Puerta del cielo, madre de la esperanza f5g26

Cruce nuestros enemigos.

Hébranos, Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes.

Te adoro con profunda reverencia.

Te pido perdón de mis pecados y gracia para ser con fruto de este rato de oración.

Madre mía inmaculada, San José de mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, intercede por mí.

Tenemos como sabemos en el credo, una síntesis de las verdades de fe.

Pero, pues hay muchísimas otras verdades de fe que no están recogidas en el credo y que las podemos ir encontrando en la oración aprobada por la Iglesia.

Hay un adagio latino que dice Lex orandi, lex credendi.

La ley de la oración es la ley de lo que se debe creer y por lo tanto es bueno que pensemos lo que decimos en las oraciones porque es lo que creemos, si no, no las diríamos.

Y cuando pensamos, por ejemplo, en las Letanías del Rosario en todos esos títulos de María que le damos tenemos que pensar que es una regla de fe o sea que lo que estamos diciendo, lo que estamos rezando es verdad, es parte de la revelación divina porque forma parte de la tradición de la Iglesia y de esta tradición viva que es la tradición de la oración y quería que en esta oración nos fijáramos en dos de las Letanías, porque pienso que nos pueden dar mucho consuelo Una es cuando le decimos a María que es la Puerta del Cielo Es la Puerta del Cielo porque ella abrió otra vez las Puertas del Cielo que estaban cerradas.

En ella se vuelve a abrir la Puerta del Cielo El nudo de la desobediencia de Eva, dice San Ireneo fue desatado por la obediencia de María Lo que ató la Virgen Eva por la incredulidad la Virgen María lo desató por la fe Cerrada estaba la Puerta del Cielo hasta que Dios la abre con la Inmaculada con aquella criatura humana que nos tiene pecado y entonces gracias a María tenemos otra vez porque fue concebida sin pecado y ya empieza la salvación Nosotros podremos tener también otra vez la esperanza de entrar por esa puerta y por eso es tan bueno pues agradecerle, decirle gracias por tu sí gracias por tu fidelidad, gracias por ser modelo de correspondencia a Dios Cuantas cosas buenas nos llegan con María y pues lo primero que decimos es gracias porque contigo podemos otra vez ser hijos de Dios, estar liberados de las tinieblas del pecado, de la ignorancia, del desamparo y es Puerta del Cielo también porque en ella encontramos la garantía de nuestra salvación es una constante enseñanza de los santos es decir que es una señal de predilección divina ser mariano, tener la devoción a María San José María dice es señal de buen espíritu en las obras y personas singulares Desconfía de la empresa que no tenga esa señal ya les podré decir bueno a lo mejor la empresa de la que tengo que desconfiar es mi propia vida interior cuando he perdido devoción a María cuando se me ha hecho como más lejana su presencia