedado con un desconocido.

Su madre sabe dónde está y, al no recibir noticias de su hija, se presenta en casa del asesino.

Ella aún no lo sabe, pero empieza una pesadilla que la lleva a convertirse en toda una madre coraje.

Estamos todos aquí gracias a una madre coraje, a la cual le desaparece su hija.

Sabe dónde ha desaparecido.

Y pelea, lucha y denuncia desde un primer momento ante la policía, ante la Guardia Civil, que su hija le dijo dónde estaba en la localidad de Manuel y que su hija no le ha vuelto a contestar.

Si no hubiera sido por la mamá de Marta Calvo, igual no estábamos ni aquí.

Y gracias a esa madre, se ha conseguido sentar al acusado hoy aquí.

Permiso, madre.

Marta Calvo sabía que estaba jugando con fuego.

Una cita con un desconocido es una lotería.

Nunca sabes qué te puedes encontrar.

Por eso había establecido un código de seguridad secreto con su madre y, el 7 de noviembre de 2019, le envió un mensaje antes de entrar en la casa del hombre con el que había quedado por Internet.

El día 7, a las 2 y media de la mañana, me mandó a una ubicación donde me ponía...

Mamá, estoy aquí, no te preocupes, tranquila, que estoy bien, he quedado con un chico.

Esa fue la última vez que yo hablé con mi hija.

Yo no sabía ni dónde era Manuel.

Nunca había estado en Manuel, ni nunca había oído el pueblo.

Y yo sabía que a mi hija a lo largo la había pasado.

Yo recibo cientos de whatsapps de mi hija, diariamente.

Y llamadas.

Vi que su última conexión fue a las 6 de la mañana.

Yo continuaba llamándola y el teléfono me daba apagado, fue de cobertura y los whatsapps no le entraban.

Pasé un día una tarde fatal, muy mal, porque yo intuía que algo no iba bien.

Cogí el coche y me fui camino a Manuel.

Cuando llegué a Manuel, me daba un poco de miedo.

Era una calle estrecha, luego era una rampa bastante inclinada para subir allí, y yo dije...